jueves, 8 de junio de 2017

Segunda oportunidad - Capítulo 14 y último - La vida

No comprendía porqué tenía esa carta entre sus manos que sin duda no iba dirigida a él, pero comenzó a leerla pausadamente.  Habría alguna razón para que Lissy se la enviara

"  Mi queridísima Lissy ":

Si lees esta carta significará que ya no estoy a tu lado ...

--¡ Matt !... Es la carta que la escribió antes de tu partida. ¿Por qué me la envía ?

Hacía tiempo que no veía a Lissy, pero la seguía añorando.  Decidió hablar con ella a ver si las piezas del puzzle encajaban, porque no entendía nada.

--¿ Lissy ? ¿cómo estás ?
--Jack qué bien que me llamas ¿ Estás bien ?

--Si, si.  Oye en el buzón tenía una carta que me has enviado, pero es una personal tuya que Matt..
.
--Si, si. Te la envié porque ahora si estoy preparada.  Te dije que cuando pasara un tiempo   te contaría lo que Matt escribió la víspera de su marcha, pues bien, he pensado que mejor la leyeras.  Me gustaría verte, pero este fin de semana no podré ir hasta Londres, tengo turno de noche.  Será la semana próxima en que tengo tres días libres. Arregla la casa, ponla bonita porque te sacaré todos los fallos que tengas-   dijo ella riendo
--Naturalmente ¿Crees que la tengo hecha una pocilga ? Está preciosa, te va a encantar.  Pero dime ¿ no me puedes adelantar algo de lo que quieres contarme ?. Me tienes en ascuas
-- No Jack, te lo tengo que contar en persona y espero que no sea tarde
--Tarde ¿para qué ? Me preocupas ¿te ocurre algo ?
--No, no, todo está bien, espero ...
--Bueno, pues si no hay más remedio, esperaré hasta que llegues. ¿Cómo vendrás ?
--En autobús.  En el primero que salga.  Te llamaré antes de partir.  ¿Vendrás a  buscarme ?
--¿Lo dudas ? naturalmente que iré.  Bueno pues me avisas. Cuídate
--Lo mismo. Adiós

No tenía ni idea de lo que aquello significaba. Quizá fuera la conversación pendiente que tenían desde su estancia en Africa.

--Seguro,   se trata de eso.

Siguió con lo que estaba haciendo y al concluir de ordenar las cosas, cogió el collar de Poppy para sacarle a dar una vuelta

Tal y como habían quedado Jack estaba en la estación de autobuses cuando el que traía a Lissy llegaba.

-- Lissy, Lissy

Jack llamaba a la muchacha que miraba a un lado y a otro buscando a su amigo. Se fundieron en un largo abrazo.

--¡ Dios, cuánto tiempo ha pasado !
--Si, una eternidad- respondió ella-  Pero déjame ver cómo estás

Jack había adelgazado un poco. Unas incipientes arrugas en la frente se le marcaban y tenía en  sus ojos, siempre brillantes, una mirada algo apagada.

--Sin duda el trabajo le tiene agotado-   pensó Lissy
--Bueno, cuéntame lo que has hecho durante este tiempo que no haya sido hincharte a firmar libros
--Pues eso, firmas y firmas, pero estoy muy satisfecho.  Mis lectores poco a poco vuelven a confiar en mi, y el libro nuevo ya va muy avanzado
--¡ Estupendo ! y dime una cosa ¿ te has decidido ya ? ¿ se lo dijiste ?

Caminaban cogidos por la cintura contentos de estar nuevamente juntos.  Entraron en el coche de Jack y se encaminaron hacia la casa.  El había preparado una comida especial con uno de esos platos que a ella le encantaban.  Antes de salir,  había preparado la mesa y Lissy le dio las gracias satisfecha por las flores y los arreglos de la mesa

--Decirle ¿ qué, y  a quién ?
--¡ Cielo santo ! Me dijiste que te habías enamorado pero que ella no lo sabía
--¡ Ah, eso ! Pues no, todo sigue igual
-- Tienes que contármelo todo

--¡ Vaya ! Es toda una mansión. ¡Jack, es preciosa - exclamó recreando la mirada por la casa
--Ven te la enseñaré.  Mira esta es tu habitación. Enfrente está la mía y aquella de allí es mi estudio de trabajo. Aquí un saloncito, la cocina, y ya está
--Para  ti solo está muy bien.

Poppy daba vueltas alrededor de Lissy y de Jack, contento y dando saltos.  Ella se instaló en su habitación y al cabo de un rato salió hacia el salón principal en donde Jack había instalado la televisión. No había traído mucho equipaje, de manera que tardó poco en colocar sus enseres en el armario.

--¿ Quieres un vermuth ?-  le dijo Jack

--Si, con un poquito de Ginebra, no mucha

Ambos rieron y ella se sentó al lado de Jack.  Comenzó a hablar y poco a poco la charla derivó hacia la carta.

--Quería que supieras lo que en ella me decía.  Te conté el sueño extraño que tuve aquella noche y que a lo largo del tiempo se ha repetido.  Me desazona, no sé lo que quiere decir y poco a poco la imagen de Matt se va perdiendo.  ¿ Significa eso que voy olvidandole ?
--No, olvidarle no lo harás nunca. Fue una parte importante de tu vida, como en la mía lo fue Cristal.  Pero ellos desean que nosotros volvamos a vivir y,  su recuerdo se hace más suave, no tan doloroso como al principio.  Poco a poco las ganas de vivir, de disfrutar de los placeres de la vida, vuelven a nuestro día a  día, pero ellos siempre estarán ahí.  Son nuestro pasado, vivimos con ellos durante un tiempo, les amamos y nos amaron, eso no se puede borrar. Pero otros amores vuelven a vivir en nosotros y debemos amar nuevamente, porque de lo contrario nuestra vida estará vacía y amargada y ellos hicieron todo lo posible para que nosotros fuésemos felices.  ¿ Estás dispuesta a pasar página, ya ?
-- Creo que si.  Como has podido leer, Matt me pedía mirar a mi alrededor, pero lo que observo creo que no me ve a mi. En fin,...vamos a comer que tengo hambre.


Mientras ella hablaba, él la escuchaba atentamente. Le parecía imposible que estuviera frente a él, después de tanto tiempo..Tenía una serie de sensaciones entre alegría, nervios, pesimismo, admiración ...  No sabía como explicar lo que pensaba y sentía mientras ella iba desgranando sus dudas.


Comieron, y recogieron la mesa entre los dos,  riendo.

--Entre el vermuth y el vino de la comida...  Se me ha subido a la cabeza- dijo riendo Lissy
--Ya te veo que no paras de reir... Ja, ja, ja.  Será mejor que salgamos a dar una vuelta con Poppy antes de que sea más tarde.

Empezaba a anochecer.  La sobremesa se había prolongado mucho, tenían muchas cosas que decirse.  Eran dos buenos amigos haciendo confesiones para calmar sus atribuladas almas.  Paseaban lentamente.  Ella cogida del brazo de Jack y alguna vez recostando su cabeza sobre el hombro de él.  Decidieron ir a comer a algún pub cercano, algo ligero puesto que la comida se había prolongado mucho.  Dejarían a Poppy en casa y volverían a salir.  Y así lo hicieron.

Regresaron a casa. Lissy se quedó dormida enseguida sobre el hombro de Jack. Este la despertó para que se acostara. Mientras él plasmaría unos apuntes que le habían venido a la cabeza.

Apagó el ordenador, la luz,  y se fue a su dormitorio. La casa estaba en calma. Lissy dormía plácidamente.  Poppy en la cocina en su cama y él haría lo mismo.  El día había sido intenso.  Estaba nervioso, excitado por la novedad de la presencia de la chica.  Quería dormirse, pero el sueño se negaba a acudir  a sus ojos.

Silenciosamente la puerta de la habitación se abría y la silueta de Lissy se dibujaba en el umbral

-- Lissy ¿ ocurre algo ?
-- Mira a tu alrededor, mira a tu alrededor.  He tardado mucho tiempo en comprender lo que eso significaba, hasta que lo he visto claro.  Tú eres mi alrededor, siempre te he tenido cerca, siempre ayudándome, desde que me salvaste de morir por un autobús.  He estado ciega por un recuerdo durante todo el tiempo, pero ya no.  Y no me importa si me echas de la habitación, si me echas de tu casa por atrevida.  No me importa. Eres tú a quién quiero, a quién necesito a mi lado para el resto de mi vida  ¿lo oyes ?

Jack estaba perplejo ¿ entendía bien lo que estaba oyendo?  Encendió la luz y de un salto se plantó frente a ella estrechándola entre sus brazos.

--Dios mio, ¡si no he hecho otra cosa más que mirar a tu alrededor!  Te he querido ni se sabe desde cuando, tú eres esa chica a la que no me atrevía a decirle lo que la amo y la necesito.

Por primera vez se unieron en un apasionado beso.  Hasta ese momento sus besos habían sido como de hermanos, pero ahora eran dos enamorados que habían encontrado su camino en la vida y juntos lo recorrerían.


Pasaron la noche una en brazos del otro. De nuevo en sus vidas brillaba nuevamente la esperanza, habían dejado atrás los sufrimientos, las dudas que les había tenido alejados y unidos al mismo tiempo por las mismas experiencias. Cuando ya apuntaba el día Jack, acariciando la cabeza de ella, preguntó

-- ¿Quieres casarte conmigo ?
-- Claro que si
--¿ Estás segura ?
-- Tan segura como que estoy contigo ahora
-- Pues entonces no se hable más.  Iremos esta misma mañana a arreglar todo para casarnos cuanto antes.
-- Se lo diremos a Tom y Therry
-- Mejor iremos a Bath, nos casaremos allí.  Por otro lado Therry no creo que esté en condiciones de viajar.  Cualquier día de estos dará a luz...

Ambos rieron felices besándose de nuevo.  Riendo sin cesar, nerviosos y jugueteando, prepararon algo de ropa para viajar de nuevo.

-- ¿Te das cuenta de que llegué ayer, y hoy estoy de vuelta ? Pasamos más tiempo haciendo y deshaciendo maletas. ¡ Qué barullo !

Ante la reflexión de Lissy, Jack rió feliz al tiempo que la tomaba en sus brazos y empezaba a dar vueltas con ella, riendo.  Llegaron a Bath y fueron derechos a casa de sus amigos a comunicarles lo que habían decidido.  La única que estaba en casa era Therry, que inmediatamente se puso en contacto telefónico con su marido.

-- Tom, ¿ a qué no sabes quienes han llegado ?
-- Mujer, cómo voy a saberlo si estoy en el instituto y tú en casa ...
-- Calla, calla que siempre me interrumpes ... ¡ Jack y Lissy !
-- ¿Ocurre algo ?  Lissy partió ayer para Londres.  ¡ No entiendo nada !
-- Pues está muy claro. Han venido para casarse. ¡ Se casan, Tom, al fin van a casarse !
-- ¿Cómo ?  repítemelo
-- Que se casan y nosotros seremos los padrinos.

Riendo Therry colgó el teléfono.  Los novios se despidieron enseguida pues tenían mucho que hacer.  Habían de ir al Juzgado y abrir de nuevo la casa de Jack que permanecía cerrada, allí se instalarían hasta que una vez casados volverían a Londres.  Jack debía proseguir con su libro, ya comprometido.  La cermonia del enlace fue muy familiar, pero entrañable y preciosa

-- Os declaro marido y mujer.  Puedes besar a la novia.



Y en ello estaban, cuando un grito atenuado se escuchó en la sala del Juzgado.

-- ¡ Dios mio ! estoy de parto
-- Therry, Therry no me asustes  ¿ahora ?
-- Lo siento Tom, pero ya viene y deprisa.

Todos se pusieron nerviosos sin saber muy bien qué hacer. Por ser  más espacioso, decidieron meter a Therry en el coche de Jack y apresuradamente la llevaron hasta el hospital, pues el parto era inminente.  Rápidamente fue recibida por el médico  y conducida a la sala de partos.  Y así nació el primer hijo de Therry y Tom,. Una criatura preciosa.


Llegaron a su casa de madrugada. Estaban felices. Ya eran un matrimonio, nada les separaría.

-- ¡ Vaya aventura !- dijo Lissy
-- ¡ Ya lo creo !

Pero eran felices, inmensamente felices.  Jack la tomó en brazos para cruzar el umbral entre risas.  Acariciaba su rostro con enorme ternura.   Miraba  su rostro querido como para convencerse de que era realidad lo que estaban viviendo.  Definitivamente habían dejado atrás su pasado.  La vida comenzaba allí en aquel momento.

-- Mi amor, no podemos tener luna de miel.  Michael me está metiendo prisa para que acabe el libro.

-- No te preocupes.  No necesitamos un bonito paisaje para vivir nuestra luna de miel.  Mientras nos queramos, la viviremos en cualquier lugar de la tierra.  Cuando termines llévame a algún lugar tranquilo, solo para nosotros.  Será mágico. No hay prisa, tenemos toda la vida por delante.

Jack terminó su libro, y salió a la venta. Acudirían a la presentación, pero cuando iban a salir en dirección al lugar en donde lo presentaban. Lissy sufrió un desmayo, lo que alarmó a Jack.  Llamó inmediatamente al médico.  Acudió rápido y al reconocer a Lissy, giró la cabeza hacia donde estaba Jack que tenía el rostro lívido, temiendo recibir una mala noticia.

-- Otra vez no, Señor. Por favor. Ahora no, otra vez no.
-- Bueno, no se alarme.  Es de lo más normal. Van a ser padres. Es un clásico desmayo de recién embarazada. No obstante, mañana llévela a la clínica para hacerle unas pruebas. Por lo demás todo en orden. Enhorabuena futuro papá.

Jack no escuchó más.  Abrazó al médico emocionado y después a su esposa que sonriente le tendía los brazos.  Cumplirían su mayor deseo: ser padres.


El embarazo fué normal:  náuseas, antojos, olores especiales, ardores, pies hinchados..., todo normal .  Pero pasados los tres primeros meses, llevaría  su ritmo y en primavera  nació Rosalind, una preciosa niña de ojos azules como sus padres, y algo pecosilla, que reclamaba su alimento en brazos de su papá, el escritor más popular del país.  Había conseguido el mayor premio de su vida, el de ser padre. Un mes después del nacimiento de su hija le concedieron el premio al escritor del año.


No volvieron a separarse nunca, pero su luna de miel tardaron mucho tiempo en realizarla y la hicieron tres y no dos.


                                                     F     I     N

Autora:  1996rosafermu
Editada: Octubre de 2012
Ilustraciones:  Internet

RESERVADOS DERECHOS DE AUTOR 
                                                             

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADAS POPULARES