martes, 14 de julio de 2020

Una casa en el campo - Capítulo 14 - Chequeo

Ya había cumplido el tercer mes de embarazo y creyó oportuno pasar su primer reconocimiento médico. Seguramente el ginecólogo la reñiría por haber tardado en acudir a su consulta, pero no importaba.  Hasta ese momento no estaba preparada para asumir lo que se la venía encima.   habló con el especialista y concretó una cita para el chequeo; se lo haría esa misma tarde, al terminar su turno de trabajo.  Estaba nerviosa; era la primera vez que consultaría lo que con frecuencia acompañaba a otras mujeres.  Ahora sería ella, y con un compañero, y aunque sabía que nada trascendería estaba pudorosa, máxime si le hacía preguntas referente al que creería su esposo.  No hablaría de ello abiertamente, le contaría lo más preciso.  Por su especialidad, estaba acostumbrado a tratar a mujeres con múltiples problemas femeninos y un embarazo no deseado era uno muy delicado.

El médico, además de cariñoso, era discreto y prudente, al igual que la enfermera, que  era una de sus compañeras .  Le abrieron la ficha y al llegar a cierto apartado lo tuvo que confesar:  era madre soltera.  La extrajeron sangre,  orina, la hicieron una ecografía, y en ella el médico se detuvo más tiempo.  Ella extrañada le preguntó:

- ¿ Ocurre algo, doctor ?

- No nada en absoluto. Eres de la casa y por ese motivo el examen  te lo quiero hacer más exhaustivo, y además es el primero, y nos marcará la pauta de los que te haré todos los meses.  También te haré una citología; así será más completo.- Pero en su rostro había algo extraño que ella no acertaba a descifrar.

Estaba nerviosa. A solas con el médico, y era la primera vez de una consulta de ese tipo.  El la conocía bien, pues todos los años se hacía un reconocimiento y era su médico, pero no había estado embarazada y eso la producía vergüenza, no por estarlo, sino por estar soltera.  Realizadas todas las pruebas, quedó en llamarla por teléfono para adelantar el resultado, no obstante volvería a la consulta, debido a que debía comenzar a tomar algunos medicamentos para reforzar el embarazo...en fin todo lo que requiere la formación del feto.

Aunque ante ella se mostró con gesto habitual, había observado algo que le preocupaba, pero hasta no saber el resultado de todo, no quiso adelantar nada.Estaba nerviosa, deseaba y temía el resultado del chequeo.  No debía haber nada irregular, pero el riesgo existía y ella había tenido algo irregular que la molestaba en días atrás, pero lo achacó a la tensión nerviosa que sufría.  Debió decírselo al médico y no lo había hecho por temor a lo que la pudiera decir.  Hizo su jornada laboral como si tal cosa, e incluso se olvido del médico y su pronóstico

Recibió una llamada por el busca, para que se personara en la consulta al término de su turno.  Aún faltaba más de una hora para que terminase, cosa que deseaba y así salir de una vez de la incertidumbre. A la hora en punto, y sin quitarse el uniforme, se dirigió a la planta sexta.  Tocó suavemente en la puerta y la voz amable del médico la dio paso.

- Pasa, pasa, Perl-. Estrechó su mano e hizo que se sentara al otro lado de su escritorio-. Bien pues efectivamente tienes un embarazo y todo va normalmente. Tu analítica está dentro de lo normal...

Ella notó que el médico dudaba en decirla algo y eso la puso en guardia.  No quería, no podía imaginar que algo no iba normalmente, aunque se lo hubiera dicho para tranquilizarla.

- Verás Perl, la criatura es normal y todo está bien, pero tú no.De ahora en adelante tendrás que pasar por aquí muy a menudo. Tómate con toda la calma del mundo lo que voy a decirte:  tienes un tumor, no es muy grande, de momento, pero hay que extirparlo cuanto antes .Hay que vigilar muy a conciencia porque puede ir creciendo,  y en ese caso te aconsejaría un aborto para poder  operar y quitar el tumor antes de que aumente de tamaño y someterte a quimioterapia.  Eres joven y si todo sale bien, podrás volver a ser madre de nuevo.

-¿ Y si no sale bien? habré perdido a mi hijo y no habré adelantado nada.

No podía creer lo que estaba oyendo ¿ abortar? Nunca se lo había planteado, ni siquiera en sueños.  No, de ninguna de las maneras.  Seguiría con el embarazo adelante y confiaría en la suerte, y si así no fuera..., pues... no sería la primera que se enfrentase al cáncer.

 El médico trató por todos los medios de disuadirla, pero ella estaba muy firme en sus decisiones. Ni siquiera pensaba en sanar al dar a luz, sabía que difícilmente ocurriría.  Lo que debía preocuparse, además de que su hijo estuviera bien, sería prepararlo todo para que, si ella faltase, no quedara desamparado.  Debía reflexionar con calma sobretodo lo que podría pasar.  Ahora más que nunca la urgía establecer contacto con Maxwell y confiaba en que Thomas lo lograse.

Cuando salió de la consulta, la cabeza le daba vueltas, y los oídos la pitaban; temía desmayarse en la calle.  Respiró hondo y llegó hasta su coche, Entro y se reclinó sobre el asiento durante unos minutos:  tenía que asimilar todo lo que el médico la había dicho.  Era una situación con la que no contaba, y sin embargo estaba ahí y era urgente prepararse para lo que vendría, que no sería fácil. Decidió que no haría nada, ni quimioterapia ni, por supuesto abortar.  Cuando diera a luz, recibiría el tratamiento adecuado, si es que llagase a tiempo, y si no, que fuera  lo que el destino la tuviera preparado.  Pero no renunciaría a ese hijo fruto de un amor sincero y único, al menos por su parte.

Lo que más la preocupaba era su hijo y eso era lo que tenía que solucionar. Consultaría con un abogado para que él se encargase de todo lo legal y que ella no tenía ni idea. También escribiría unas cartas: serían sus "instrucciones".   Una para Maxwell , otra para su madre, otra para Thomas y  para ese hijo que tendría.  A Sarah,  la encomendaría su hijo hasta que al menos Maxwell se hiciera cargo del bebe si es que lo quería.  Las lágrimas rodaban por sus mejillas, y se asombraba con la naturalidad que iba organizando en su cabeza los pasos que tenía que dar. Aún tenía tiempo, pero no tanto, y además no sabía cómo iba a presentarse la enfermedad.  Probablemente tuvieran que provocar el nacimiento por cesárea antes de la fecha.  No sabía qué hacer, cómo y cuando. ¿ Debía hablar con Thomas?  Mucho se temía que si lo hacía todo se trastocase, así que eso sería su recurso de última hora.  Puso las llaves en el contacto del coche y arrancó suavemente rumbo a su domicilio.

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