martes, 17 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 20 y último - Y supieron amarse

Y subieron las escaleras que les conduciría a su habitación, a ese reducto de intimidad, su confesionario, pero también sus desacuerdos.  Todo ocurría en esa habitación; allí afloraban los disgustos, pero también las reconciliaciones.  Niall sonreia llevando a su mujer de la cintura y sintiendo en su rostro el roce de los cabellos de ella, al llevar su cabeza reclinada en el hombro de él. La miraba de reojo y la decía:

- Así que me quieres mucho ¿ no ? - Ella levantó la cabeza y le miró extrañada de esas palabras
-Si, y lo sabes ¿ Por qué lo preguntas ?
- Os he escuchado hablar . Ya lo sabía, cielo, ya lo sabía.  Lo que deseo es que tu también sepas cuanto te quiero yo, lo importante que has sido siempre para mi, y lo presente que estás en mi vida. Que me sigues enamorando día a día. Yo también quiero que lo sepas.

Al entrar se pararon uno frente al otro mirándose intensamente.  Sabían sobradamente lo que seguíría a continuación.  Ninguno de los dos quedó defraudado;  recordaron sus primeros tiempos cuando la pasión encendía sus venas

- No quiero que ésto termine nunca -  decía Niall en un paréntesis
- Yo tampoco. Quiero que volvamos a años atrás cuando con un simple roce en una mano, se  encendía nuestra sangre. Como hoy, como ahora.
- Que así sea, pequeña.  Nunca faltaré a esta maravillosa cita entre los dos.  Quiero volver a los días maravillosos que pasamos en Donegal.  Había pensado que pasáramos el fin de semana juntos.  Tu y yo, solos, como aquél día  ¿Quieres?
- Quiero, y me parece una idea fantástica.

Volveron a reir y acariciarse como si nunca lo hubiesen hecho, y es que para ellos todas las veces eran nuevas, renovadas, con el mismo entusiasmo como si fuera la primera y última vez.  Eran amantes perfectos sin tabúes, sólo lo que sus cuerpos reclamaban, sin más.  Habían dejado atrás las ataduras que en un principio ella sintiera y desechado rotundamente de una vez por petición y deseo de ambos.

Iban cantando por la carretera a pleno pulmón.  Seguían una canción por los dos conocida.  Estaban pletóricos de felicidad y deseando llegar a su rincón favorito de Irlanda.  Allí se amaron plenamente y allí lo harían hoy, y todas las veces a que diera lugar.  Pocas parejas tienen esa complicidad después de haber transcurrido tanto tiempo desde que se convirtieron en marido y mujer.  Para ellos siempre era el primer día, y siempre se descubrían el uno al otro, alimentando sus fantasías en completa complicidad.  Sería un fin de semana maravilloso después de los angustiosos días pasados.

Y lo fueron. Acudían a una hora muy temprana a la playa, cuando apuntaban las primeras luces del día.  Estarían ellos solos
.  A pesar de la frialdad del agua, se bañaban y jugaban en el agua desnudos, sin ataduras, y cuando el frío les hacía tiritar, salían a la arena y se revolcaban por ella  riendo.  Terminaban haciendo el amor solo con el cielo por testigo.

El suyo era un amor limpio, puro, sincero, sin ataduras pero dependiente totalmente el uno del otro.  Ellos lo querían así y en nada lo cambiarían.  Habían aprendido la lección  a fuerza de golpes adversos, pero  no dejarían escapar ninguna ocasión de ser felices.  Pero dos días eran muy pocos  para la pareja que sólo quería estar a solas y amarse.

El domingo por la tarde emprendieron el viaje de regreso a casa.  Pero lejos de volver tristes por la felicidad pasada, iban con los ojos brillantes y la sonrisa no se borraba de sus caras.  Niall tranquilo,  al haber recobrado la salud su esposa y   echado fuera las depresiones definitivamente.  Y  acudiría al trabajo con más ansias de ayudar a quién lo necesitase.

Y así transcurrieron los meses sin que nada lo alterase.  Una mañana Daphne debía acudir a la consulta de su médico para realizar la revisión anual acostumbrada.  Algo la decía que ésta iba a ser diferente.  No había dicho nada a Niall ni a nadie de la familia,  hasta tener el resultado del chequeo.  Su marido sabía que acudiría a la consulta de su ginecólogo como hacía normalmente, lo que ni siquiera llegó a sospechar la noticia que le aguardaba al llegar a casa aquella tarde.  Ella estaba nerviosa e impaciente; ignoraba cómo se tomaría Niall lo que tenía que decirle.  Había sido algo inesperado, aunque no tanto dada la calidad de relación que mantenían.  Ella se sentía contenta, feliz, aunque algo preocupada por  él.  No podía aguantar más de impaciencia.
Eligió el momento en que Niall  se duchaba, para meterse con él.  Reclinó la cabeza en su espalda y suavemente le dijo:

- Niall, vamos a ser padres de nuevo- Se frenó al enjabonarse y escuchar aquellas palabras. ¿ Había oido bien ?

Se volvió lentamente hacia su mujer y volvió a preguntarle:

-¿ Cómo has dicho ?
- Que vamos a ser padres de nuevo.  Yo sospechaba algo, porque hace tiempo que no me había bajado la regla, pero no quise decirte nada hasta no tener confirmación.  Y hoy la he tenido.

Sentía algo de temor por la respuesta de él.  Los chicos eran mayores y no sabía cómo encajarían volver a empezar con pañales y noches sin dormir.  Casi lo habían olvidado.  Pero su reacción no se hizo esperar.  la abrazó con ternura, la besó y la dio las gracias por ello.  Después lentamente se puso de rodillas y arrimó su boca hasta el vientre de ella, dando su primer beso al hijo que estaba creciendo dentro de ella.


- ¿Acaso tenías miedo al decírmelo?  ¿Esperabas que me pusiera hecho una furia ?  Es la mayor alegría que podías darme.  ¡ De nuevo padres !  ¡ Cómo iba a rechazar un hijo engendrado con tanto amor !  Te quiero, pequeña. Tu has sido la fuerte en esta relación, quién ha llevado las riendas. Tú has sido mi refugio y mi fortaleza.  Nunca olvidaré ni un solo minuto que hayamos pasado juntos.  Sois las mujeres que, sin saberlo, tomáis las decisiones que cambian a los hombre, que cambian vidas.  Vosotras únicamente obráis el milagro, aunque creamos que somos los hombres quienes tomamos las decisiones, y posiblemente sea así, pero vosotras nos marcáis el camino.   Sin vosotras estaríamos perdidos, por eso es que siempre os necesitamos a nuestro lado, en cualquier circunstancia, porque no seríamos nada al no teneros. Ven aquí

La abrazó con ternura y así permanecieron durante varios instantes. Amándose emocionados ante la nueva vida que habían creado.  Y esa misma noche se lo anunciarían a sus hijos. Y Niall  llamó a sus hermanos para darles la gran noticia, y a sus padres y a sus íntimos amigos , compañeros y médico de Daphne.  Quería gritar a los cuatro vientos la buena noticia.  deseaba que transcurrieran los meses con celeridad para abrazarle.  Mientras tanto lo haría a la mujer que consiguió estabilizar su vida y llenarla de felicidad.   Nació otro niño sano y precioso, que hizo emocionar a su padre y a sus hermanos.  Un bebe al que cuidarían entre todos, y todos le malcriarían, y sería el juguete de la familia.  De una familia totalmente unida y queriéndose sin fisuras, sin concesiones, e incondicionalmente.



                                                          F    I    N

Autoría:  1996rosafermu
Edición:  Mayo de 2018
Iluatraciones: Internet  y Cincuenta sombras película

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

lunes, 16 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 19 - Solamente amor

Y deseaban volver a Donegal, a aquella playa solitaria en la que habían sido tan felices. Y una nueva etapa se había abierto en sus vidas, y con ella la experiencia pasada y que ahora valoraban más el simple hecho de estar juntos.  Jugueteaban por la arena como si fueran una pareja de novios que estaban conociéndose.  Ellos se conocían bien y por eso su unión se había fortificado.
Serían solamente dos días las que tenían libres, pero no dejarían que se perdiera ni uno solo de los minutos.  Niall insistía en dejar el hospital y dedicarse a ella por entero.  Tuvieron una pequeña discusión, pero al fin Daphne salió vencedora y las cosas seguirían como estaban.  Pero ella si dejaría su trabajo; tenía un hogar que atender y era su mayor tesoro. Sabia cómo cuidar a su familia, a la que adoraba.  La relación con Aisling, había mejorado y ahora eran cómplices y la muchacha consultaba con su madre todos los cambios que experimentaba su cuerpo y su organismo.  Y recordó que ella no tuvo esa dicha al haber perdido a la suya cuando era casi un bebe.  Se lo hizo notar a su hija, y la chica se la quedó mirando y la dijo:

- ¿ Cuándo me vas a contar las cosas que sucedieron en vuestras vidas.? Cómo os enamorasteis...,   nuestros nacimientos. ¿ Me lo contarás algún día ?

Daphne se levantó del sillón junto a su hija, y fue hasta su dormitorio.  Abrió la cómoda, y de ella extrajo la antigua carpeta que contenía su viejo cuaderno de experiencias.  Regresó al salón y allí dijo a Aisling.

- Cuando desees saber algo sobre nosotros, o tengas dudas de algo, busca la respuesta en este diario.  Lo he terminado de escribir hace unos días.  En él he puesto fin a una etapa de mi vida, de la que no cambiaría nada de lo vivido, y en toda ella está papá:  mi primer y único amor al que adoré desde el mismo instante que tuve consciencia.  Allí encontrarás respuesta para todo lo que hemos vivido,   y comprenderás  muchas cosas que ahora no entiendes.  Sé la depositaria de este cuaderno que condensa mi vida, nuestra vida,  Porque mi vida siempre ha estado marcada por él, por tu padre. Si algún día tienes hijos y nosotros no estemos aquí, háblales de Niall y Daphne, sus  abuelos que se quisieron más que a sus propias vidas hasta el final de sus días.  Que supieron sortear todos los obstáculos que encontraron, pero que eso hizo que su amor fuera más auténtico.

Cuando terminó. Aisling estaba emocionada y a punto de llorar .  Nunca había sospechado el inmenso amor que aquellas personas, que eran sus padres,  hubieran creado un hogar tan feliz y estable.  Serían su ejemplo a seguir, y se dijo que el día que ella se enamorara desearía tener a su lado a alguien como fueron ellos, que siempre supieron encontrar un punto de apoyo en sus vidas.  Apretó el diario contra su pecho, dió un beso a su madre y salió de allí.

Apoyado en el dintel de la puerta, Niall, había escuchado la conversación que Daphne mantenía con su hija.  Nunca había conocido el contenido de ese diario que sabía  ella escribía desdee que era una niña; tan sólo cometió la indiscreción  cuando lo recogió sel suelo.  Ese documento que acababa de entregar a su hija, era el resumen de todas sus vivencias, de las buenas y de las malas.  En todas ellas estaba él, y miraba a su mujer con otros ojos.
  No se había dado cuenta de que habían sido observadas por él, pero algo la hizo levantar la cabeza y darse cuenta de que un emocionado Niall, la miraba intensamente.  Sonrió y se levantó yendo hacia su marido.
Al reunirse se abrazó a su cuello y le besó.  El la estrechó fuerte contra si. y respondió a su abrazo diciendo:

-Nunca lo hubiera podido hacer sin tenerte a mi lado
- ¿ Por qué dices eso? ¿ Y a qué viene eso ? - respondió Daphne
- Te quiero pequeña,  a eso viene. Soy afortunado con tenerte a mi lado.  Pocos hombres hay,  que cuenten con un amor tan grande y sincero como yo cuento.  Eres fuerte, aunque gustas de que te proteja. Eres vulnerable, aunque sólo en una cosa: en tu familia. Pocas mujeres han sabido pasar por la vida con la entereza que tu lo has hecho a pesar de quedar huérfana a una edad difícil.  Te mantuviste firme en las ideas inculcadas y me entregaste un amor limpio y sincero que siempre llevaré conmigo.  Has sido y serás lo mejor que he hecho en mi vida:  casarme contigo y amarte por encima de todo.  Alguien me dijo en una ocasión que cuando viera pasar el amor por mi lado, lo agarrara fuerte, con ambas manos y no lo soltara, porque difícilmente volvería a pasar.
Y eso es lo que hice cuando te encontré en Mauricio.  Cambiaste mi vida en ese preciso instante y supe que tenía que amarrarte a mi a como diera lugar, porque si te perdía no encontraría a nadie como tú.  Y dejé a un lado mi vida bohemia, y peleas con hermanos, y decidí que no podía ofrecerte nada si así seguía.  Y por tí dejé todo atrás, y comencé de nuevo.  Pero te tenía a tí, a mi lado; todo lo demás me sobraba pero quise ofrecerte lo mejor del mundo, y  sólo contaba con mi amor y unas manos dispuestas a trabajar en lo que fuera.  Fundar un hogar en el que criar a unos hijos rodeados del amor inmenso de sus padres.

-Tú fuiste la impulsora de todo lo que conseguí, y dejaste a un lado tus propias ilusiones, para unirlas a las mías, sin condiciones, sólo conforme con que te amara.  Y  así lo hice.  Siempre.   Y siempre tengo presente el consejo que alguien me dio en su día, y que posiblemente fuera de quien  había perdido su oportunidad.  Por eso nunca lo olvido y te amo un poco más cada día, y te admiro profundamente como mujer, te deseo como lo que eres : la mia, y estoy orgulloso del hogar creado .Te quiero Daphne, luz de mi vida, brújula de mi viento, principio y fin de mi alma.
- ¡ Oh Niall !  Es la declaración de amor más hermosa que nadie puede hacer.  Yo también te quiero con la misma intensidad, y quisiera que pudieras leer en mi interior  lo que siento cuando estás cerca de mí, y cuando no lo estás también.  Me has hecho muy feliz, y también, a veces, desgraciada, cuando pensé que te había perdido.  Pero  también seguí el mismo consejo, aunque sin saberlo. Nunca pensé que podría alcanzarte y te amé en silencio, y pude hacerlo, porque tu me tendiste la mano para que, al impulsarme, estuviera a tu altura.  Y te alcancé y te seguí amando y siempre será así por los siglos de los siglos.

El abrazo de  ambos esposos fue intenso y largo.  Se habían dicho todo lo que sentían, aunque no hacía falta porque ambos se conocían y sabían los sentimientos que albergaban, pero no estaba de más que de vez en cuando los esposos recuerden que viajan juntos en un mismo tren, y que la vida es dura y difícil, y que es bueno estar en compañía, máxime si la otra persona es amada y ama por encima de todas las cosas.

Los pasos acelerados de sus hijos, hicieron que aterrizaran desde la burbuja que ellos habían creado en ese instante, en ese salón.  Se habían confesado mutuamente, aunque no fuera necesario

- ¿ Terminaréis algún día de haceros arrumacos ? ¿ Se cena en esta casa ?

Niall y Daphne se miraron, todavía abrazados y rompieron a reír.  Los chicos se colocaron cada uno de ellos en los extremos, dejando a sus padres en el centro, y los cuatro juntos riendo, se dirigieron al comedor.  Si,   habría cena en esa casa, pero una cena más especial que cualquier otra.

Y fue alegre y parlanchina, y los chicos alegres llevaban la voz cantante contando las anécdotas que cada uno de ellos vivía.  Niall, tomaba la mano de su mujer, la miraba y sonreia.  Pensaba que el tiempo había corrido veloz y allí estaban ellos dos, con sus hijos tonteando con amigos y amigas, como correspondía a su edad. Y que ellos a sus mismos años aún ni siquiera se habían declarado, a pesar de los sentimientos que albergaban del uno para el otro.    Tras una larga sobremesa, los hijos se retiraron a sus aposentos y ellos hicieron lo mismo.  Subieron las escaleras tomados por la cintura y Daphne descansando su cabeza sobre el hombro de Niall.  Aún resonaban en sus cabezas la profunda declaración de amor que se habían hecho mutuamente.


domingo, 15 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 18 - Vuelva la risa a la casa

Dormitaba apoyada la cabeza sobre la cama.  No había soltado su mano, ella dormía aparentemente tranquila.  Pero de pronto su cuerpo comenzó a moverse nerviosa y a girar la cabeza de un lado a otro, que sobresaltó a Niall; estaba soñando, y debía ser algo doloroso por el gesto contraído de su cara.  Trataba de despertarla acariciando suavemente sus mejillas y hablándola con calma para no excitarla más.  Pero no se tranquilizaba, al contrario comenzó a gemir angustiada

- Niall, no te vayas, no me dejes
- Eh, eh, eh...  Es una pesadilla.  Estoy aquí no voy a dejarte.  Despierta, despierta mírame.

A duras penas consiguió despertarla y ella le miraba sin ver con los ojos muy abiertos y espantados. Niall estaba angustiado;  no esperaba que estuviera tan afectada.  De haberlo sabido nunca  hubiera dejado su casa;  le dolía enormemente ser la causa del sufrimiento de su mujer y comprendía lo que significaba para ella.   No estaba seguro de merecer tanto amor y tan desesperado El sentía lo mismo, pero no era tan vulnerable como se encontraba Daphne.  Al fin consiguió que se calmara.  Ella jadeaba como si le costara respirar. Se abrazó a ella besando su cara.  La pedía perdón por todo el daño que sin querer le había causado, y fue entonces cuando ella reaccionó, como dándose cuenta de que él estaba allí, que permanecía a su lado y que la quería.

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Niall la estrechaba fuerte contra él y la besaba repetidas veces.  Ella refugió la cara en su pecho  besándole también el torso.  Al fin parecía que el mal rato había pasado y Daphne regaló a su marido la más dulce de sus sonrisas, al tiempo que le preguntaba

- ¡ Sigues aquí ! ¿ Para qué has venido
- Creí que te había quedado claro.  Deseo volver a ser lo que fuimos.  Deseo regresar a nuestro hogar y olvidar todo lo pasado que nos ha herido tan fuertemente.  Quiero mi vida contigo y con nuestros hijos. Quiero que volvamos a ser nosotros y no dos extraños.  Te quiero, mi amor  Deseo sentir tu cuerpo junto al mio cada noche, cada mañana.  Deseo acariciar y sentir la suavidad de tu piel.  Deseo pertenecernos el uno al otro y que no perdamos la confianza que teníamos antes.
- Y entonces ¿ Por qué no te has acostado en la cama ?  ¿ Has permanecido toda lo noche así ?
- No quería despertarte y no me atreví a hacerlo por si no querías
- Yo también quiero que volvamos a ser los de antes, olvidarnos de todo y ser los mismos, sin rencores.  Los chicos te echan de menos , te necesitan y yo también
- Lo dejaré todo y no me apartaré de tu lado ni un solo instante.
- No, cariño.  No dejarás nada, ni yo tampoco.  Será la única forma de que volvamos a la normalidad.  Seguirás como hasta ahora en el hospital y en la clínica y yo en la agencia de publicidad.  No demos ese triunfo a quién nos ha hecho tanto daño.  Tu profesión te apasiona ¿ por qué vas a renunciar a ella?   A mi no tanto, la mía, así que no me costará dejarla.  Pero ahora les debo consideración, al menos hasta finalizar la campaña empezada.  Después me quedaré en casa.    Iré a buscarte al salir del trabajo, cenaremos o comeremos fuera. Visitaremos a nuestros amigos, a la familia... Todo lo normal que veníamos haciendo.  Has de hablar con Gerard y Moira.  Fui a visitarles y me desahogué con ellos.  Te iba a llamar, pero hazlo tú primero y anunciarles que todo ha terminado felizmente.

Se besaron como  hacía tiempo no habían hecho.  La llama quedó avivada nuevamente, porque en realidad nunca se había extinguido y no hizo falta atizar el fuego, para que las llamas comenzaran a arder, y ellos también.  Aún era de noche, pero no importaba; estaban juntos de nuevo y seguían siendo el matrimonio ardiente y amoroso que eran antes de comenzar todo.  Pero precisamente por eso, la pasión de aquella noche, sería más intensa, más vibrante que antes.

Durmieron juntos uno sobre el otro, como temiendo que se tratara de un sueño y fueran a despertar.  Pero no era un sueño ni  las pesadillas se repitieron. Poco a poco iba tranquilizándose y sabía que le tenía allí rodeándola con sus brazos y despertándola si el sueño se tornara  especialmente bronco.  Se sentía segura, protegida y, sobretodo amada.  No tenía la menor duda de que la seguía queriendo y se prometió que nunca más nadie le haría caer en la tentación de dudar de él.  Nunca más

Estaban cansados y extenuados, pero felices.  Niall iría al despacho a hablar con su hermano y su cuñada. Daphne llamaría a la Agencia y les anunciaría que no se encontraba bien. Quedaron citados a una hora determinada y comerían en el mejor restaurante de Dublín, y allí en un ambiente romántico se mirarían a los ojos, juntarían sus manos como si fueran unos adolescentes.  Conocían el valor que tenían  y lo valoraban después de que estuvieran a punto de perderlo.  Y allí la convencería de que acudiera al médico para que la hicieran un chequeo.  Le había preocupado mucho el estado de estrés de su mujer; no volvería a tomar a broma nada que a ella le sucediera.

Y cumplieron punto por punto todo el programa que habían organizado. Gerard les había invitado a cenar en casa para celebrarlo, mientras los primos juntos se divertirían en el cine o en casa de algún amigo.  Querían estar solos y explicar a Gerard y Moira lo que había ocurrido que les había llevado a esa situación.  Tuvieron una larga charla.y todo quedó diáfano.  Al final brindaron los cuatro por el resultado satisfactorio y se abrazaron contentos de seguir siendo una familia.  Una familia feliz y unida.
  Los chicos se quedarían con los tíos durante el fin de semana para que ellos pudieran estar solos y terminar de aclarar lo que fuera que tuvieran que aclarar entre ellos, que no era otra cosa que amarse desaforadamente 

sábado, 14 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 17 - Alarma

Esperanzado y contento tomó la dirección nuevamente de su casa.  Esperaba llegar a tiempo de que Daphne  no hubiera salido aún para el trabajo.  Y nuevamente sacó su llavero que había utilizado la noche anterior. Cuando entró en el vestíbulo, algo le alarmó sobremanera.  Se escuchaban  voces en la planta superior.  Voces agitadas, nerviosas, y temiendo lo peor subió de dos en dos los escalones que le separaban de donde estaba.  Era la voz de Daphne la que daba instrucciones al borde de la histeria:

- Te digo que alguien ha entrado esta noche en casa.  Hay que revisar todas las ventanas y puertas que dan al exterior.
- Mamá cálmate.  Todo esta bien. Todo está cerrado
- ¿ Crees acaso que me he vuelto loca?
- Pues ahora que lo dices...
- Aisling - sonó la voz de Niall-   No te permito que hables así a tu madre¿ Se puede saber lo que ocurre ?

Todos le miraron sorprendidos al escuchar su voz llamando al órden a su hija.  No le esperaban ¿ Qué es lo que hacía aqui ?

-No está loca, y tiene razón  alguien ha entrado esta noche en casa.  Más bien de madrugada y he sido yo

Daphne abria los ojos de par en par no creyendo lo que decía, pero él prosiguió dirigiéndose a ella en especial.

- Si, estuve aquí anoche.  Algo me preocupaba, porque siempre estoy preocupado por ti, aunque creas que no es así.  Os visité a todos; vi como estabais dormidos. Y entré en nuestro dormitorio.  Me quedé allí toda la noche, junto a tí, hasta que comenzaron las primeras luces del día.  Me marché porque no quería sobresaltarte, pero veo que no lo he conseguido.Tenía idea de regresar, y aquí estoy.  Tenemos que hablar, pero lo primero es que te calmes
- ¿ Por qué no me despertaste?
- Ya te lo dije estabas profundamente dormida
- Pero eso no impidió que esta mañana tuviera la sensación de que no estuve sola. Aún dormida sentía la presencia de un cuerpo junto al mio. No estaba consciente por efectos de la pastilla, pero esa sensación la tuve en cuanto desperté.  Creí que había sido un extraño
- Pues ya ves que no ha sido así.  Llama a la oficina y diles que no puedes ir.  Tenemos cosas serias e importantes de las que tratar

Ella le miraba sin entender nada, o mejor sin querer entender nada  ¿ Acaso  iba a pedirla el divorcio? ¿ Por qué había procedido de esta forma ?  Algo urgente debía ocurrir para hacer lo que hizo.  Niall, también la miraba, pero su mirada no era inquieta, sino dulce y a la vez preocupado.  Nunca había visto a su mujer en este estado tan vulnerable e inquieta.   Adelantó unos pasos y la besó en la frente dulcemente.  Los chicos se miraron, sonrieron y desaparecieron cada uno a su dormitorio.

- ¿ Por qué viniste de esa forma ?
- Quería estar contigo.  Te echo mucho de menos y decidí veros, aunque fuera de esa forma extraña. No es posible seguir así.  Nos necesitamos y nos queremos ¿ qué más hemos de hacer para volver a estar juntos?  Te quiero más que a nada .  No hubo nadie que ocupara tu lugar ni nunca lo habrá, aunque no me creas.  Me tienes preocupado porque te veo muy alterada y no me gusta.   Pienso que la culpa ha sido mía.  No debí ausentarme aquella noche, y debí regresar a casa y confesarte que mi amor no ha cambiado, pero no lo hice. Así que tanta culpa tienes tu como yo de que hayamos llegado a esta absurda situación.
- ¡ Oh Niall ! - Se abrazó a su cuello llorando, y él la estrechaba fuerte contra su pecho.  Cuando se hubo calmado, Daphne preguntó a su marido:
- ¿ Por qué viniste anoche ? Y a esas horas tan extrañas
-Te echo mucho de menos.  Tenía necesidad de verte sin que tuviéramos una discusión, y se me ocurrió que de madrugada todos estaríais dormidos. Vi a los chicos y te vi a tí dormida por algo que me disgustó mucho ¿ Por qué tomas pastillas? Después me acosté a tu lado hasta que fue de día.   Me marché pensando en volver y hablar.  Al notar tu cuerpo junto al mio, me di cuenta del disparate que estábamos haciendo. Ambos nos necesitamos y no hay nada ni nadie que pueda cambiar eso. Besé tus cabellos y recogí del suelo algo que parece tu diario.  No pude evitar leer un párrafo que pensé iba dirigido a mi. Y entonces tuve que hacer esfuerzos para no abrazarte y decirte que eres lo más importante que me ha ocurrido en la vida.  Que siempre te querré pase lo que pase, pero por favor, volvamos a ser como antes.

No sabía qué decir ni que hacer, sentía que el suelo se acercaba cada vez más a ella, que iba a desmayarse.  la boca se le llenaba de agua y le nublaba la vista, pero él estaba allí, para ayudarla, para protegerla, para amarla...
 Lo primero que vio al recobrar el conocimiento fue la preocupación de Niall. La había tumbado en la cama y tomaba su mano besándola. Había llamado a uno de sus compañeros y enseguida llegaría.  ¿Qué la ocurría ? ¿ Repercutía toda esta historia en su salud ?  No se lo perdonaría nunca si así fuera.

La prescripción médica, fue estrés.  Necesitaba relajarse y sobretodo tranquilidad.  Era lo único que podía hacer por ella, porque todo estaba en manos de Niall:  él sería su única medicina..  Después de inyectarla un sedante, Niall acompañó hasta la puerta a su amigo y compañero.  Antes de salir, le dijo:

- Cuídala Niall.  Hay pocas mujeres que amen a sus maridos como ella te ama.  Todo lo que la ocurre es que no estás con ella y te necesita porque eres su soporte, y sin tí está como perdida.  Además Aisling la culpa de todo y eso acrecienta más su tristeza.  Os aconsejaría que hicíerais un viaje a cualquier parte, vosotros dos solos y verás como poco a poco recobra la salud.  Parece una mujer fuerte, pero en realidad es vulnerable y apasionada y se siente herida por algo que ninguno tenéis culpa, pero que ha surgido y a ella especialmente le ha pillado con la guardia bajada.
- Gracias amigo.  Seguiré tu consejo al pie de la letra.  En realidad son ellas las que tienen las riendas de nuestras vidas, pero eso también tiene un coste de decepción si no les correspondemos en la misma medida.
-Exacto Niall.  Eso es así y no nos damos cuenta de ello.  Creemos que somos nosotros los fuertes y quienes llevamos la voz cantante, y sin embargo las fuertes son nuestras mujeres y las grandes luchadoras por todos nosotros.
Cuando acudió a su lado, Daphne estaba dormida, tranquila. Se sentó a su lado mirando su rostro, tratando de buscar una luz que le hiciera pensar que ella mejoraría.  Tomó una de sus manos y la besó con inmensa ternura, al tiempo que bajito la deciá:



- Perdóname,  No sabía el alcance de tu amor por mi. No sabía que eras tan vulnerable en eso.  Eres fuerte y luchadora y tienes que vencer lo que te ocurre para que podamos seguir con nuestras vidas adelante.  Eres mi principal preocupación.  Te quiero Daphne más de lo que imaginas.  Cuando te vi en los carteles que anunciabas, tan hermosa, sonriente, feliz..., los celos mordieron mi corazón, pero al momento supe que no tenía motivos para ello.   Otra persona quiso sembrar la desconfianza en mi, pero no lo consiguió.  Porque te conozco muy bien y desde hace mucho, y eres noble y sincera; en mi no cabe ninguna duda. Que esa mujer que ofrecía el producto era la mía, y solo mía.  Y que me amabas con tal fuerza que creías que cualquier otra podría ocupar tu lugar, y eso no es y no ha sido nunca verdad.  No vuelvas a hacer caso de personas que meten cizaña porque están celosas de nuestra felicidad.  Lo dejaré todo y me dedicaré en cuerpo y alma a ti. Haremos un viaje a donde desees, tu y yo solos, y volveremos a ser los amantes que fuimos en Donegal.  nada volverá a empañar nuestra unión, te lo prometo.  Pero ahora tienes que ponerte bien, ese es mi único requisito.

Se sentó a su lado sin soltar su mano.  Necesitaba el tacto de la piel de ella, que durante tantos días no había tenido. Y no dejaba de mirarla, buscando en su rostro algún atisbo de mejoría y tranquilidad. Dormía plácidamente, segura de que el amor de su vida había vuelto y estaba junto a ella. Todos los problemas se habían solucionado, pero había costado demasiados días amargos y sin esperanzas.  Rió para si cuando pensó que había discutido muchas veces con alguien, que nadie moría de amor, pues bien, ahí estaba su mujer que ha estado a punto de enfermar por ello.  Se juró así mismo que la haría feliz mientras viviera y que nunca se repetiría lo ocurrido.

viernes, 13 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 16 -Visita de medianoche

Detuvo el automovil frente a la entrada de su casa.  Se veia encendida la luz de su habitación. E imaginó la lámpara de su mesilla y a ella, desvelada, quizá leyendo un libro.  Dudó en entrar y revolvió las llaves de su casa en el bolsillo del pantalón, y ese suave tintineo, le hizo resolver que había llegado hasta allí para algo, y que debía hacerlo en ese instante, sin demora, sin dejar pasar más tiempo.  Entró sin hacer ruido.  Era de madrugada y en el silencio de la noche todos los ruidos se magnifican,

Se dirigió al dormitorio de sus hijos.  Desde hacía mucho no les veía. Primero abrió suavemente  la puerta de su hijo y sonrió al comprobar que tenía la cama revuelta como siempre, y después fue a ver a su hija que,   en cambio, estaba en perfecto orden.  En eso, al menos, nada había cambiado.  Cerró la puerta con sigilo y se dirigió a la habitación que ocupaba  Daphne. Seguramente estaría despierta, no obstante abrió despacio sin hacer ruido.  Se engañaba, estaba profundamente dormida y ante su extrañeza, dirigió sus pasos hacia la mesilla de noche.  Allí había un frasco con píldoras que intuyó serían para conciliar el sueño.Ella nunca había necesitado tomar nada para dormir.  Se sentó despacio en el borde de la cama y observaba su cara detenidamente.  A la luz débil de la lamparita, su rostro se apreciaba más delgado y sus ojeras más violáceas y profundas.  Le conmovió el verla desmejorada y,  suavemente, levantó su mano hacia su cabello y lo acarició, sin a penas rozarle.
Quería a aquella mujer con todas sus fuerzas y le dolía vivir la situación que tenían. Dio la vuelta a la cama, se quitó los zapatos, y se tumbó a su lado extendiendo su brazo sobre el cuerpo de ella.  Hundió el rostro en su cabello.  No dormía, no quería dormir.  Había entrado en su casa cual ladrón furtivo y así saldría al amanecer, antes de que ella despertara y sintiera un cuerpo junto al suyo.

Había permanecido en vela durante toda la noche y con las primeras luces del alba, comprendió que era la hora de regresar  ¿a dónde ? Vivía en una habitación de hotel, y para colmo no tenía guardias, ni sabía en qué invertir el tiempo libre, pero no le importó.  Toda su vida estaba ahí durmiendo en esa cama y sin embargo la tenía perdida. Recogió los zapatos y regreso hasta la mesilla de noche para verla por última vez.  Tomó el tarro de píldoras y se fijó en el nombre del médico que las había recetado.  Se trataba de un compañero de hospital; probablemente sí era el coche de su mujer aquél que vio al haber  acudido a la consulta, y ni siquiera quiso verle.

Se dio cuenta que en el suelo había algo semejante a un cuaderno abierto, lo recogió y sin querer hacerlo, leyó lo que allí estaba escrito de la mano de su mujer :  "  Te querré siempre, aunque no estés a mi lado y hayas elegido a otra persona que te acompañe en el viaje.  Siempre te querré y seré feliz cuando tu lo seas ... "  ¿ Qué significaba aquello ?  Le seguía amando y le echaba de menos, le quería a su lado y él a ella.  Eran dos tontos estúpidos con exceso de amor  del uno para el otro.  Tuvo que volver a sentarse porque la emoción le ahogaba.  No quería marcharse de allí.  Esperaría a que despertara y hablarían.  Volvería a repetirla que todo había sido una tozudez  de ambos, que su amor era más valioso que nada de este mundo, y que lo estaban pasando mal absurdamente.

Ella se rebulló en la cama y se abrazó a la almohada en la que él había estado.  Iba a ser un choque muy fuerte si despertaba y le veía allí. Se ausentaría y regresaría cuando comprendiera que estaba despierta.  Y la abrazaría fuerte contra su pecho y la diría que nunca existió nadie más que ella y la besaría una y mil veces para desquitarse de todos estos días perdidos.  Trataría de no ser impaciente y regresar más tarde, no quería sobresaltarla.

Y lo mismo que entró salió despacio sin hacer ruido. Bajó descalzo las escaleras y salio de su casa tan misteriosamente como había entrado.  Desde allí se dirigió al hospital.  Quería hablar con su compañero y averiguar la razón por la que tomaba esas pastillas.  Y fue hasta su despacho en el que el médico repasaba algunos historiales.  Llamó a la puerta y Niall entró con el rostro algo descompuesto

- Pero ¿ qué haces aquí ? Hoy no tienes guardia
- Quiero que me digas lo que le ocurre a mi mujer
- Qué yo sepa nada ¿ Por qué lo preguntas?
-- Está tomando algo para dormir y ha sido recetado por ti, así que sabes de lo que se trata
- Tu mejor que nadie, deberías saber que no nos está permitido hablar de los pacientes. Tranquilízate. A tu mujer no le pasa nada, está triste y se desvela con frecuencia. La receté esas pastillas para que al menos durmiera. Y por cierto a ver si arregláis de una vez lo vuestro.  No sé lo que os ha ocurrido y no quiero saberlo, pero ambos estáis mal, así que arreglad lo que tengáis descompuesto.

Niall, contó por encima lo ocurrido y salió de allí nervioso e impaciente.  Se dirigió a su hotel.  Se cambiaría de ropa y de este modo haría tiempo hasta volver a su hogar nuevamente.

Algo nuevo revoloteaba en su interior.  No quería hacerse ilusiones de que se arreglara su matrimonio, pero al menos lo intentaría.  Conocía muy bien a Daphne y sabía que en la forma de decir algo, ella conocía si era verdad o mentira.  Nunca le había fallado, y ahora era importante y necesitaba que ella estuviese receptiva a escucharle y jurarla por enésima vez, que todo había sido falso, una maniobra de esa mujer a quien  Dios guíe lejos de ellos.  Estaba esperanzado de que al verse frente a frente, ambos empezarían de nuevo.

Niall y Daphne - Capítulo 15 - Cuando lo normal, no lo es tanto

Pero no fue así:  no volvió tampoco aquella noche. Cuando los chicos no estaban en casa, se encerraba en su habitación y rompía a llorar con su fotografía entre las manos.  Le echaba terriblemente de menos y sobre todas las cosas, deseaba ardientemente escuchar su voz y oirle entrar en casa llamándola, como hacía siempre.  Abrió uno de los cajones de su cómoda y ante ella, apareció su "diario " que hacía años había arrinconado.  Repasaba hoja por hoja, hasta que llegó a la última fecha en que dejó de escribir. Y con los ojos húmedos de llanto, comenzó nuevamente a  plasmar en esas hojas, todos los sentimientos que la embargaban.

" Tu ausencia me duele.  Vuelve a dolerme en el alma porque te echo de menos. Te fuiste y aún no has regresado, y presiento que te he perdido.  Sólo quiero verte y oir tu voz y saber que estás bien, que al menos eres feliz con el camino que has elegido.  No sabes el dolor profundo que siento dentro de mi, y quizá no llegues a saberlo nunca. Los chicos han cambiado; te echan de menos ellos también, pero no dicen nada; tampoco hablan conmigo.  Creo que me culpan de todo y lo cierto es que ninguno somos culpables.  Estoy segura que esta situación nos ha llevado a que te has cansado de tu vida conmigo; sé que me quieres, pero te has acostumbrado a mi, y eso no es lo que quiero.  Deseo tu furia de los primeros tiempos.  El deseo que respirabas y que yo respiraba ¿ Dónde ha ido a parar aquella pasión ? Te querré siempre, aunque no estés a mi lado y hayas elegido a otra persona que te acompañe en el viaje.  Siempre te querré y seré feliz cuando tu lo seas "


Cerró el cuaderno llorando amargamente.  En esas palabras daba por hecho que Niall la había abandonado definitivamente, que había tomado otro rumbo.  Ella no sería ningún obstáculo si así lo hubiera decidido, aunque no sintiera ganas de vivir.  Y tenía que hacerlo por sus hijos, aunque la creyeran causante de deshacer la familia, algo que estaba a mil años luz de ser verdad.  Y  llorando abrazada al diario se quedó dormida Y soñaba con él y en sueños le veía reír,   Feliz porque a su lado había otra persona, otra mujer, cuyo rostro se veía  borroso, pero que estaba segura no era el de ella.
Se despertó sobresaltada  y sudorosa, pero recordando las últimas escenas de lo soñado.

¿ Qué estaría haciendo ahora ?  Miró su reloj y comprobó que no era hora de que estuviese ni en el hospital ni en la clínica. ¿ Dónde y con quién estaba ? ¿ Dónde dormía ?  No quería pensar en si lo hacía solo o acompañado.  Sabía que la quería y en tan corto espacio de tiempo, un amor tan intenso no se termina de golpe.  Pero precisamente en esos momentos es cuando siempre surge alguien para consolarte.  ¿ Estaría con Monique o con Margaret o como demonios se llame ?  Más de una vez descolgó el teléfono, pero el buzón de voz saltaba una y ora vez. Lo intentaba  de nuevo sin resultado.  Estaba claro que había pasado página y ya no representaba nada para él.

Esa noche  se desveló y no pudo dormir, sólo llorar quedamente para que nadie la escuchara.  Pero a pesar de sus esfuerzos, sus hijos daban por hecho que algo grave había ocurrido entre ellos y podrían dar por rota la unión familiar.  Tampoco ellos hablaban mucho con ella, y permanecían en casa el menor tiempo posible. Y así pasó una semana infernal para ella.  Necesitaba verle, aunque fuese de lejos y al salir de la productora, se dirigió al hospital, y allí, agazapada en el aparcamiento, le vio salir a su hora acompañado de otros compañeros:  ninguna mujer iba entre ellos.  Se detuvieron en el aparcamiento y siguieron con su amena charla.  Niall se reia abiertamente y de vez en cuando retiraba la mirada de la conversación mirando al infinito.
 Y en una de esas veces, reconoció el coche aparcado de su mujer, pero ella no estaba dentro.

- Será uno igual al de ella - pensó, siguiendo a lo suyo.

Daphne aguardó a que cada uno de ellos se metiera en su coche y se ausentaran de allí.   Ella seguiría su camino, pero al menos, aunque de lejos, le había visto durante unos instantes.   Llamó a su casa a ver si habían llegado los chicos y anunció que llegaría tarde:  Iría a casa de Gerard y Moira.  Necesitaba una voz amiga que escuchase  su tristeza.  No sabía  lo que iba a decirles, puesto que habían ocultado a todos lo sucedido unos días atrás.  No quería echar la culpa a nadie, sólo a esa odiosa mujer que se había entrometido entre ellos.

Y se quedaron  sin habla al conocer lo ocurrido, que ya no vivían juntos y desde hacía más de una semana no habían vuelto a verse.  Era difícil encontrar palabras para justificar todo aquel embrollo:  los dos tenían razón, pero no podían dársela a ninguno.

Daphne posiblemente se tomara las cosas a la tremenda, pero Niall no debió invitarla a comer sabiendo lo ocurrido la vez anterior.  Que seguían amándose no tenían duda, por eso es que Gerard prometió a su cuñada hablar con su hermano y hacerle ver los sentimientos que ella sentía. Más de dos horas permaneció en casa de sus cuñados, pero se hacía tarde y debía estar con sus hijos, que al menos ellos no se sintieran abandonados.  Y al despedirse, recibió los abrazos de Gerard y Moira que tanto necesitaba.  Moira la dijo al despedirse:

- Siempre estaremos aquí. Ten confianza.  Todo esto tiene que pasar
--Gracias.  Siempre es un alivio contar con vosotros.  Me siento bastante sola y no sé cómo abordar esta situación.

Estaban cenando cuando llegó.  Ninguno interrumpió lo que estaba haciendo, ni la dirigieron la palabra. ¿ La culpaban de lo sucedido ?  Ella se sentó en la mesa con ellos, pero no cenó; pretextó que lo había hecho en casa de los tios.  Ni una sola respuesta salio de los labios. de sus hijos, dando por buenas la explicación de la madre.   Al terminar, cada uno de ellos se dirigieron a su habitación, y Daphne se quedó sola.  El teléfono sonó en el silencio de la casa.  Atendió la llamada con desgana

- Dígame - pero un silencio fue toda la respuesta que obtuvo-   ¿ Quién llama ? -, preguntó por segunda vez y entonces es oyó la voz de Niall
- ¿ Ocurre algo ? - la dijo con voz impersonal
- No, nada en absoluto ¿ por qué ?
- Me pareció ver esta tarde en el aparcamiento del hospital, tu coche.  Pensé que podias estar enferma
- Pues ya ves que no.  Todo está bien. ¿ Tú estás bien ?
- Si, si . Perfectamente.  Bueno pues me alegro. Adiós

¿ Adiós ? ¿ Así sin más ?  Se tapó la cara con las manos y comenzó a llorar conpulsivamente.  Se había olvidado de ella y de sus hijos.  Su familia había pasado a mejor vida..

Cuando Niall colgó el teléfono, sentía una opresión en el pecho y un nudo en la garganta.  Su hermano le había llamado por teléfono reclamando la verdad de lo sucedido.

-- Tenemos que vernos urgentemente.  tendremos que hablar de lo que os está pasando. Y ha de ser pronto - le había dicho con voz alterada y preocupada.

 Nadie lo entendía, ni él mismo, cómo habían llegado a esta situación.  Hacía muchos días que no escuchaba su voz y al sentirla ahora,algo se removió por dentro.  Sintió unas ganas tremendas de estrecharla entre sus brazos, de decirla lo que la quería y lo que la necesitaba.  Que era una situación absurda y que estaban tirando por la borda todo lo de mágico que habían vivido.  Era un precio muy alto a pagar por una discusión absurda.  Miró el reloj y comprobó que era una hora avanzada, pero no le importó, se puso su chaqueta y salió resuelto sin saber qué dirección debía tomar.

jueves, 12 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 14 -El silencio por respuesta

Ella le recibió con la mejor de sus sonrisas, tendiéndole los brazos para recibir su abrazo.  Estaban pasando una etapa dulce, muy dulce, después de la tormentosa relación de hacia algún tiempo atrás.  Pero ya estaba todo olvidado, y habían vuelto a ser los amantes esposos de siempre.  Sin embargo Daphne notó algo extraño en el rostro de su marido.  Algo que le preocupaba; no paraba de dar vueltas dejando la ropa que se quitaba en un lado o en otro., como ausente, como si no se centrara en lo que hacía.  ¿ Qué le ocurría ? Estaba algo descentrado y hacía las cosas mecánicamente

Hizo que se sentará a su lado en el borde de la cama, le besó, tomó una de sus manos y dulcemente le preguntó

- ¿ Que ha ocurrido ? ¿ De qué trataba la reunión?  Me estás preocupando; no te veo muy feliz
- Verás, cariño.  Es algo difícil de explicar y para ello he de remontarme a mi estancia en Mauricio, antes de que tu llegaras.

 Conocí a una turista joven, bonita y simpática.  Yo estaba solo, añorándote y dándote por perdida.  Nos enrollamos y mantuvimos una relación íntima. Unas veces dormía en mi casa y otras  yo en la suya.  No estaba por la labor de consolidar nada ya que te amaba profundamente y no deseaba cambiar de forma de vivir.  Ella quería formalizar su vida conmigo, y no necesariamente casándonos,  pero sí viviendo juntos.  Me negué en redondo y eso constituyo un gran disgusto y nuestra separación definitiva.  Un tiempo después, apareciste tú y todo cambió.  Esa chica se llamaba Monique, aunque no sé si era su verdadero nombre.
- Me molesta que no me lo contaras hace tiempo, pero también comprendo que eras libre y necesitabas a alguien a tu lado.  Pero creo que esa aventura no es lo que ocurre.
- Efecrivamente, ese no es el problema.  Seguimos con nuestra vida adelante y felices.  Al regresar a Irlanda, y en el hospital conocí a una magnifica profesional:  Margaret.  Pero  era en realidad  ,Monique. Se trataba de la misma persona, cambiada, tanto que no la reconocí.  Se había operado   su fisonomía totalmente.  Su color de pelo era distinto al que tenía en Mauricio; allí lo tenía corto, y aquí, bueno ya sabes como lo tenía.

Nos causó problemas y bastantes disgustos, pero gracias a que de nuevo se fue con las manos vacías, decidió pedir un traslado.
- Cada vez me tienes más intrigada.  Te juro que no sé  dónde vas a parar.
- Enseguida lo sabrás.  Hoy me pasaron un aviso de que alguien quería verme y estaba en mi despacho.  Entré, pensando que se trataba de alguna paciente.  Pero no era eso: era Monique que había vuelto de nuevo.  En nada se parecía a la estudiante que conocí, ni a Margaret.  Se ha casado con un hombre rico y está en Dublín de paso.  Sólo quería saludarme y saber cómo me iba en la vida.
Después de un largo rato de charla, que no me interesaba, me obligó a que la invitara a comer y así comentaríamos los viejos tiempos.  Pero su propósito no era ese, sino otro muy distinto.  Te llame pretextando una reunión, pero no te dije de lo que se trataba.  Acepté por quitármela de encima, ya que insistía y no sabía cómo hacerlo.  Al final se dio por vencida y nos despedimos.  la dejé en su hotel y yo vine a casa.

Daphne estaba estupefacta con lo que escuchaba. No sólo asombrada por su vieja conquista en Mauricio, sino de las argucias que esa mujer se había servido para hacerse con su marido. Mil ideas pasaban por su cabeza y guardaba silencio porque no sabía qué decir, ni qué preguntar.  Salió de la cama despacio, se puso una bata y se dirigió al baño.  Tenía que refrescarse la cara o iba a estallar de un momento a otro.  Sólo cuando Niall rompió el silencio, no pudo contener la rabia que la invadía , se volvió hacia él y le respondió con frialdad:

- ¿ Lo habéis pasado bien ? ¿ Habéis disfrutado ?
- ¿ Qué ? Acabo de explicarte lo ocurrido. No he disfrutado en lo más mínimo.  Ha sido una tortura escuchar la cantidad de insensateces que he oído de sus labios. He sido sincero contigo; siempre lo he sido.  No nos hemos acostado, si es a eso a lo que te refieres. Te soy fiel, pero veo que no has entendido nada.  O mejor no quieres entender.
- ¿ Qué no quiero entender? ¿Que te hayas acostado con ella y cuando estuvimos juntos jurabas y perjurabas que no había nadie en tu vida.? ¿ Es eso lo que tengo que entender?  Que nos separamos por culpa de ella y que cuando volvéis a veros la invitas a una comida, faltando a tu casa con una mentira ¿ Es eso lo que tengo que entender? Pues no, no lo entiendo y no la quiero cerca de nosotros
- Y no lo está.  mañana regresa a donde quiera que viva.  No te he faltado ni un sólo instante.  Siempre me estás presionando con lo mismo.  Me pones entre la espada y la pared constantemente. Me presionas  siempre

--¿ Qué te amenazo ? ¿ Que te presiono ? Eres tú quien te pones en esa situación.  Eres tú quién ocultas las cosas y mientes. Pero no temas; ya no volveré a presionarte en nada.  No quiero saber nada, y tu tampoco sabrás nada de mi.  Viviremos los dos libremente, haciendo lo que nos venga en gana ¿ Estás contento ? Bien pues creo que no tenemos más que decir.  Buenas noches.  De ahora en adelante dormiré en el cuarto de invitados.  Podrás hacer lo que quieras y con quién quieras. Vuelve a llamarla e invítala a cenar, pero en su hotel, en su habitación, así tendréis más intimidad
- ¡ Daphne... !  No me saques de mis casillas ¿ Hubieras preferido que te lo ocultara?
- Hubiera preferido que no hubieses ido con ella.  Ya sabias a lo que te exponías, pero a ti no te importó en absoluto. Tú posiblemente hayas olvidado el motivo de nuestra anterior separación, pero yo no. Perdoné porque comprendí que no habías tenido culpa en ello.  Pero esta ha sido la segunda vez que se repite la historia, y ya no tengo tanto aguante. Así que, lo dicho. Buenas noches

Salió a prisa de la habitación porque un calor intenso recorría su cuerpo y conocía su reacción.  Sabía que de un momento a otro rompería a llorar, y quizá el corriera tras ella, pero no ocurrió nada de eso. Ni lloró ni Niall fue a pedirle perdón. Se había roto  algo importante en sus vidas, aunque ninguno de los dos lo reconociera en ese momento.
-
Oyó la puerta que se cerraba nuevamente y al poco escuchó el ruido de un motor y el chirriar de unas ruedas al salir a toda velocidad. Ni siquiera se
asomó a la ventana para comprobar que Niall se había marchado.  De golpe sintió remordimiento; él le había contado la verdad de lo ocurrido, o al menos eso pensaba. Pero ella había reaccionado mal. ¿ Acaso tenía que haberlo celebrado?  Era lógico que sintiera rabia. El podía haberse negado y haberlo cortado en el acto.  Creyó que sentía nostalgia de cuando estuvieron juntos  en Mauricio, quizá fuese una llama que no se había extinguido, aunque él creyera todo lo contrario, pero lo cierto es que marcharían cada uno por su lado. Y entonces acudieron a su mente las miles de preguntas que todos les harían ¿ Cómo había sido posible ?  Sus hijos la preocupaban mucho:  estaban en plena adolescencia, y de por si, ya era una edad complicada para hacerla aún más.  Hasta hacía unas horas se expresaban abiertamente ante ellos, se besaban y se abrazaban, demostrando que se amaban por encima de todo.  Sería difícil justificar la decisión tomada.
 Las horas pasaban  y Niall no regresaba, y esa era otra preocupación añadida, ya que la intranquilizaba pensar que podría pasarle algo malo.  Y no volvió ni durante esa noche, ni al día siguiente.  El corazón se le desbocaba de preocupación, y se escuchó respondiendo a las preguntas de sus hijos de dónde estaba su padre

- Tenía guardia por un compañero- les dijo.  A ellos no les extrañó, ya que no era la primera vez que lo hacía.  Llamó a su secretaria, una vez que los chicos salieron para el colegio, y la preguntó si su marido estaba bien

- Si, está operando ¿ Quiere que la llame cuando termine ?
- No, no es necesario.  Anoche no se encontraba muy bien.  No le diga nada; no quiero que piense que estoy preocupada.  Gracias.  Adiós.

Respiró aliviada al colgar el aparato.  Al menos sabía que había pasado la noche en el hospital. Probablemente cuando termine su turno regrese a casa y hablen con más serenidad.

miércoles, 11 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 13 - La verdad absoluta

Niall iba de mala gana y a penas hablaba.  Ya lo hacía ella por los dos.  Ahora se daba cuenta de lo que Daphne pensaba de ella, y comprobaba por momentos que no le faltaba razón.  No le gustaba su compañía y con la imaginación recorrió años atrás, en Isla Mauricio cuando conoció a una turista que a las primeras de cambio se acostó con él.  Lo tomó como una anécdota de tantas, pero para ella no era así. Se enamoró de Niall y  se creyó con derecho a todo, y a pesar de que él le contó la verdad de su situación sentimental, ella no cedió ni un palmo.  Estaba obsesionada y hubo de plantarla cara.


  Luego se encontró nuevamente con Daphne en las circunstancias que todos conocemos y de nuevo, la llama de la pasión por ella, se avivó. Tomó la decisión de hablar con Monique y dejar de una vez esa relación que por momentos se volvía tóxica.  Después de una discusión monumental, ella salió de su casa y de su vida.  Niall partió de nuevo a Irlanda, y de esta manera perdió su rastro.
Cuando Monique, bajo el nombre de Margaret apareció en el hospital, no era la misma ni física ni mentalmente, pero seguía teniendo la obsesion por Niall, a pesar de no demostrarlo abiertamente, salvo en algunos momentos.  Sin duda la cirugía estética había obrado milagros en ella, hasta el punto de sólo recordarle el rostro de otra chica, pero nunca imaginó que aquella chica, era ahora esta reputada médica.

Cambio no sólo su físico, también su nombre y ahora era Margaret, pero igual de siniestra que entonces.  Tuvo mucho que ver en la separación de Niall y Daphne, y fue entonces cuando volvió a desaparecer.   Pero ahora la tenía delante, sofisticada, elegante y bonita.  Se había casado con un hombre mayor que ella de situación adinerada;  pensó que en eso es lo que ella pensaba desde un principio. ¡ Qué estúpido había sido al haber estado  tan ciego y no darse cuenta!  Estuvo a punto de perder a su mujer.  Pero ahora volvía a tener una situación complicada ¿ Cómo explicar la aparición de ella nuevamente? ¿ Cómo convencerla de que su invitación correspondía a quitársela de encima, y no a otra cosa ?  




Y ella seguía hablando de cosas que no le interesaban, y a las que no prestaba atención. Deseaba que aquello terminase cuanto antes, pero también temía el momento en que tuviera que explicar a Daphne el motivo de aquella reunión.  

 En vista de que con él no obtenía ningún resultado, decidió seguir otra estrategia muy diferente a la que había tomado.  Estaba claro que Niall, estaba deseando terminar con aquella comida, de la que no había obtenido el beneficio que ella esperaba, pero tenía en mente algo que si sería un eficaz revulsivo en sus vidas.    Su enigmática intención, era conquistar de nuevo a Niall. Hacerle ver que con ella tendría todos los placeres de la vida, mas aún que con su mujer, que la creía pazguata y remilgada. 
¡ Cuán lejos estaba de la verdad! Pero en sus fantasías demenciales, creía que sólo ella podría satisfacer sus necesidades varoniles, tal como hiciera años atas, cuando la sombra de Daphne aún no se había hecho presente

Niall pensaba cómo podía haber sido que llegase a su excelencia como médico y tan eficiente, pensando de esa forma tan retorcida como hacía.  Probablemente sería una persona normal en el trato con los enfermos.  Sólo su obsesión por él, la hacía alguien algo desequilibrada,  que debería ser  observada más detenidamente.  Afortunadamente, después de casarse, se había retirado de la medicina, por lo que por ese lado estaba más tranquilo, porque no pondría en peligro las vidas de otros seres inocentes.  No obstante, consultaría si debía denunciar su estado en el Colegio de Médicos. No fuera a ser que cometiera cualquier locura.



Monique...  Margaret,  guardaba  un plan B que pondría en práctica antes de regresar al lado de su marido.  Niall no le interesaba en absoluto, sólo buscaba revancha, porque la ponía furiosa que la mosquita muerta de su mujer le tuviera tan encandilado como siempre.  Regresaría con su marido, que a pesar de no amarle la llevaba a los mejores sitios, a los mejores viajes, y vivía como una reina.  No iba a cambiar nada de eso por un amor fallido de juventud, y que nunca había sentido real interés por ella, sino calentar su cama cuando estaba solo. Y entonces fue ella la que decidió dar por terminada aquella reunión, que no había salido como esperaba.

- Está claro que no ha sido una buena idea reunirnos para evocar viejos tiempos ya pasados. Y ciertamente, se fueron y no volverán;  esperaba algo más de ti, pero veo que estás ausente y no te interesa nada de lo que hablo. Creo que es mejor despedirnos y seguir con nuestro camino sin echar la vista atrás

- Es lo mejor que has podido pensar. Nuestro tiempo ya pasó en el que nunca te di esperanza de nada, porque ni yo mismo la tenía.

Después de abonar la cuenta, se despidieron .  Monique le dio dos besos en las mejillas, y él estrechó su mano.  Estaba deseando perderla de vista, y a poder ser para siempre.  Cuando llegase a casa tendría que explicar a su mujer detalladamente todo lo ocurrido y a qué se debía el cambio de su antigua amante..  Debía hacerlo, a pesar de presentir que iba a causarla dolor y tristeza, pero no quería secretos entre ellos; con esa clase de mujer, no.


Y como siempre hacía, Daphne le esperó despierta.  Se había retrasado más de lo que debiera, pero tampoco le dio importancia, pues las reuniones, ya se sabe, conoces cuando empiezan, pero nunca cuando acaban.  Los chicos ya se habían acostado y la casa respiraba paz y tranquilidad. La señora que atendía la casa, también se había retirado a su zona privada; sólo Daphne le aguardaba..


Cuando se despidió de Monique, Niall estuvo  largo rato sentado en el coche, sin arrancar el motor.  Quería respirar el aire fresco de la recién comenzada noche y ordenar las ideas de lo que habría de decir a su mujer, y en qué forma, para que no tuvieran un serio disgusto, que mucho temía iban a sufrir.


Al entrar en casa, miró alrededor buscándola, y enseguida comprendió que estaría acostada, y hacia el dormitorio se dirigió prestamente

martes, 10 de julio de 2018

Niall y Daphne - Capítulo 12 -Viejas amistades

El encuentro con sus antiguos compañeros, fue muy entrañable e hizo que a Daphne se le saltaran las lágrimas-.  Todos querían saludarla.  Todos recordaban aquel rodaje de una chica joven inexperta pero que se comía la cámara cada vez que sonreia.  Lo que ignoraban era la repercusión que tuvo en su vida, hasta llegar al día de hoy.  El director de fotografía no le quitaba la vista de encima, encuadrando constantemente su rostro entre sus manos.  Fue un éxito rotundo que la hizo mucho bien, porque subió su autoestima bastantes enteros.  Cuando llegó a su casa, a solas en su habitación, abrió el diario y comenzó a escribir:


" Hoy ha sido un día feliz en el plano laboral.  Ha sido el primer día, en mucho tiempo, que he pisado mi antigua agencia de publicidad.  He valorado la estima que aún conservan de mi.  Creo que tendré grandes proyectos con ellos en el futuro.  Se lo he de comentar a Niall, que seguro le agradará saberlo "

Y se sentía tan feliz, que deseaba transmitir a toda su familia la alegría que sentía.  Sus hijos daban saltos contentos pensando que tenían una madre que saldría en la televisión anunciando ¿ qué ?


- No precipitaros.  Tened calma - aconsejaba el padre, no tan contento como sus hijos, pero que trataba de disimular ante su mujer.


A Niall no le hacía ninguna gracia ver a su mujer en cartelones enormes en la carretera, o en spots de televisión. No quería ni pensar que en la cabina de algún camionero  también estuviera.  Pero sabía que a ella eso le hacía ilusión y decidió ocultar su opinión. El director de fotografía insistía ante el artístico sobre algún rostro nuevo que impactaría en  la publicidad.  Sería una cara nueva anunciando algo nuevo, y tenia esa cara  Daphne.  Trataron de convencerla e insistieron una y otra vez, hasta que al fin dio su aprobación, con una única cláusula: nada de ligereza en el vestir.  No deseaba que su familia se avergonzara de ella, por no decir de su marido, quién la apoyaba, pero sin mucho convencimiento.



Y los rodajes se sucedieron y al fin tras una semana, su trabajo concluyó con éxito, pero no lo vería nadie hasta que no estuviese montado y por supuesto presentado al patrocinador.  Todos estaban contentos con el resultado.  Todos menos ella, que no se veía como top model.

Hacía tiempo que había perdido su contacto. Margaret había solicitado su traslado a otro centro y a otra ciudad. De vez en cuando volvia a Dublin, pero no volvió a ver a Niall.  Esperaba el momento oportuno para hacer su aparición. Y el momento ocurrió en una ocasión que, yendo por carretera, vio un anuncio enorme del lanzamiento de un nuevo perfume.  Reconoció de inmediato el rostro de la modelo y sonrió sarcástica.  La ocasión la habían pintado calva y esa era la oportunidad, que , sin buscarla, haría que entrara en escena a bombo y platillo.


Había cambiado su fisonomía desde que hacía mucho tiempo pasaba unas vacaciones muy exóticas,  y fue cuando le conoció, aunque él no la reconociera.  Ahora no era rubia ni llevaba el cabello corto.  Habían pasado los años y su apariencia y algún bisturí, habían obrado su magia,.  No era la misma, ni tampoco su forma de vestir; ahora era más elegante, con ropa de renombradas marcas.   Pero ella si le reconoció en cuanto le vio, y se dispuso a recuperar lo perdido hacía tiempo.  Estuvieron a punto de contraer matrimonio, pero...




- Esa endiablada mujer se cruzó en mi camino.  Yo fui la primera.  La que tengo derecho, y se lo haré saber ¡ Vaya si se lo haré saber !


Paró el coche a un lado del arcén y se apeó de él.  En un extremo del cartelón del anuncio, estaba el nombre de la productora y su dirección.  Tomó nota y volvió al vehículo riendo a carcajadas.  Lo que menos esperaría es verla nuevamente.  Seguro que nadie reconocería en ella a la joven rubia platino de otra época no muy lejana,   de esa sofisticada mujer morena, en la que se había convertido a día de hoy.


Terminaba su turno de mañana cuando su secretaria le anunció que le aguardaba en su despacho alguien que quería hablar con él.  Y hacia el despacho se dirigió pensando que sería alguna paciente que deseaba consultarle algo.  Abrió la puerta, y sentada de espaldas estaba una elegante mujer, de cabello con media melena y de color oscuro.  En un principio no la reconoció, pero al fijarse bien en su rostro, los ojos se le abrieron desmesuradamente.  Esa apariencia le recordaba a otra perdida su pista hacía mucho tiempo y  a veces,  al contemplar ese rostro,  otro de alguien conocido  aunque no identificado.




- ¡ Monique ! ¿ Eres tú ?
- ¡ Vaya ! creí que no te acordarías de mi.   También puedes llamarme Margaret, es más reciente.   Ha pasado mucho tiempo desde entonces.  Bueno, mas o menos
- ¿ Qué quieres decir?  Hace mucho que te perdí la pista En Mauricio quedó todo claro,  aunque nunca sospeche que tú y Margaret fuérais la misma persona.  Has sido muy hábil
- Yo sin embargo te he seguido muy de cerca, aunque luego, si estuve unos años sin tener noticias tuyas.  Pero ya ves, la vida te brinda oportunidades, y yo he tenido la mía en el día de hoy.
- Y bien ¿ Qué deseas?
- ¡ Verte !, por supuesto.  Saliste muy deprisa de la isla y sentía curiosidad por saber  el por qué.  Después aquí, no quise interferir, al menos en un primer momento.  Se te veía muy feliz, pero al mismo tiempo deseaba reclamar lo que era mio.  Me echaste con cajas destempladas y eso es lo peor que puedes hacer a una mujer dolida 
- Te dejé una carta explicándolo.  Además tu sabías perfectamente lo que me ocurría.  Nunca te oculté mis sentimientos hacia ella. Mi hermano vino a buscarme y ..,.
- Está bien, no me recuerdes que fui derrotada por una chiquilla insulsa y anodina.
-Te ruego no faltes al respeto a mi mujer
- Lo sé. Y he comprobado que la gallinita joven, ha sacado los pies del plato, y ahora es una famosa modelo publicitaria. ¡ Quién lo iba a decir ! 
- ¿ Estás aquí por alguna consulta médica ? porque si no es así te rogaría que lo dejáramos en este punto.
- ¿ Ni siquiera vas a invitarme a comer por una vieja amistad?  Te recuerdo que juntos lo pasábamos bastante bien. ¿ No deseas repetir la experiencia?
- No, Monique.  Estoy felizmente casado con el amor de mi vida y tú lo sabes
- No creo que vaya a regañarte si le cuentas que nos hemos visto y hemos recordado viejos tiempos. Anda... Invítame a comer.. ¿O es que te tiene dominado?

Niall no sabía cómo quitársela de encima, y pensó que la mejor manera de hacerlo era llevarla a un restaurante  y comer juntos.  Llamó a Daphne y le dijo que no le esperase que tenía un compromiso y que más tarde se lo explicaría.  Monique sonrió satisfecha.  Acababa de tener un primer encuentro con su enemigo.


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