domingo, 9 de mayo de 2021

El jefe - Capítulo 24 - Seguimiento

 Era muy temprano y, a esas horas de la mañana, no había casi gente en el parque. Las pocas personas con las que se cruzaba, paseaban,  corrían, o apoyados en el respaldo de algún banco, hacían estiramientos. Al estar los niños en la escuela, no había ninguno y mamás muy pocas.

La mañana era preciosa, o a ella se lo parecía. Se sentía en paz a pesar de la emoción que atenazaba su garganta. Había dudado de su marido y  la había demostrado que era importante para él. Y deseó que el día pasase rápidamente y que él regresara a casa y la abrazara nuevamente. Y la dijera cuánto deseaba a ese hijo y a ella. Y que ciertamente su imaginación había ido más allá de la realidad.


A Jeremy le explicaría lo que le había dicho y cuánto se había enfadado ante sus dudas. Pero todo había pasado ya. Todo estaba bien y en su lugar.

Caminaba tranquila, sin apurar el paso. Recreándose en lo que la rodeaba: los árboles, los macizos  de flores. Los pajarillos revoloteando ante la tranquilidad del paisaje. El pequeño estanque en donde la mama pata encabezaba la comitiva con los patitos apenas recién nacidos. Todo era hermoso y maravilloso, o a ella se lo parecía.

A unos treinta metros de distancia, un hombre enfundado en un chándal y cubriendo su cabeza con una capucha la observaba. Se dirigía hacia ella, pero no corría, sólo se contorsionaba, hacía estiramientos y destaques. Nada de especial mención que no hiciera cualquier deportista.. Antes de casarse, nunca había hecho ejercicio, pero ahora sería una excepción, ya que su ginecólogo se lo había recomendado para la circulación  y para más facilidad a la hora de dar a luz.

Jeremy se mudaría en breve. Ella se había ofrecido a colocarle toda la ropa que habían comprado para vestir su hogar. Esa tarde le acompañaría para estar presente en la entrevista que haría a Ruth, aunque las preguntas las hiciese su cuñado. Ambos se "caían" bien. Recordó la manía que le tomó cuando su marido le contó la encerrona que le tenían preparado, pero ahora le consideraba , quería que, en verdad fuera el hermano que nunca tuvo.

Le extrañaba un poco que el hombre de la capucha no se decidiera a hacer footing, sino simplemente ejercicios gimnásticos. Pero tampoco le dio demasiada importancia. Subió el volumen de la música  y se paró a descansar en un banco junto al estanque. Observó que el hombre de la capucha pasó junto a ella corriendo suavemente, y le perdió de vista.

Jeremy se había mudado a su casa y ella seguía con su rutina diaria. Había faltado tres días de acudir al parque ayudando a su cuñado a trasladarse. Cuando volvió a retomar su marcha, volvió a ver al hombre de la capucha que nuevamente realizaba los mismos ejercicios. Tampoco le extrañó mucho: sería su rutina, lo mismo que la de ella. Al cuarto y quinto día no le volvió a ver, pero sí observó que había cuatro hombres que hacían los mismos ejercicios, torpemente, dicho sea de paso.

— Seguro que son amigos y están de broma— pensó.

Los hombres decidieron correr y en dos minutos estaban junto a ella. No la dio tiempo a reaccionar cuando se vió rodeada por ellos. En un principio se asustó. Después uno por detrás la puso algo en la nariz y perdió el conocimiento.

— Está embarazada, así que no metáis la pata— dijo uno de ellos, mientras los otros dos la trasladarían  hasta el coche que tenían no lejos de allí.

De pronto un hombre corriendo en dirección a ellos mientras gritaba un nombre con voz desesperada. Pero Cuatro, no se sabe de dónde, sacó un arma y apuntó al extraño que se acercaba, acertándole en el pecho. Se desplomó en el suelo, mientras ellos, atónitos, dejaron en el suelo a Rose, mirando en otras direcciones por si alguien había presenciado algo.

Uno,  exasperado, daba órdenes a gritos:

— Dispersaos inmediatamente ya tendréis noticias mías. Y tú...— dijo encarándose con Cuatro— ¿ De dónde has sacado ese arma? ¿ Ibas a matarla? No quiero sangre, lo dejé muy claro. A partir de ahora todo queda cancelado. No quiero volver a verte en mi vida. Desaparece o quédate aquí, porque voy a llamar a urgencias.

Sacó su teléfono y marco el número de urgencias diciendo que habían encontrado a una mujer embarazada en el parque y a un hombre herido. Hecho esto, salió inmediatamente en el coche que le aguardaba. Cuatro se quedó allí parado sin saber qué hacer. Todo había fracasado. No reaccionaba, tan sólo cuando escuchó la sirena de los paramédicos que se acercaban.

 Salió corriendo, pero en su huida, tropezó con un deportista y ambos cayeron al suelo.

— ¡ Maldita sea ! — dijo mientras se levantaba para seguir su huida de allí.

¿ Podría identificarle el hombre al que había derribado ?No estaba fichado, por tanto sería difícil. Tenía que llegar cuanto antes a casa, hacer el petate y desaparecer un tiempo.

Los paramédicos llegaron hasta donde estaban  Rose y Jeremy. Ella estaba bien, pero inconsciente por algún anestésico que la administraran. Jeremy tenía una herida de bala en el pecho que sangraba abundantemente. Le hicieron una cura de urgencia y de  procedieron a meterles en la ambulancia.


A ambos les ingresaron de inmediato a ella por su estado de embarazada y a Jeremy por la herida. Él fue directo a quirófano. Revisaron sus ropas y encontraron el teléfono de Rose y un nombre "Anthony".
Supusieron que sería el del marido y una enfermera procedió a dar aviso.

— Señor le llamo desde el hospital Accident and Emergences. Tenemos hospitalizada a una señora embarazada cuyo teléfono es desde el que efectúo la llamada. No sabemos su nombre ya que está inconsciente por  haber sido drogada. Y también a su lado un varón herido de bala. ¿ Podría identificar a estas personas? ¿ Tienen algo que ver con usted?

— Descríbame los rasgos de la mujer, por favor

La enfermera procedió a hacerlo en ambos casos y, Anthony descompuesto, colgó el teléfono y salió disparado rumbo a ese hospital.

Mientras conducía las imágenes de ellos no se le borraban de la cabeza ¿ Qué había ocurrido? ¿ Por qué Jeremy estaba allí?  Se había mudado a su casa ¿ Qué demonios había ocurrido?  Entró como una flecha en el hospital y en información le indicaron a dónde debía dirigirse para identificar a la mujer, ya que al hombre le estaban operando.

No había duda: era Rose y suponía que la otra persona sería Jeremy. Un sargento de la policía le aguardaba para hacerle algunas preguntas. No podía responder a ninguna. Lo último que sabía era la rutina de cada día: él acudió a su trabajo y ella hacía ejercicio todos los días en el parque. Su hermano se había mudado, y no se explicaba el porqué se encontraba en el mismo escenario.

Estaba desesperado; no podía creerse lo ocurrido ¿ Pensó que era intencionado, y que iban a por ella  ¿Pero por qué ? La presencia de su hermano no se lo explicaba. Debería esperar hasta que él pudiera declarar. ¿ Quién llamó a urgencias? Según le había dicho el policía, se encontraban solos cuando llegaron los para médicos. ¿ Qué había ocurrido en verdad?


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Autora: rosaf9494quer

Edición < Mayo 2021

Ilustraciones < Internet

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