jueves, 19 de abril de 2018

Las necias ilusiones - Capítulo 5 - La nueva secretaria

Y se incorporó al trabajo y fue presentada a Susan que poco a poco la iba informando de todo. De cómo llevar la agenda del jefe y todos los demás detalles que eran necesarios para cumplir  las órdenes de él en el menor tiempo posible, y siempre sin fallos ni errores.  En el despacho de dirección, solamente estaban los empleados, por lo que todo estaba más relajado.  La seriedad del jefazo les ponía algo tensos, excepto a Susan, que le conocía bien,  debido a los cinco años que había trabajado en ese departamento.

Ada era una chica lista y aprendía todo al minuto, pero también tomaba notas de todo, que luego, a la salida de la oficina, repasaba en el metro o en el autobús.  A veces sonreía al recordar su etapa de estudiante, en el que estudiaba   los apuntes para ganar tiempo y no acostarse muy tarde después de hacer sus deberes.  Había sido una estudiante brillante, inteligente y despierta.  Por eso Brendan la vio ideal para lo que quería destinarla.

Los días pasaban y allí no aparecía ningún jefe.  tan sólo Morgan subía de vez en cuando para saber cómo iba el aprendizaje de Ada, y al cabo de unos minutos bajaba de nuevo a su despacho.  Todo esto la  extrañaba mucho, que después de un par de días, se atrevió a preguntar a Susan por qué no estaba el jefe.  tenía ganas de conocerle, y al mismo tiempo le temía, dada la rigidez con que todos le calificaban.  Pero tuvo que esperar una semana más para satisfacer su curiosidad.

Entró una mañana inesperadamente, y dando los buenos días, hizo un barrido rápido por la habitación hasta localizar a Ada.  Esta se quedó de una pieza cuando supo de quién se trataba.  Era el mismo hombre que asistió impasible a su entrevista.  Ahora encajaban todas las piezas:  quería ver de primera mano cómo sería su asistente más inmediato.  Era una decisión de alguien muy inteligente que cuidaba al detalle la marcha de su negocio.  Le cayó bien y sigilosamente preguntó a Susan por su nombre y el puesto que tenía en la compañía

- Es el gran gurú, o sea el que será tu jefe.  ya le irás conociendo.  Al principio da un poco de miedo, pero si cumples con el trabajo como a él le gusta, no tendrás ningún problema, y hasta te mandará flores a casa por tu cumpleaños.

Al ver la expresión de asombro de Ada, se echó a reir, haciendo que  bajara la cabeza como si quisiera meterse debajo de su escritorio y pasar desapercibida a su más inmediato jefe.

Y las chicas volvieron a su trabajo, a lo que estaban haciendo antes de que él entrara en escena.  Un aviso en un ordenador resonó, pero nadie atendió su llamada, inmersos como estaban cada uno de ellos en sus quehaceres.  Hasta tres veces repiqueteó el aviso, y por fin Susan levantó la cabeza y dirigió la mirada hacia la pantalla de donde provenía el tintineo.

-¡ Te llama ! Ve de inmediato

Ada tomó su agenda y se dirigió corriendo hacia el despacho de Brendan.  Llamó suavemente antes de entrar, y desde el otro lado la voz la respondió

- Pase

Ella lo hizo algo nerviosa.  Iba a debutar y nada menos que con el gran jefe. Tenía el ceño fruncido, señal que algo le molestaba, y lo pudo comprobar de inmediato

-Siéntese, por favor - ella obedeció y espero a que hablase - La he llamado varias veces.  Ha de estar atenta a mis llamadas, y dejar de inmediato lo que esté haciendo.  No me gusta esperar y usted acaba de hacerlo
- Perdone señor Miller.  Aún no me he acostumbrado a la forma de trabajar que tienen ustedes, no esperaba que me llamase a través del ordenador.
- ¿ Cuántos días lleva aquí, diez, quince días ?  Creo que es tiempo suficiente para conocer una cosa tan simple como esa.
-Tiene razón.  Le aseguro que no volverá a pasar
- Eso espero -  La miró de frente, mientras ella avergonzada bajaba la cabeza. Se fijó más detenidamente en su rostro y en lo nerviosa que estaba.  Pensó que había sido demasiado duro con ella.  Era la primera vez que había contactado directamente; era natural que no estuviera acostumbrada. Carraspeó y siguió dando instrucciones.

- Supongo que habrá hecho un programa en el ordenador con toda las generalidades de nuestro trabajo ¿ no ?
- Si señor.  Susan me lo ha explicado y ya lo tenemos en programa
- Bien.  De ahora en adelante deberá poner una contraseña que solamente nosotros dos conoceremos para comunicarnos sin tener necesidad de venir al despacho. Si yo no estuviera,  dejaría las instrucciones en el programa  que ambos manejaremos. Ponga una contraseña difícil, pero fácil de recordar y, tenga - la dio un papel con un número y letras: era la contraseña de él- Rompalo cuando lo haya anotado ¿ Tiene alguna duda ?
- No, de momento no
- Bien. El sonido que indique que estamos conectados será distinto a los demás. Pondremos, por ejemplo, una música especial, pero diferente para ambos. Cuando haya pensado la suya, hagamelo saber.  La mía es del Boss.  Para la conexión normal, bastará con la que ya hay puesta ¿ de acuerdo ?
- Si señor. Mi melodía será Madame Butterfly.
- Bien, cuando terminemos la grabaré.  ¿ Tiene alguna duda, algo que preguntar?
- De momento no. Lo tengo todo claro
-Quiero que mande unas flores a la dirección de esta tarjeta. Lo más pronto posible. Identifíquese en la floristería y cumplirán de inmediato con el pedido. ¿ Sabe que floristería es a la que me refiero?
- Si señor.  Figura en el programa. ¿ Qué tipo de flores mando?
- ¡ Por Dios ! ¿ Cómo puede hacerme esa pregunta ? ¡ Rosas, siempre rosas!
- Perdón no lo sabía
- Está bien.  Dejémoslo. Otra cosa; esta tarde no vendré así que anule todas las visitas o entrevistas previstas para hoy..  Si surgiera alguna firma  urgente, deberá ir a mi casa y volver después a la oficina.  Anote mi dirección. ¿ Algo más ?
- Una última cosa ¿ qué cantidad de flores envío?
- Dos docenas de rosas.  Apuntelo para lo sucesivo.  Y ahora puede irse
- Si señor
- Por cierto, no sea tan servil. limítese a decir si o no.  Ahorrese el señor, me hace sentir como un negrero
- De acuerdo.  Así lo haré

Salió y los nervios hacían que sintiera ganas de llorar.  Para ser su primer día no había podido ser peor de lo que había resultado.

- ¡ Mierda , se me ha olvidado de qué color ! ¡ Oh Dios mio ! - Está bien, cálmate. Que sean blancas, así no te equivocarás.

No quiso comentar con Susan nada de su entrevista: " Luego ", la dijo.  Lo que primero hizo fue grabar la sintonía para comunicarse privadamente con él, y a continuación abrir un programa "secreto" con una contraseña que sólo ellos conocerían. Puso una combinación de nombres de flores exóticas con su nombre botánico y números de difícil localización, y a renglón seguido se la envió.  Brendan al recibirla, sonrió complacido.

 Seguía gustándole la chica elegida, sólo había que "pulirla" a las costumbres de la casa.  En el futuro sería más comprensivo con ella.  Era su primer día de trabajo juntos, y él en ese momento no estaba de muy buen homor.

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