miércoles, 16 de octubre de 2019

Pobre niña rica - Capítulo 10 - Confidencias en la noche

Me llevaba casi arrastrando hacia el coche.  Le notaba como enfadado y no sabía por qué. A penas comenzaba la noche y nosotros a pasarlo bien  Algo debí decir o hacer que le molestó y quería saber por qué esa reacción tan extraña.   ¿ Me comporté fuera de lugar ? ¿ Dije algo que le ofendió ?  Estaba desconcertada ¿ Es así como se comportan todos los hombres, o es que éste es un excéntrico que hay que hablarle sopesando las palabras?   Me estaba divirtiendo y experimentando algo nuevo que me agradaba.  No pensaba renunciar a ello.  Me paré en seco antes de llegar al coche, y dije rotundamente

- No .  No quiero irme aún. Márchate tú si tienes prisa. Es temprano y además  ¿qué demonios he hecho para enfadarte tanto ?
- Aún no lo has hecho, por eso quiero evitarlo.
- No te entiendo.  Eres complicado para una chica tan simple como yo. Dímelo claramente, sin tantos rodeos. Resulto aburrida en extremo ¿  es eso ? Pues dímelo sin ambages. He de aprender a comportarme. Has sido mi primera cita, y francamente no te entiendo.  Pero también sé que no soy alguien divertido, y seguro que echas de menos a tus amigos más ocurrentes.  Yo todo lo que puedo contar es sobre mi, y no es divertido precisamente.  En fin, tienes razón.  Llévame a casa.

Aún recuerdo la mirada que me echó que no sabría descifrar ¿ era enfado? ¿ perplejidad? ¿ asombro ? No lo sé, sólo que después de arrancar el coche, dió un volantazo y cambió de ese modo la dirección del coche.  Íbamos deprisa, más de lo debido. No entendía nada, pero tampoco quise insistir más en que me explicara lo que hice mal.  Guardé silencio.  Miraba por la ventanilla mascullando para mis adentros lo complicada que es la vida aquí fuera.  Y es que hasta hacía poco había estado resguardada de todo y por todo.  Mis comienzos en esta nueva vida, no estaban siendo tan simples como creí.  Quizá fuese yo quién lo complicaba . De repente dio un frenazo y aparcó el coche. Volviéndose hacia mi, hizo que volviera el rostro hacia él.

- Escúchame.  No has hecho nada malo, pero yo no quiero hacerlo, y estoy seguro que lo haría si siguiéramos por este camino. Me has besado, te he besado y no sé tú, pero mi cuerpo ha respondido de inmediato, y no puede ser, contigo no.
- No  entiendo lo que dices ¿ qué te ha pasado?
-No insistas. No me puedo creer que seas tan ignorante hasta ese punto.  Que no sepas lo que ocurre entre un hombre y una mujer

Entonces caí en la cuenta.  Efectivamente no sabía mucho de relaciones entre los humanos de distinto sexo.  Me quedé callada mientras él ponía nuevamente el coche en marcha. Imaginaba lo que le ocurría, pero no me explicaba lo que me ocurría a mí también.  esa sensación extraña que me nublaba la cabeza y desatendía las voces interiores que me avisaban del terreno que estaba pisando, pero no me importaba.  Por primera vez en mi vida, mi naturaleza se ponía en pié y reclamaba algo que nunca había sentido y   que la proximidad suya me provocaba.  Recordé a Meredith y lamenté no tenerla cerca para que me explicara si lo que estaba a punto de suceder era correcto o no. No había recibido ninguna lección sobre sexualidad, hasta ese punto estaba desorientada. ¿ Debía dejar que mi organismo hablara por mí ?
El  miraba al frente con gesto hosco y las mandíbulas contraídas  Yo seguía  sin saber qué decir y qué hacer.  Me sorprendí a mi misma al escuchar las palabras que salían de mi boca, sorprendiendo a William que me miraba asombrado

- Nunca he estado con un hombre, si es eso lo que te preocupa. Ni siquiera me dieron alguna lección sobre ese tema. No sé qué es lo correcto.  No lo sé, pero quiero hacerlo y que seas tú mi primera experiencia.  No quiero ni pensar estar en esta situación con otra persona que no seas tú, porque en tí confío.  Se que no me harás daño, que te comportarás bien
- Pero ¿ en serio sabes lo que me estás pidiendo? Por ser tu primera vez, te haré daño físicamente y eso debieran habértelo advertido.  Estás en un peligro constante.  Puedes dar con algún desaprensivo que en verdad te lastime.  Creo que debes pensarlo antes de hacerlo, porque después ya no habrá remedio.
 Creo que mejor será dejarlo para otro momento.  Habla con alguien de tu confianza, de lo que estás sintiendo y de lo que deseas.  Infórmate y si después de ello persistes, llámame.  Quiero ser leal contigo, igual que lo has sido conmigo: no soy una persona adecuada para tí.
- ¿ Por qué dices eso ? ¿ Tan grave es lo que he dicho?
- No, no lo es.  No es nada grave si eso te tranquiliza.  Eres demasiado inocente e incauta. Hazme caso infórmate.

Me dejó a la puerta de casa. Yo no entendía nada;  algo terrible debía ser que he estado a punto de hacer porque de lo contrario no estaríamos viviendo esta situación tan anómala.  Siempre había escuchado que una simple insinuación, le bastaba a un hombre para llevarse a una mujer a la cama.  pero esté no había sido el caso; no lo insinué, sino que se lo pedí abiertamente y fui rechazada.

Esperó hasta que Else abrió la puerta,  y se despidió. Ni una palabra de más sólo " hasta pronto ". Me dejó muy confundida y le vi meterse en el coche y perderse en la noche.  pero no se fue muy lejos, aparcó para  hacer una llamada .  Y una voz respondió al otro lado

-¿Quién llama ?
- Nora soy yo.  Necesito verte
- Déjalo para mañana, hoy no me encuentro muy bien.
- Escúchame no quiero nada más que hablar contigo.  te prometo que seré breve
- No hagas promesas que no estés dispuesto a cumplir.  Habíamos quedado en pasar el fin de semana juntos y me has dado esquinazo
- Lo sé.  Debí avisarte antes, pero no he podido eludir un compromiso
- Sabes que no estoy a tu disposición, sino por el contrario tú a la mía.  Quiero que quede ésto muy claro
- De acuerdo.  Lo está. ¿ Voy o no ?
- Que no se repita, de lo contrario....   Bien, puedes venir.

Colgó el teléfono malhumorado. Sabía cuál sería el final de la entrevista, y no le apetecía nada, a pesar de todo, o precisamente por todo lo que había sucedido, en la última parte de su cita con Beth.  Tenía que cortarlo, cuanto antes y no tenía más que dos opciones ocultarlo para siempre o decir la verdad, algo que no estaba dispuesto a hacer.  Pero también tenía otro frente abierto:  Beth.   La imaginaba en la cama con un cincuentón de los que seguramente andarán detrás de ella para conquistarla, a sabiendas de que sólo buscan su posición y presumir de que se habían acostado con una de las mujeres más ricas del país y joven. No quería ni pensar en ello. No sería suya, pero tampoco de otro que no la hiciera feliz.  Tenía que cambiar radicalmente de vida. Se lo diría a su hermano, pero Henry estaba involucrado por su amistad entre ella y Meredith, no podía decirle nada.  El conocía las dos caras de la moneda y seguro que no lo aprobaría.  Tenía que pensar mucho en   lo que con tanta sinceridad le había contado aquella mujer poderosa, pero tan indefensa en su vida privada.

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