lunes, 17 de febrero de 2020

Los mudos testigos - Capitulo 8 - Dylan McMillan

    Peter Murphy era historia, una anécdota en su vida, y Dylan McMillan, había tomado su lugar.  Antes de partir Peter,  le había presentado a su amigo que de inmediato conectó con  Erin, y que había sido recomendada por él antes de partir indicándole que tratase de ganarla de nuevo para el ambulatorio.Y junto a Dylan conoció a Merryl, su mujer, que esperaba su segundo hijo.  Ellos formaban una fantástica familia, y la afinidad con Erin fue notable.  Dylan dejó pasar unos días para abordar el tema que más le encargó Peter:  recuperar a Erin para que le ayudase en el consultorio.


    Y así lo hizo, y aunque con dudas, ella aceptó volver a él;  el impedimento que la retenía , estaba lejos .  Iniciaría una nueva etapa en su vida, y esperaba que fuera duradera.  Pero siempre estaría en guardia respecto a la aparición de su marido.  Le conocía bien y sabía que no se daría por vencido;  no sabía perder y su orgullo mal entendido no le permitía ver más allá.  No había contado a nadie, excepto a Peter, esa mala etapa de su vida, pero Dylan  estaba en antecedentes por lo explicado  antes de marchar Peter.  Sería su secreto, y sólo si ella se confiaba a él o a su mujer,  la comentaría que estaba enterado de ello.  La ayudaría en todo cuanto pudiese.  Su amigo se lo había encarecido  especialmente, algo que conociendo a Peter y sus circunstancias, le extrañó sobremanera.  Habiendo conocido a Erin, no le extrañó en absoluto, que su encargo fuera más allá de una simple protección de amigo.  Sabía que entre ellos no existía más que amistad, aunque dudaba de que en Peter, fuera sólo eso.

    Lo que no llegaba a entender era lo que le ocurría.  Si su interés fuera de otro calibre ¿ por qué entonces  no la llamaba, o la escribía, o simplemente regresaba a casa? ¿ A qué tenía miedo ?  ¿ Es que aún guardaba amor por Celine?  Lo había comentado con su mujer, y la visión de ella era que estaba nuevamente enamorado, pero probablemente Erin no sintiera lo mismo por él y he ahí su distancia entre ellos.

    De Peter no había vuelto a saber nada, únicamente la enviaba saludos a través de Dylan.  No terminaba de entender la forma de actuar de él;  parecía que habían quedado como amigos, pero estaba visto que no era así.  Tampoco le dio demasiada importancia dado lo mal que se llevaron mientras fueron jefe y empleada.  nada ni nadie alteraba su vida tranquila y a veces monótona.  Frecuentaba de vez en cuando,. la casa de sus nuevos amigos y ayudaba en lo que podía a Merryl que la costaba moverse,  dado que se encontraba en los últimos meses de su embarazo.  Erin sería la encargada de llevar al colegio a su hijo, mientras se quedaba en casa con el más pequeño.  Les envidiaba porque eran a simple vista, un matrimonio feliz.  Se notaba que tenían devoción uno por el otro y que eran felices con su hijo y con el que no tardaría en llegar.  Vivían en una casa preciosa y en un lugar maravilloso, todos los requisitos para ser felices .  Erin a veces les envidiaba ¿ por qué ella no pudo ser igual? Echaba de menos esa clase de amor, pero creía que le estaba vetado y sería muy difícil que volviera a enamorarse.

    Y sin querer su imaginación voló lejos,  a un rostro, al de Peter  Murphy.   ¿Significaba que le gustaba? ¿ Que estaría dispuesta a tener una relación con él ?  ¿Pero cómo ? Se marchó y ni siquiera una carta, una llamada, la dedicó.  La gustaba físicamente, pero su carácter era endiabladamente complicado, y para eso ya tenía la muestra de su primer marido.  Decididamente permanecería soltera, que según ella, era el estado perfecto para una mujer.  Para una mujer que adora la libertad y que nadie la ordene hacer algo que no desea, y en el caso de que hubieran llegado a algo, tendría muchas dificultades para soportarle.  Aunque, últimamente se había mostrado hasta cariñoso con ella.  Acaso ¿ sería lástima ?

    Llegó el verano y hasta Dunfanaghy llegaron algunas familias que deseaban pasar sus vacaciones en algún lugar tranquilo, lejos del alboroto de la gran ciudad en la que residieran habitualmente. Erin, seguía con su vida como la había trazado, sin alteraciones de ningún tipo. No sabía muy bien por qué algo, en su interior hacía que estuviera siempre alerta, sobretodo cuando los visitantes esporádicos se aposentaban en el lugar.  En esa situación se dejaba ver poco, sólo en su salida hacia el trabajo.  Rehuía a las personas que no conocía.  Desde hacía tiempo se había instalado en su cabeza como una alarma de peligro, absurda, pensaba, pero que tampoco podía evitarlo.  Había quedado muy mal con Liam, que no llevó nada bien lo del divorcio, y era algo que no entendía; no la quería, estaba enamorado de otra chica, ¿entonces? ¿ Por qué las amenazas que tuvo de su parte en el mismo juzgado?

- Ya te escarmentaré.  Has arruinado mi vida.  Me las pagarás

¿ Por qué todo eso? ¿ A qué se debía ? Seguramente fuese porque al conocerse el motivo de su separación, la chica, su nueva novia, no quisiera saber nada de él.  Otra cosa no le venía a la cabeza, ya que la única perjudicada fue ella, al tener que vender su casa, arrinconar parte de sus muebles, y trasladarse a vivir a otro lugar desconocido.  Le conocía bien y sabía que sus amenazas no eran baldías.  Durante bastante tiempo, se olvidó de ellas, pero bastó la aparición en un pub en el que estaba con Dylan y Merryl de un desconocido para sobresaltarse y que a su cabeza volviesen las amenazas de su ex.  No había visto su rostro, pero  por detrás, era igual en estatura y complexión.

Al ver su expresión , Dylan la preguntó lo que la ocurría, y ella resto importancia a ese hecho

- No me ocurre nada;  creí ver a alguien conocido.  Sólo eso.

    Dylan dirigió la mirada en su misma dirección pero no vio nada extraño, y  no  dijo nada. Y recordó la recomendación de Peter que no la perdiera de vista. No obstante, no conocía el rostro de su marido, ni Peter tampoco, así que poco podrían ayudarla,   si ella no les enseñaba alguna foto con quién pudieran identificarle.  Pero aquella noche, la notaron más sobresaltada, y con la excusa de haber bebido más de la cuenta, la obligaron a que se quedara en casa a dormir, así al menos estaría protegida, hasta ver si les mostrara alguna foto y poder observar más a los que se acercasen a ella.

    En la primera comunicación que tuvo con Peter, le comentó sus temores y lo intranquila que se mostraba

- A penas sale , nada más que acude al consultorio y de allí se va a su casa.  Hay mucha gente por aquí, es verano, ya sabes.  He observado que cuando va con nosotros no deja de mirar a cada persona que se cruza por la calle, y que no sea conocida por ella.  No sé qué hacer ¿ abordo el tema abiertamente?

-Dylan, resolveré unos asuntos pendientes y volveré, siquiera para pasar unos días. Mientras tanto, por favor te pido que no la pierdas de vista.  Como ya te expliqué fue un divorcio traumático y posiblemente lo acuse ahora por la invasión de personas ajenas a nuestro entorno

- Me tendrás que explicar que es lo que te pasa con ella.  No tenéis comunicación, pero te muestras preocupado ¿ La quieres ?  Te prometo que no diré nada.  Por otra parte no me extrañaría, ella además de bonita es una excelente persona.  Todos los pacientes la adoran y me ayuda muchísimo.  Además  con Merryl se porta maravillosamente.  Aún no entiendo cómo no teníais complicidad entre vosotros.

-Dylan, te lo explicaré algún día.  Es algo complicado de entender, pero al mismo tiempo es muy sencillo.  Te llamaré para anunciarte el día de mi llegada;  no la digas nada a ella.  No tardaré mucho, te lo prometo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADAS POPULARES