viernes, 25 de octubre de 2019

Pobre niña rica - Capítulo 26 - Lo inesperado

Y ya no pudo resistirlo más.  Se volvió hacia ella,pero en su rostro no había complacencia, sino un gesto de enfado que la alarmó ¿ Qué había ocurrido durante su ausencia? ¿ Por qué estaba tan enfadado?  Le besó, pero él no devolvió el beso y algo la avisó de que se avecinaba una fuerte tormenta, Pero ¿ por qué, por su tardanza en llegar a casa?  Nunca le había dado tope de hora y siempre la había esperado levantado, claro,que nunca había llegado tan tarde. Quizás se había pasado de la raya, pero hablando con William  se le había ido el tiempo entre las manos.  Al fin había podido decirle cuanto llevaba dentro desde años atrás.  Que conocía su actividad  pasada o quizá presente aún.  Pero que ya nada importaba porque, al fin, había encontrado al hombre de su vida, y no era él.
¿ Sería el momento ahora de explicarle  por qué no lo hizo antes ? Posiblemente, con Michael enfadado, no.  Pero debía hacerlo.  ¿ Cómo empezar a hablar ? Él parecía no estar por la labor,no obstante lanzó su pregunta a sabiendas de que la respuesta iba a ser algo airada

¿ Te encuentras bien ?  Te pido disculpas por mi tardanza.  He de explicarte algo
- Olvídalo. Hazlo mañana.  Ahora no tengo ganas de escuchar más excusas
- ¿ Excusas.  De qué? ¿ Por haber llegado tarde ?
- Sabes de sobra que no es ese el motivo. ¿ Dónde has estado?  Henry me llamó  hace horas porque quería hablar contigo y  pensó que ya estabas en casa. Así que sí explícame dónde has estado.  Con él ¿ verdad ?  Me lo ha dicho Henry.  Tú ni siquiera has mencionado su nombre en todos estos días. Simplemente me decías que eran problemas de la oficina.  Y resulta que el problema tiene nombre y apellidos.  ¿ Habéis recordado los viejos tiempos? ¿ Has recordado cuando él te hizo mujer? ¿ Os habéis acostado de nuevo ?
- ¿ Cómo se te ocurre decirme eso? No tienes ningún derecho. Yo nunca te he reprochado nada de tu vida anterior. Me has hecho daño, porque no es cierto; nada ha ocurrido.  hemos hablado y le he mandado a paseo si es que eso te interesa. No existe nadie ni existirá más que tú. Eres injusto, simplemente  hablamos, aunque si es cierto, él quería algo más, pero al decirle que estaba casada,. que tenía hijos y que te adoraba, replegó rápidamente.  Era una conversación que teníamos pendiente desde hacía mucho tiempo.  Es cierto, no te mencioné su nombre, por no crear violencia entre nosotros, pero pensaba decírtelo cuando todo hubiera pasado. Y no nos hemos acostado;  nunca lo haría ni lo haré mientras seas mi marido.  Te quiero, eres lo más importante para mí.  Tenemos un hijo y vamos a tener otro ¿ en serio crees que me hubiera acostado con él?
- No quiero escuchar más.  Estoy muy cabreado, y celoso.  No quiero seguir hablando porque no deseo decir algo que te hiera. Ya hablaremos mañana, o el mes próximo. O el año que viene, no importa el tiempo. Ahora duerme
- Eres muy irónico y me estás devolviendo la papeleta y no tienes razón.  Nunca te he faltado, pero ahora no se te puede decir nada. Tienes razón, hablaremos cuando estés en disposición de escucharme y no tengas suspicacias respecto a mi.  Buenas noches

Apagó la luz de su lámpara y se dió la espalda.  Era la primeravez que habían tenido una discusión seria. La primera vez que no la había hecho el amor al acostarse, y la primera vez que no la besaba deseándola buenas noches.  Demasiadas primeras veces.  ¿ Había comenzado el declive de su matrimonio.  Michael no hizo ningún gesto de acercamiento.  Estaba dolido y muy preocupado. Era mayor que ella y la punzada de los celos le corroía por dentro.  Precisamente con él, pero ¿hubiera sido distinto si se tratara de otro hombre?  Rotundamente no, le hubiera dolido igualmente.  Estaba aterrado de pensar en perderla. Ninguno de los dos se movió en la cama para no rozarse.  Elizabeth lloraba bajito para que él no se diera cuenta de ello, y Michael se mordía la boca para no darse la vuelta y abrazarla y besarla hasta la extenuación.  Pero su amor propio, aunque injustamente, estaba muy dañado y debía esperar a curarse.

Se levantó y tampoco la dió los buenos días al creerla dormida.  Ella tampoco pronunció palabra. Cuando él bajo  para desayunar, ella se levantó se vistió y se reunió con él.  No iba a desayunar; su estómago no la admitía nada, a sabiendas de que si no lo hacía, se sentiría mal y las náuseas volverían.  Pero quería irse cuanto antes.  No soportaba  el enfado y la indiferencia de su marido.   Y que creyese que ella le había sido infiel.

- Que tengas un buen día - le dijo a modo de despedida
- ¿ No desayunas?
- No, no tengo apetito
-Has de tomar algo, de lo contrario te sentirás mal
- Gracias pero ya lo haré más tarde
- Se me había olvidado decirte, que hoy he de viajar a Edimburgo y posiblemente estaré un par de días fuera.  Te llamaré desde el hotel
- ¿ Es por venganza ?
- ¿ Me crees capaz de eso?
- Déjalo. Está bien. Ya nos veremos a tu regreso

Salió con un nudo en la garganta.  Estaba segura que no iba por negocios, ni siquiera a Edimburgo;  deseaba alejarse de ella.  Ya no la amaba.  Se subió al coche y arrancó con un chirrido en las ruedas que hizo girar la cabeza de Michael extrañado de su forma de conducir.
 No podía concentrarse en el trabajo pensando en el disgusto que tenían por algo que no había pasado y que probablemente no hubiera ocurrido si ella hubiese sido clara con Michael.  No había tomado alimento alguno, y como consecuencia las náuseas estaban a la orden del día.  Henry se personó en su despacho para comentarla algo, pero al verla con tan mala cara, preocupado la obligó a regresar a casa.  No quiso comentarle nada;  eso pertenecía a su vida privada, pero lo cierto es que no tenía ningún interés por estar trabajando.  llegó a su casa y le dijo a Else que no se encontraba bien y que se acostaría un rato

- Cuando llame mi marido, pásamelo, por favor.
- Así lo haré.  Ahora descanse

Y se quedó dormida, pero con un sueño en duermevela y con alguna que otra pesadilla en la que se mezclaban  rostros  entre penumbras.

Y de nuevo volvía a llorar.  Necesitaba a Michael a su lado y no le tenía.  Y lo peor se había marchado enfadado y aún no había llamado. Comprendió la intranquilidad que debió sentir él con su tardanza ¿ Lo haría como castigo  ?  Nunca lo había hecho;  no le creía capaz de comportarse como un niño mal criado.  Sabía que ella no se encontraba bien , y él nunca hubiera dejado de preguntar mil veces cómo se encontraba.  Estaba muy depresiva, por su estado y por el disgusto que habían tenido. ¿ En lo sucesivo sería así ? ¿Se había terminado su luna de miel ?  Tampoco se levantó para comer recibiendo la reprimenda de Else, que al fin consiguió que tomara un poco de sopa

- Se encontrará mejor en cuanto tome alimento - la dijo

Y  era cierto, pero el sentimiento de frustración no la abandonaba.  Se acercaría a algún sitio para distraerse.  Quizá fuera en el coche y marcharía a las cercanías de Londres a respirar un poco de aire fresco.  Hacía un día brillante, a pesar de su estado de ánimo.  Se duchó, se vistió y le dijo a Else que iría a tomar algo de aire, para hacer tiempo hasta que el niño llegase de la guardería. Cogió su bolso y las llaves, y salió sin dirección concreta.  Tomaría una calle, una carretera y pararía en algún lugar a tomar el sol.

  Iba abstraída en sus pensamientos.  En que Michael no la había llamado siquiera para decirla que había llegado.  le había perdido;  ya no querría nada con ella.   Las lágrimas inundaban sus ojos.

- Dios mio, ¿ por qué me has hecho amarle si le he perdido ? Debí contárselo, debí hacerlo...

Y de repente... un animal que se cruza....No le había visto.  Ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, dió un volantazo  y fue a estrellarse contra un árbol de la carretera.

 Se dió un golpe en la cabeza no sabía con qué. . El airbag la oprimía el pecho impidiendo su  respiración.  El cinturón de seguridad se clavaba en su pecho.  En ese instante tomó consciencia de lo ocurrido. Puso sus manos sobre el vientre y,  sin saber cómo, pudo alcanzar su bolso y coger su móvil.  Llamo a urgencias y a duras penas dió el lugar en donde se encontraba

- No cuelgue el teléfono para poder localizarla.  Vamos para allá.  Aguante,  tardaremos poco

Al momento se desmayó.  Sólo se recobró un poco al sentir que su cuerpo era trasladado hacía no sabía dónde.  Sólo atinó a balbucear

- Mi hijo

 Escuchó muy lejana, una voz que decía " hay un niño ". Pero nadie lo encontraba y la desesperación cundía entre los sanitarios.  Antes de desmayarse de nuevo, indicó con sus manos su vientre

- Está embarazada.  Está embarazada. No te preocupes, te pondrás bien.

Es lo último que escuchó.Una espesa niebla invadía sus sentidos, abría la boca para hablar, pero las palabras no salían de su garganta.  Quería pronunciar el nombre de él y era como si lo hubiera olvidado.  Después se sumió en un sueño profundo.

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