lunes, 29 de octubre de 2018

La Dama de la rosa - Capítulo 22 - Una niña preciosa

Impacientes entraron en la habitación.  Perl gimoteaba llamando a su mamá, mientras una enfermera trataba de calmarla.  Connor desde la puerta  contemplaba aquel cuerpecito,  menudo que lloraba extendiendo sus brazos a la madre que también lloraba de emoción.Ambas permanecían abrazadas.  La enfermera salió de la habitación dejandoles a solas.

- Ya cariño, ya estoy aquí.No me iré, estaré contigo.
- Mami me duele la cabeza
- Lo sé mi amor, pero no pasa nada enseguida se te calmará. ¿ Por qué te tiraste del columpio cuando jugabas?
- Una niña me gritaba que no tengo papá, que nunca viene a recogerme
-.¡ Oh cielo ! pero tu sabes que eso no es verdad.  Todos tenemos un papa y una mama.  El tuyo está trabajando muy lejos, pero ya verás como algún día te recogerá en el colegio.  No hagas caso a esas niñas que no saben nada de nada.

Besó su frente y acariciándola la niña entornaba sus ojos para dormir.  El calmante comenzaba a hacer efecto.  Anya no dirigió la mirada hacia Connor que había escuchado la queja de la niña.  Estaba allí, de pié en el umbral de la habitación y ni siquiera se atrevía a ir al lado de su hija. Le emocionó lo que dijo y pensó que sería un choque algo fuerte para ella.  No sabía lo que hacer..  Había   escuchado el diálogo entre madre e hija, y la emoción atenazaba su garganta al escuchar la tenue voz de la niña explicando a su madre el porqué se había  tirado  del columpio, para enfrentarse a esa estúpida niña.  ¡ Cómo recuperar el tiempo perdido ! Ni siquiera sabía que la estaba viendo en ese momento; que la estaba escuchando cómo se había lastimado por defenderle cuando nunca le había visto y ´el,  no conocía su existencia.  Nunca imaginó que aquella noche, la última que estuvo con ella, tuviera tanta repercusión en sus vidas, en la de los tres.  Porque ahora que la había conocido, era imposible no quererla y no contarla que su padre había venido a verla, que estaba allí para cuidarla y protegerla.  para que nunca nadie se vuelva a burlar de ella.

No podía permanecer al margen y avanzó unos pasos, hasta Anya, que  se dió cuenta de que él estaba allí. Seguramente había escuchado lo dicho por la niña ¿ Cómo reaccionaría ?  Ella tenía los ojos húmedos después de conocer el motivo de su accidente.  Connor se arrodilló al otro lado de la cama y tomando la mano de la niña la dijo a sabiendas de que dormítaba

- Bien ¿ no querías que viniera, pues aquí estoy. y no voy a marcharme nunca.  Y te llevaré y recogeré del colegio para que tus amiguitos vean que si tienes un padre que te quiere.
-¿ Tú eres mi papi? - le dijo la niña adormilada
-Si, lo soy
- ¿ Por qué has tardado tanto ? - respondió.  El no supo que responder y entonces fue Anya la que acudió en su ayuda
- Sabes mi cielo, papa es músico igual que quieres ser tu de mayor. Es de esos músicos que dan conciertos y tienen que viajar a otros países y no pueden estar con sus hijitos, pero les quieren mucho, como papá a ti
.- ¿ Tú eres músico ? - le dijo la niña sonriendo y a Connor se le disparó el corazón
- Si lo soy y cuando te pongas buena, te enseñaré a tocar el piano
- ¿ En serio ?
- En serio- respondió el
- Mami, ¿papá es el señor importante que me dijo mi hada?
- Si cariño, es él.

La niña de pronto abrió los ojos clavandolos en él. Ya no quería dormir, ya no la dolía nada.  Su papa estaba allí con ella   Comenzó a charlar con ella y al cabo de un rato, se quedó dormida.  Aprovecharía ese momento para hablar con Anya.  Estaba dolido, emocionado y enfadado, todo ello en uno. Ni la niña ni él  tenían culpa  y sin embargo estaban pagando las consecuencias

-¿ Y crees que yo no las he pagado?  Era una situación nueva para mi y estaba sola, completamente sola, sin nadie a quién recurrir ni que al menos me dijera cómo tenía que cuidar a mi hija.  recuerda que os llamé, a todos, pero nadie respondió.  La culpa es de un cúmulo de circunstancias.  Además estás casado ¿ cómo crees que puedo decirte algo así ? Rompería tu matrimonio
- Mi matrimonio está roto y acabado desde hace mucho tiempo.  Yo no supe nada, de lo contrario  ¿crees que te hubiera dejado sola ?

- ¿ Me hubieras llevado  a vivir a tu casa con tu mujer?  No seas iluso. Las cosas pasaron así porque tenían que suceder.
- Ahora ya lo sé todo ¿ Qué vamos a hacer ?
- Yo seguir como hasta ahora, desde luego
- Pero ya no puede ser.  No es lo mismo.  Tengo algún derecho.  Quiero ver y estar con mi hija.  Me he perdido muchas cosas de ella, pero ahora quiero estar presente en su vida
-  Nunca te negaría el que la vieras.  Puedes hacerlo siempre que quieras. Además ahora te ha conocido.  La has contado historias y eso es importante para su mente infantil.  No sería capaz de separaros, pero ¿ y tú ?   Tu vida lleva otro camino distinto al nuestro y ella no va a comprenderlo.
- Pues hagamos que lo vea. A propósito ¿ que son esas fantasias de un hada ? ¿ Tiene algún amigo invisible?
- No en absoluto, tiene visitas nocturnas.  Las mismas que tuvimos nosotros hace años
-¿ Me estás diciendo que ...?
. Si, lo que estás pensando
- No sé que quieres decir, pero me opondré a todo lo que haga sufrir a mi hija
- No sufre por ese motivo, al contrario no la perturba en absoluto.  ¿ No crees que también es mía ? Además,  -no sé si estás convencido de  que eres su padre..  Puedes pensar perfectamente que he estado con otro hombre,  que me dejó preñada y quiero hacer ver que es tuya
- Pero yo sé que no es así.  Que no ha   habido ni hay nadie en tu vida, nadie más que yo.  Y que esa niña es mía lo mismo que lo eres tú.  ¿ Qué nos pasó ? ¿ Por qué fuimos a Londres? Vivíamos plenamente felices en el campo sin complicaciones. Nos teníamos el uno al otro, y por el dichoso trabajo de cada uno, nos distanciamos y termino con lo nuestro que fue y es muy especial.  Fuimos estúpidos y torpes, a partes iguales los dos.  Debimos defender nuestro amor contra todo y lo perdimos sin darnos una tregua.  Te sigo amando como en aquel entonces, y ahora además tengo por lo que luchar por ti y por ella.  Volvamos a darnos otra oportunidad.  Casémonos e iniciemos una nueva vida.  Renunciaré a los conciertos y volveré a trabajar en casa como antes y estaremos los tres juntos siempre.  Cuando hable con mis padres esta noche, se lo contaré todo.  No quiero más secretos entre nosotros ¿ Qué me dices ?
- No puedo contestarte ahora.  ha sido todo muy rápido.  Esta mañana estaba dispuesta a contártelo todo, pero las cosas se han precipitado y ahora no soy capaz de razonar
- Pero ¿ me sigues queriendo? ¿ Me quieres como para estar juntos siempre? ¿ Cómo para darle un hogar a nuestra pequeña e incluso aumentar la familia ?
- Corres mucho y muy aprisa.  Tengo que meditarlo; referente a la niña, te lo he dicho podrás verla siempre que quieras, pero lo nuestro...  es más difícil
- No lo es si nos seguimos queriendo.  Te lo repito por segunda vez ¿ me quieres ?

Anya bajó la cabeza y apretó los labios para no dejar escapar la respuesta que tenía en la boca.  Siempre le había querido, con tanta fuerza que la ahogaba .  Pero él había amado a otra mujer de la que dice se ha separado.  ¿En verdad la sigue amando o es una excusa para no estar solo.?  Tenía que pensar en ello.  Todo había ocurrido de forma acelerada, de improviso , y por un lado el si quiero se le escapaba, pero por otro, pensaba que ahora no estaba sola, que había una personita que pagaría las consecuencias si lo de ellos no funcionaba.  Estaba nerviosa.  Daba vueltas y más vueltas sin decir nada porque estaba asustada.  No esperaba que ese día terminara de la forma que lo estaba haciendo: su hija en el hospital, Connor a  su lado sabiendo que es el padre de la niña, y al mimo tiempo pidiéndola en matrimonio.  Tenía que pensarlo, pero su corazón fue mas rápido que su cerebro y precisamente por su hija, porque añoraba a su padre, abrió los labios y dijo

- Si

No pudo decir más porque unos brazos fuertes que tanto había echado de menos la rodearon y unos labios ansiosos, sellaron los de ella.

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