miércoles, 2 de enero de 2019

Te esperaba - Capítulo 2 - Lisa y sus problemas

Su hermana llegó tarde y la bronca de su padre por ese motivo fue enorme, pero a ella le dió igual.  Siempre hacía lo mismo.  Emma la mmiró de reojo y le mostró su enfado.  Ella sonreia y cenaba tranquilamente como si no pasara nada.  En cuanto terminaron de cenar, Emma se despidió alegando que estaba cansada.  Su madre la preguntó si la pasaba algo ya que se mostraba bastante extraña para como era ella

- No mamá, no te preocupes, sólo estoy cansada - Dirigió una furibunda mirada a su hermana y salió del comedor.

Lissa entró en su dormitorio y se sentó en el  borde de la cama mostrando una de esas sonrisas con las que conquistaba el mundo.  Pero Emma no tenía ganas de fiestas y conocía perfectamente la estrategia de ella, pero de nada la serviría.  Seguía enfadada, no tanto por  la encomienda que la hizo, sino por el resultado de ella, y eso la molestaba en grado sumo

- ¿ Qué te pasa hermanita? ¿ Acaso no lo has pasado bien con él ?
- No te atrevas a preguntarme nada.  Es la última vez que te hago favores.  Si eres una malqueda, apáñatelas como quieras.  He pasado un bochorno horroroso. Por educación no me dejó plantada, pero ha sido muy incómodo.
- ¡ No me digas !  El es muy parlanchín y divertido
- No sé si lo es, pero será contigo.  Creo que de poder, me hubiera fulminado con la mirada.  Así que el lunes prepárate porque estaba bastante cabreado.
- Bueno, pues que se aguante. No es mi novio.  Soy libre y voy con quién quiero.  Me lo he pasado estupendamente y sabes ¿ qué ? Fuimos a un motel y allí...
¿ Cómo dices ? ¿ Te has acostado con  Thomas ?
- Si y ha sido fantástico.  Un poco incómodo para mi al principio, pero después...
-No me digas más.  No quiero saber nada - dio media vuelta en la cama tapándose la cabeza con la almohada

Lissa salió riendo de la habitación de su hermana.  Emma, sin saber porqué, recordó a Robert y sintió lástima por él.  Estaba segura que hubiera dado cualquier cosa por haber sido el quién tuviera su primera vez con ella.  Los hombres no cambian y respecto a eso, aunque  ahora sean más abiertos, , siempre  lo tienen como un trofeo.

- ¡ Ojalá y no se entere ! La decepción que sentirá, si es que llega a enterarse, no es de que ya no fuera vírgen, sino que prefirió a otro  para ese acto tan natural conociendo que estaba loco por ella.

Trató de quedarse dormida y lo consiguió después de dar muchas vueltas en la cama.  El sábado había resultado ser un día de innovaciones, aunque no todas agradables para ella.  Cada vez que la viera al día siguiente, recordaría su confidencia y a Robert en su desilusión.  Estaba visto que entre los dos, se habían propuesto amargarla la vida.

Y con altos y bajos entre unos y otros, transcurría el tiempo.   Llegaron las vacaciones de Navidad  Las hermanas junto a su familia, las pasarían en Gstaad, donde tenían un chalet.  Robert  en el cottage que tenían en los Costwolds, aunque no le apeteciera gran cosa.  Su relación con Lissa era distante y a penas se veían desde aquél sábado del plantón.  Ella parecía haber elegido otra compañía, pero él seguía enamorado de ella.  No serían unas vacaciones felices para él y su padre se lo notó, pero no le dijo nada; le dió una excusa simplemente.

Y también llegarían las de Semana Santa y meses después el final del curso.  Las hermanas pasarían al último  de secundaría y Robert iría a la Universidad, con lo cual dejarían definitivamente de verse.  Y así ocurrió: ella siguió con su novio, y él trataba por todos los medios de olvidarla metiéndose de lleno en sus estudios.

El curso no estaba resultando fácil.  Le exigían mucho y él se esforzaba al máximo; ansiaba ser médico y para ello no regateaba horas de estudio.  Y poco a poco el tiempo transcurría y sus vidas también.

Emma al terminar en el instituto, decidió ser enfermera.  Sus padres le aconsejaban que si le gustaba, hiciera la carrera de medicina, pero ella no se encontraba facultada para estar ocho años con esa carrera,  y sobretodo vivir las tensiones de un médico.  Prefería ser enfermera, la gustaba y estaría más relajada, a pesar de que también tendría sus preocupaciones con los enfermos. Decidió que ese era su camino, al menos de momento.  Para el otro siempre tenía tiempo.

Lissa se dió un año sabático porque no tenía decidido lo que estudiaría, y acudía a diario con su padre y trabajaba en el negocio familiar.  Eso le apetecía más:  aprenderlo desde dentro, pero no estudiar la carrera de  económicas.  Era muy complicado para ella, que no le apetecía nada.  Sólo pensaba en su novio y en que llegara el fin de semana.

Pero un día esas escapadas semanales, les trajeron un resultado no deseado.; Lissa se quedó embarazada.  Fue como un mazazo para ellos el tener que decir a su familia que iban a ser abuelos, cuando aun tenían edad en volver a ser padres.

Thomas dió la cara y se hizo cargo de la situación, pero ambos padres, se echaron las manos a la cabeza.  El tenia que estudiar y ella también; eran casi unos niños.  No podía ser.  Condenarían sus vidas para siempre.  El formar una familia no era un rato de placer.  tendrían que seguir en sus casas respectivas, pero Lissa llevaría la peor parte ; estar con el bebe constantemente.

- No esa no es la solución - dijo el señor Meredith
- ¿ Y qué solución hay ?
- Preguntó Thomas
- Sé que va a resultar brusco y cruel, pero Lissa debe abortar
- No ni mucho menos. Quiero a mi hijo- alegó Thomas enfadado

Y sus padres también estuvieron de acuerdo con la decisión del señor Meredith.  Ya tendrían tiempo de tener un hijo cuando tuvieran capacidad para ello.  No era demasiado tarde, y Lissa también estuvo de acuerdo con esa decisión, en definitiva sería ella la que llevase la parte más difícil.  Y a pesar de la opinión en contra de Thomas, Lissa abortó en una clínica, siendo acompañada por su madre.  Su relación con Thomás se terminó en ese preciso momento.

A ella no la importó demasiado.  Era muy joven y tendría tiempo para tener otro hijo cuando estuviese preparada para ello.  Había probado, aunque muy de refilón, los problemas que puede acarrear el ser tan atolondrada como era ella, así que se hizo el propósito de elegir bien sus amistades, y sobretodo, pasarlo bien antes que nada.

Tuvo un serio disgusto con su hermana, que no concebía cómo sus padres estuvieron de acuerdo en hacerlo.  Estuvo muchos días sin a penas dirigir la palabra a ningún miembro de su familia;  permanecía casi siempre en su habitación sin hablar con nadie.  Le parecía injusto que por su alocada hermana, tuviera que haber pagado un inocente.

Y el calendario iba desgranando las hojas para nuestros personajes.  Robert terminó la carrera y Emma también había terminado y trabajaba en un pequeño hospital.  La entusiasmaba su trabajo, algo que no entendía Lissa, que seguía ayudando a su padre en su oficina, y "disfrutando de la vida", como ella decía.

Robert ejercía como cirujano en un gran hospital de Londres y también atendía la consulta de su padre que estaba presto a jubilarse.  Tenía novia, o al menos así lo llamaba él, pero en realidad era una relación de amigos con derecho a roce de vez en cuando.  No estaba enamorado de su novia, la quería sí, pero con un cariño de haberse conocido hacía mucho tiempo y ser su confidente de todos los problemas que le pudieran surgir.  En cambio ella estaba loca por él, pero sabía que no la quería como ella deseaba, pero se resignó a tener un contacto de vez en cuando,  su respeto y aprecio. Más valía eso que nada.  Conocía su amor por Lissa, que aún conservaba a pesar del tiempo transcurrido.  ¿ la seguía queriendo o simplemente era un recuerdo de juventud?
  No la había vuelto a ver ni saber de ella ¿ Qué habría sido de su vida ?  Cada vez que estos pensamientos volvían a su mente, los desechaba inmediatamente

- Seguramente se habrá casado con Thomas y estará cargada de hijos- decía sonriendo,  y aparentemente nada nostálgico.

El consultorio en donde trabajaba Emma hubo de ser cerrado, ya que era de un doctor con una dolencia de la que no permitía sentir emociones, sino calma y reposo.  Al cerrarla, viviría en una zona templada,  y se trasladó a una localidad del levante español, y ella se quedó sin trabajo, con todo el dolor del mundo.   Pero había adquirido experiencia y era buena en su trabajo, por tanto  no la costaría encontrar otro.  Y lo encontró en el mismo hospital en donde trabajaba Robert.
Cuando la llamaron para incorporarse, ella ignoraba que iban a estar juntos.  En realidad nada sabía de su vida, ya que desde entonces no tenían contacto alguno.

Coincidió que Robert estaba disfrutando de unos días de descanso después de haber estado de guardias, por eso Emma no supo que trabajarían en el mismo sitio.  ¿Cuales eran los sentimientos de ella hacia él, después de haber transcurrido tanto tiempo?  Los había arrinconado, pero no olvidado.  Era un pasaje de su juventud que no deseaba que aflorase y por ese motivo, lo escondió todo dentro de su corazón.  La destinaron a urgencias con lo cuál sería difícil que se encontrasen, aunque no difícil, ya que por grande que fuera el hospital, podrían coincidir en la cafetería o en alguna planta.  Al ignorarlo, ella ni siquiera se lo planteó.    Nunca volvió a pensar en él, ni en lo que sería de su vida.  Sabía que nunca la amaría de la misma forma que ella, y además tenía edad de estar casado e incluso de ser padre de familia.  Definitivamente  arrinconó todo pensamiento que la uniera a Robert.

Lissa seguía un ritmo de vida desenfrenado: juergas, trasnoches, novio va y novio viene...   Lo que se dice, se había convertido en una cabeza loca.  De nada servían los reproches de sus padres.  Exigió un sueldo por trabajar en el negocio familiar y se fue a vivir por su cuenta.  También Emma lo hizo, pero ella tenía un sueldo y podía permitírselo gracias a su esfuerzo.  Tenía poco contacto con su hermana, ya que no estaba de acuerdo en su comportamiento, y la había dejado por imposible.- Sus sermones, lejos de conseguir rectificación, a Lissa la producían risa, con lo cuál dejó de decirle nada.  Sólo se veían esporádicamente e ignoraba la vida que pudiera llevar.  Con quién se veía de vez en cuando era con Thomas, que se había convertido en un buen amigo, pero su relación no iba más allá´de eso:  amistad fiel y sincera.  Había conocido a una chica y se había vuelto a enamorar.  Se casarían en un breve espacio de tiempo,

Y así tenemos a nuestros personajes colocados en escena, y es ahora cuando comienza la historia de dos de ellos que veremos a partir del próximo capítulo

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