lunes, 19 de abril de 2021

El jefe - Capítulo 11 - La madre

 Poco a poco fue tomando el pulso a su tarea y, se mostraba satisfecha. El jefe también debía estarlo, puesto que no le había llamado la atención. 

En unos días cumpliría un mes de su entrada  a ese trabajo. Su trato con Anthony, en nada había cambiado. Él se mostraba en plan jefe y ni siquiera una sonrisa se intercambiaban.

Comenzó a viajar con frecuencia a Irlanda, pero nadie sabía el motivo de ello. Era algo perteneciente a su vida privada y eso era top secret.

Hubiera deseado que se mostrara con ella más simpático, como lo fue en la primera ocasión que trabajó para él, pero sin duda, era rencoroso que no admitía que alguien no aceptara sus proposiciones.

 Había algo que deseaba consultarle y se decidió a pedir "audiencia" antes de que emprendiera uno de los viajes que, semanalmente hacía.

Por su cabeza se cruzó la idea de que seguramente viajaría porque al fin había encontrado su alma gemela y le pondría como condición pasar los fines de semana junto a ella. Era lo lógico, si es que se trataba de eso.

Pulsó el interfono y le respondió la voz seca a la que ya se había acostumbrado:

— Si 

— Perdone si le interrumpo pero quería consultarle algo referente a un dosier.

— Bien, pase. Pero sea breve. He de tomar un avión

Ella cogió la documentación que quería consultar y entró rápidamente. Lo que menos deseaba es que perdiera el vuelo por su culpa.

— Siéntese y sea lo más breve posible.

— Desde luego. Se trata de este inversor. Le veo con posibilidades de que aumente sus inversiones. Sería conveniente que hablará con él a la mayor brevedad posible. Creo que está en contacto con otra financiera

— Yo no puedo. Encárgate tú

—- Pero es que yo …

— Es tu trabajo. Sabrás mejor que yo argumentarle, así que lo dejo en tus manos. ¿ Algo más ?

— No, de momento no.

— Lo siento, pero he de irme.

— Claro, claro.

Se levantó nerviosa y salió del despacho, bajo la atenta mirada de él.

— ¡ Me ha tuteado ! — se repetía asombrada. Era la primera vez que lo hacía después de tanto tiempo. Pero seguía sin mostrarse accesible como antes. Se había colocado en un plano  muy distinto, levantando una muralla de difícil traspaso.

Echaba de menos aquellos encuentros en que se mostraba simpático y elocuente. Ahora la dedicaba cuatro palabras y además secamente.

Una mañana, hacía poco  que habían entrado a trabajar,  cuando reclamó su presencia en su despacho. Entró de inmediato, pero le notó más nervioso de lo habitual y su rostro estaba tenso y hasta algo pálido. No sería por alguna metedura de pata que ella hiciera. Pero pronto supo la verdad de su alteración:

-— Dejo en tus manos todo lo pendiente. Si necesitas refuerzos habla con Recursos Humanos. He de salir de viaje y no sé cuando regresaré. No deseo llamadas a no ser que el edificio esté ardiendo. Si es por algo pendiente... algún trato a cerrar, dejadlo en suspenso hasta que regrese. Por cierto no sé cuándo será.

— ¿ Ocurre algo ? — le preguntó alarmada

— Si. Para mi muy grave. Es algo personal. No es nada referente a la empresa; no os alarméis. No deseo que lo divulgues. Como he dicho es personal. Mi madre está muy enferma

— ¡ Oh Dios mío ! Esté tranquilo. Nadie lo sabrá por mi. Me gustaría poder tener noticias, si no le importuno. Me ayudó cuando mi padre y sé lo que se siente. Si puedo hacer algo...

— Gracias, pero nada puede hacerse. Tiene una enfermedad incurable y está en su fase final. Así que...

— Lo siento. Lo siento mucho. Le deseo suerte.

— Gracias, y ahora me voy. No sé cuándo volveré. Por favor, no digas nada. No me gustan las compasiones.

Ella se quedó paralizada y con la responsabilidad a su espalda de "defender el fuerte". Al menos podría contar con Recursos Humanos. Recordó la angustia que sintió en el aeropuerto  y la presencia de él ayudándola. La gustaría devolverle el favor, pero lo rechazaba todo; quería silencio. 

No sabía si podría llamarle. Era ¡tan especial...! Quizá alguna llamada rápida. O quién sabe si llamaría a Recursos Humanos y a través de ellos sabrían algo.

Por haberlo vivido no hacía demasiado tiempo, sabía las horas de angustia e incertidumbre que le tocaría vivir. Nunca hablaba de su familia; era un gran desconocido, al menos para ella. Aunque suponía que con los más íntimos si se sinceraría.

De repente sintió lástima, y comprendió porqué todas las semanas viajaba a Irlanda. Y también porqué iba en el mismo vuelo que ella cuando murió su padre. Iría a ver a su madre ya enferma. Ahora entendía muchas cosas. No había novia ni nada que se le pareciese. Se estaba despidiendo de su madre.

Se sentía preocupada por él. Le importaba, a pesar de todo. La hubiera gustado que se hubiera sincerado con ella, y encontrar las palabras que le dieran fortaleza. Suponía las horas amargas que tendría hasta que llegara a su casa. Si este era un viaje repentino, es porque estaba grave y no podía esperar al jueves, que era cuando normalmente viajaba. Esperaría lo peor, aunque no supiera que lo peor sería después, cuando ella se hubiera ido.  Presentía que tenía algo en su interior que le alejaba de su familia y que sin embargo le unía más a su madre. A pesar de su aparente frialdad, seguro que estaba deseando llegar y temiéndolo a un mismo tiempo.

Al día siguiente se pondría en contacto con Recursos Humanos a ver si pudiera sonsacar a Henry alguna noticia. Había dicho que le llamara a la hora que fuera, pero eso era para asuntos del trabajo; a eso se refería, pero no para interesarse por cosas personales: lo había dejado muy claro. Y sin embargo presentía que le haría bien escuchar una voz amiga. Ella lo supo al morir su padre.

Estaba en una encrucijada. No sabía lo qué hacer. Por un lado estaba su obligación como empleada, pero sobre todo como persona por la que comenzaba a sentir algún interés, es decir, hacía tiempo que ese sentimiento se abría paso en su vida. Y también como reconocimiento a lo que él, en su día hiciera por ella.

Era una difícil decisión. Si le llamaba y él no  entendía el por qué lo hacía, lo mismo se enfadaba y se ponía hecho un basilisco. No terminaba de entenderlo; para ella era un enigma imposible de descifrar.


RESERVADOS DERECHOS DE AUTOR / COPYRIGHT

Autora< rosaf9494quer

Edición< Abril 2021

Ilustraciones< Internet

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