martes, 15 de octubre de 2019

Pobre niña rica - Capítulo 7 - El secreto de Menzies

Y ya tenía mi título en Economía y Finanzas, lo había conseguido.  Y ahora ¿ qué ?  Distaba mucho de estar feliz, pues sabía a lo que tenía que enfrentarme que sería bastante más duro que acudir a la universidad.  Debería estar concienciada, pero no lo estaba. Me emocioné un poco cuando el señor Menzies, por primera vez en su vida, me abrazó y comprobé que sus ojos estaban demasiado brillantes.  Me dí cuenta en ese momento que él también se había sacrificado en su vida privada por darme la educación que le encargaron mis padres.  Henry y Meredith también me abrazaron y yo  no pude contener las muestras de cariño que me demostraron y retuve a Meredith en el abrazo más tiempo del debido, porque no podía contener las lágrimas y me daba vergüenza que me vieran llorar

Por mi cabeza pasaron  rápidamente todos los años,   desde que quedé huérfana hasta el día de hoy. Repasé en mi memoria los momentos más importantes de, por qué no decirlo, mi triste y solitaria vida. Hoy debiera ser la culminación de todo.  Sólo tenía cuatro o cinco días para hacerme a la idea de mi nueva situación.  Tendría una semana libre para hacer lo que quisiera y transcurrida, debía incorporarme a mi nueva ocupación , a un mundo totalmente desconocido por mi, que sabía iban a mirarme con lupa y a clavarme cuchillos en la espalda en cuanto me diera la vuelta.  Pero no les daría ocasión para ello;  me lo juré a mi misma.

Meredith y Henry salieron a dar un paseo,quedándonos a solas Menzies y yo.  Le notaba extraño demasiado emocionado, posiblemente por el vino que tomamos durante la comida y el licor de la sobremesa, cuyos vapores nos hacían soltar la lengua, y mi tutor, hasta ahora,  la soltó sorprendiéndome de repente.

- Te habrás preguntado muchas veces  el porqué de mi dedicación a tí - la primera sorpresa: me tuteaba -.  La amistad entre tus padres y yo, data de hace muchos, muchos años.  Éramos muy jóvenes.He estado durante toda mi vidas enamorado de tu madre, que conocimos a un tiempo tu padre y yo, cuando estábamos en el instituto.  Fue un amor sano y fiel.  Jamás la insinué nada, pero tu padre se dió cuenta , aunque nunca dí motivo para ningún reproche.  Llevé mi amor en silencio y cuando ellos murieron creí que no podría soportar tanto dolor:  había perdido no sólo al amor de mi vida sino a mi mejor amigo.

 En su testamento dejó la disposición de tu educación que me involucraba totalmente.  Me lo pidió como un favor especial, puesto que eras su única hija, y nadie mejor que yo para cuidarte si a ellos les ocurriera algo.  Sabía que conmigo estabas segura y que haría lo mejor para tí.  Estaban sanos, felices y se amaban con locura, y aunque parezca mentira, yo me alegraba al verles como se querían y la felicidad que reinaba entre ellos con su hijita. Pero un año después de hacer testamento  ocurrió el accidente, dejándome sumido en la más profunda tristeza y con miles de dudas:  sin buscarlo, me había convertido casi en padre tuyo, porque lo a mi encomendado me otorgaba ese papel.  Ahora ya sabes el porqué he sido tan severo contigo, porque deposité en ti el cariño que tuve a tus padres;  te habías convertido en mi responsabilidad, en la casi hija que hubiera deseado tener con tu madre si ella hubiera estado libre.  Pedro a veces la vida te da esas sorpresas y te compensa dándote lo que por otro lado te quita.
Juré ante la tumba de tus padres que así te cuidaría y protegería siempre, y que la verdad te sería revelada el día que ya no me necesitaras.  Y ese día ha llegado, ha sido el día de hoy, y aunque ya no me necesites, siempre estaré cerca para ayudarte si lo precisaras

Acaba de destapar el tarro de las esencias. Esa persona rígida inflexible, resultaba que había sido, durante todos estos años, más que mi tutor.  Ese amor callado por mi madre me lo había transmitido a lo largo de los años, y seguro que le hice daño cada vez que me quejaba de que nadie venía a visitarme ni tenía cariño de nadie.  Imaginaba  el dolor que sentiría y el no poder declarar la verdad.
Me levanté de donde estaba sentada y no pude evitar darle un abrazo  y fundir sus lágrimas silenciosas con las mías, dándole un beso en la mejilla y dándole las gracias por tantos desvelos. Fue un momento de intensa emoción en el que éramos casi padre e hija.
El,  pacientemente aguardó hasta que la emoción  remitiera.  Aún no había terminado con su tutoría.; faltaban un par de consejos a los que debía prestar mucha atención, porque, aunque él no estuviera a mi lado, se quedaba tranquilo porque sabía que me cuidarían.  Las sorpresas aún no habían terminado
Estaba resultando un día de lo más intenso, que jamás sospeché.  Necesitaría tiempo para asimilar los cambios  que, a velocidad de vértigo,  estaba viviendo.  Volví a sentarme esta vez junto a él.  Tomó una de mis manos, que apretó cariñosamente y me sonrió dulcemente, como si ese gesto tan entrañable lo hiciera mi padre en lugar de mi tutor.

- Lo que voy a decirte es sólo un consejo, pero pienso que será muy conveniente en tu futuro y en el de la empresa a la que deberás defender de las aves de rapiña que seguro van a dar la cara, porque te creen débil y desprotegida aún a sabiendas que siempre estaré detrás tuyo por si me necesitas. Tenlo muy en cuenta.
De las primeras cosas que deberías hacer  sería renovar totalmente la junta directiva porque te harán la vida imposible.  Será un momento difícil, pero pasarás el trago de una vez por todas. Son buena gente, pero algo aprovechadora de las circunstancias y eso puede derivar en hacerte fracasar, es decir quítate y me pongo yo
A  continuación forma la nueva junta.  Y para ello he confeccionado una lista de gente nueva, capacitada, con ideas nuevas y renovadoras como deseas y necesitarás si quieres llevar a cabo las reformas que has ideado.  He investigado a todos profundamente y son todo lo que necesitamos:  honrados, trabajadores y están capacitados.  Algunos de ellos estaban en tu presentación, ignorando el por qué se les había invitado.  pertenecen a familias  honradas y de tu mismo nivel socialmente hablando.
 Y entre ellos está Henry  Klarston.  Le he observado muy de  cerca , y no sólo por la proximidad a Meredith, sino porque es un economista muy bueno y con ideas muy renovadoras.  había pensado para él que fuera tu mano derecha:  es próximo a tí, trabajador y buena persona.  Me sentiría más tranquilo teniéndole a tu lado, si a mi me ocurriera algo. El resto de la lista habrás de examinarla tu de acuerdo a sus curriculums y adjudicarles el puesto de acuerdo a sus condiciones. Estaré a tu lado el día que plantees todo porque vas a necesitar ayuda : van a atacarte por todos los flancos, pero confío en que podrás con ellos.  Y por ahora no tengo más que aconsejarte. ¿ Se te ocurre algo más?
- ¡ Dios mio ! ¿ Aún más ? Me has dejado sin gota de sueño.  Presiento que esta noche la pasaré recordando nuestra conversación. Por nada del mundo sospeché que esta noche iba a ser tan ... ¡ tremenda ! ¿ Crees que seré capaz de hacerlo todo?
- Desde luego que sí. De no creerlo no te lo hubiera dicho; todo habría seguido como hasta ahora.  Sé que eres valiente, atrevida e inconsciente, por tanto tienes todo para llevarlo a cabo. Te he abierto una cuenta corriente a tu nombre independiente de la de la empresa .  Esa será exclusivamente para tí, para tus gastos o lo que quieras hacer con ella.  Esto incluye también una tarjeta de crédito platino que te dará acceso a lo que quieras emplearla

Después de apurar su copa, se despidió besando mi frente y deteniéndose por un instante en observar mi rostro.  Pasó uno de sus dedos por mi mejilla y sonriendo me dijo: "eres igual a tu madre"
Todo lo vivido en un día tan intenso, cabría en una vida entera, y yo había recibido todo en a penas unas horas ¿ Dormir ? ¿ Cómo hacerlo con todo lo que acabo de saber?



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