sábado, 19 de octubre de 2019

Pobre niña rica - Capítulo 17 - Amor imposible

Repasó ligeramente su peinado y su maquillaje, se perfumó y esperó la llegada de su extraño admirador.  Se encontraba algo nerviosa por la situación creada, pero al mismo tiempo la excitaba  el vivir algo que nunca había imaginado.  Desde su declaración de amor de William, nunca había escuchado de labios de un hombre la admiración que Michael había expresado.  Y es que su figura imponía a cualquier muchacho que se acercara a ella.  Era demasiado joven para ser tan poderosa y ese concepto creaba un halo a su alrededor de inalcanzable.  Pocas veces salía si no era para una cena o reunión de negocios.  Conocía las miradas que la dedicaban algunos hombres, todos casados por lo general, pero imponía respeto y nunca tuvo ni siquiera una insinuación. Así que todo ésto con Michael era una novedad para ella y quería averiguar hasta donde llegaría.


Unos suaves golpes sonaron en la puerta de su despacho mientras terminaba de firmar unas cartas.  La secretaria iba a informarla que tenía una visita, pero no llegó a terminar la frase, cuando él abrió de par en par la puerta y entró.  Y de nuevo la mirada del hombre posada sobre su figura con admiración. Ella bajó durante un instante la cabeza, incapaz de resistir la mirada de él.  Estaba desconcertada ¿ qué perseguía Michael ?  Dicen que el gato escaldado del agua fría huye y eso es lo que ella sentía:  prevención  Sencillamente, ni entendía, ni quería creer que esa rendida admiración fuera sentida en realidad por aquel apuesto hombre que tenía frente a sí.
 Pero no pòdía evitar sentirse halagada. "No te confíes, puedes salir dañada de esta aventura."

La resolución de él la hacía dudar y desconfiar, pero también repasaba mentalmente los informes y seguía sin comprender su forma de actuar.  A modo de saludo, dijo

- ¿ Nos vamos ?

A ella la hizo gracia esa manera tan poco británica que tenía de hacer las cosas, era más bien tipo americano:  derecho al grano. Y Elizabeth esgrimió una sonrisa y aceptando con la cabeza.  Al bajar en el ascensor  Michael la miraba silencioso pero satisfecho, y ella estaba nerviosa sin saber qué comentar para entablar, al menos una conversación, pero las ideas se habían borrado, tenía la mente en blanco y él seguía mirándola.

El breve momento pasado en el ascensor la tenía tensa, pero al sentir que habían llegado al vestíbulo respiró.  El la ofreció su brazo que ella aceptó sonriendo

- ¿ De qué te ríes ?
- No tiene importancia, solo que eres muy ceremonioso y con buenos modales, algo que la mayoría de los hombres ya no practican con las mujeres
- Es que tu no eres cualquier mujer, tú vas a ser la mía
- Oye, creo que por ahí no va la cosa.  He aceptado tu invitación por cortesía, pero no tengo el más mínimo interés en tener una relación ni contigo ni con nadie.  Creo que has marcado el número equivocado.
- Díscúlpame si te he ofendido, no ha sido esa mi intención,. sino mi propósito.  Te lo he dicho muy claramente.  Aspiro a ser tu marido esa es mi aspiración, y sé cuál es la tuya pero ¿ en serio crees que vas a lograrlo?  Te pondré el mundo a tus pies, lo que quieras. Mi propuesta no es algo que se me haya ocurrido una noche en que estaba desvelado, hace mucho que me enamoré de ti, desde que te ví en una entrevista en una revista.  Algo hizo que me fijara en tí, y aún no me lo explico, porque no suelo leer ese tipo de revistas.  Pero en ese momento despertaste mi curiosidad, y traté de desecharte de mi vida, hasta que me dije : " ve y conócela, esa será la única forma de que estés en paz "  y aquí estoy, pero no tengo paz, me la robaste de nuevo en cuanto te ví. Sé que es difícil de creer máxime a mi edad, pero así ocurrió y espero que se convierta en realidad, porque te quiero, te necesito a mi lado.
- Reconoce que es una locura. Supongamos que así fuera; tú vives en otro continente y yo aquí   ¿cómo se conjuga eso en un matrimonio?
- Muy sencillo, trasladándome a Europa, en definitiva éste es mi pas
-¿ Y tus negocios?
-Al diablo los negocios : los tengo más por entretenimiento que por otra cosa´
- No te creo. Mantener un negocio cuesta mucho esfuerzo y trabajo y no se deja como quién deja de fumar. ¿ Y la gente que trabaja para tí ?
- Seguirían trabajando. Tendría una Junta que seguirían gobernando la empresa; yo asistiría de vez en cuando para dar el visto bueno y con eso sería suficiente.  Tengo mi dinero propio, no necesito el negocio para vivir.  Fundé esa empresa por aburrimiento, después de mi divorcio

- ¡ Estás loco ! No te creo, estás de broma
- En algo tienes razón. Si estoy loco, pero es por tí y creo que te lo he dicho más veces. Te debo una amplia  información sobre mí, así que elige el lugar y el momento para hacerlo
- Me aturdes un poco. Eres muy dinámico y directo.  Todo lo contrario a mi. Creo que lo mejor es que de momento vayamos a tomar un aperitivo y después a cenar.  Del resto ya hablaremos

Por mucho que la dijera, creía a pié juntillas que la estaba gastando una broma, no era posible que existieran personas tan alocadas como este hombre y eso la divertía, pero a la vez le daba miedo.  Y el tema no lo volvieron a tratar durante la cena ni en la sobremesa, pero Michael sacó su mejor cara durante la velada:  era divertido ocurrente y muy galante. Y Elizabeth rió aquella noche como hacía años no lo había hecho, y poco a poco su preocupación iba remitiendo.  Y pasaron  aquella su primera noche entre risas agradables.  Necesitaba alguien a su lado que la distrajera de las preocupaciones de su cargo, y justo acababa de encontrarlo

Dieron un largo paseo hasta llegar a la casa de ella.  Había sido una noche espléndida y muy divertida.  No la importaría repetirla de nuevo, pero él partiría en poco tiempo, y con él la anécdota de su presencia en Londres.  Y esa partida llegaría en pocos días.

Se vieron a diario mientras él permanecía en Inglaterra, y fue en su última noche en Londres, donde quiso ponerla al corriente de lo que había sido su vida hasta conocerla .  No se atrevía a dar un paso más allá, a pesar de que lo deseaba enormemente.  Tardarían mucho tiempo en verse, pero no quiso asustarla insinuando que subiera a la habitación de su hotel, pero debía contarle su vida, y para ello eligió un terreno neutral: pasearían mientras él la ponía al corriente de todo lo que había vivido.

- Me educaron en uno de los más prestigiosos colegios ingleses hasta entrar en la universidad.Cursé la carrera de derecho que nunca ejercí.  Era hijo único y muy mimado, con eso quiero decir, que mis caprichos eran órdenes para mis padres, y uno fue recorrer el mundo durante un año.  Por mucho que mi padre insistía  que acudiera al bufete, yo puse como condición esa: conocer otros mundos y otras gentes´.  Ellos aceptaron, pero con la condición de que me valiera por mi mismo.  Eso implicaba que no recibiría ni un chelín de su parte. Y  representaba un reto para mí así que recogí el guante, y sólo Dios sabe las veces que me arrepentí de haber aceptado tan alegremente.  Hubo momentos en que pasé hambre, pero al cabo del año, regresé a casa conociendo medio mundo y a sus pobladores, y supe que no todo en la vida es el dinero, sino que existen otros valores más importantes, y que los seres humanos cuanto más humildes, mejores personas son.  Me hice amigos con los cuales, aún nos escribimos de vez en cuando. Y a pesar de ser joven, las fantasías que a esa edad se tienen, habían volado de mi cabeza y me había hecho más reflexivo.
- ¡ Vaya !   Hiciste el camino inverso al mio.  A mi me cuidaron entre algodones; estaba destinada a los negocios.  ¿ Qué hiciste después ?
- Pues lo cierto es que mi vida se serenó bastante.  Trabajé en el despacho de mi padre, por lo que me mantenía por mi mismo.Comencé a alternar en los círculos de la gente "bien" y pronto me enamoré de Alice y creí que sería para toda la vida.  Estuvimos casados durante cinco años, no tuvimos hijos.  Nos queríamos, pero poco a poco  nos fuimos distanciando hasta que de común acuerdo ambos decidimos tomar caminos distintos.  Y así lo hicimos; a los dos años de nuestra separación, ella se volvió a casar con un amigo común, y yo no quise repetir la experiencia y me dediqué a vivir la vida. Mantenemos una estrecha y excelente relación, es como si fuera una hermana para mí. Mis padres fallecieron ambos en el transcurso de cuatro años, y en esos momentos, Alice me ayudó mucho.
Un día esperaba en la sala de espera de un aeropuerto para hacer una escala y me aburría, porque el tiempo era largo.

 En una mesa vi una revista y sin mayor interés comencé a pasar sus hojas .  Me detuve, en un artículo que encabezaba con el pomposo nombre de " La mujer del año ", y ahí estabas tú con tu sonrisa, y tu precioso rostro. Comencé a leer lo que allí ponía, pero una y otra vez volvía a la fotografía.  Cuando llamaron para embarcar, la llevaba conmigo y no paré de contemplarte durante todo el viaje.  No tiré al revista a la basura, sino que la conservé;  te habías convertido en una obsesión, hasta que decidí conocerte personalmente, si en realidad eras tan bonita como se te via en la foto y tan extraordinaria como detallaban.  Y ciertamente personalmente así eres.  No sabía el tiempo que me iba a llevar localizarte y dejé  encargado del despacho a mi gerente, así que puedo estar unos días como si fueran unas cortas vacaciones.   Y ahora quiero saber la verdadera historia de tus labios, sin adornos tal y como ocurrió todo.
-Es justo, pero vayamos a un lugar tranquilo en donde podamos hablar con tranquilidad, porque mi historia es larga. Vayamos a tu hotel,porque francamente estos zapatos me están matando

Ambos rieron ante la salida de ella y  Michael estuvo de acuerdo. Permanecerían en un salón y sin prisas ella abriría su corazón.  Y así lo hicieron, se instalaron en una sala más reservada del resto y él pidió café y licor, porque presentía que iban a necesitarlo. Y poco a poco, ella fue desgranando sus recuerdos, que nadie sabía más que dos o tres personas de su entorno, y ahora él.

- Fuí criada entre algodones en el seno de una familia de las más influyentes y adineradas de Inglaterra.  Hija única de padres , quizá, mayores para tener hijos.  Pero no nací por ese motivo débil y enfermiza, muy al contrario, me engendraron sana y fuerte, pero con demasiados mimos...


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