domingo, 19 de agosto de 2018

Amores menores, grandes amores - Capítulo 28 - La torna boda

Ella dormitaba boca abajo con los brazos metidos debajo de la almohada y su cabeza girada hacia él.  Dylan, despierto, la contemplaba y acariciaba su espalda desnuda suavemente.  La retiraba algún mechón de cabello que le caía sobre el rostro.  Le parecía ¡ tan pequeña,  tan menuda !.  Y sin embargo era grande en dimensión, y fuerte como un roble.  Era su esposa y la mimaría.   Sabía que siempre dependería de ella, porque los hombres necesitan una mujer a su lado, y ellas a un hombre.  La especie humana es así: dependen unos de otros. Y la tarea del hombre es cuidar a la mujer.  Por muy independiente que sea, siempre buscará cobijo en el hombre;  es una necesidad  ancestral  que sienten tanto uno como el otro:  se necesitan, se complementan ,  .esa  es la realidad.  La mujer sabe cuidar de la familia, proteger a los suyos, y entre esos cuidados también esta el marido.

 Al llegar a esta reflexión, pensó en que al fin su sueño se vería cumplido.  Tanto  él como  ella querían tener hijos, y si las cosas seguían así, no tardarían mucho en ser una familia.  Y es que al verla, al contemplarla,  despertaba en él su instinto, sin que ella hiciera nada especial por conseguirlo.  Pero a ella le ocurría lo mismo.  Bastaba una mirada o una caricia, para que ambos conectasen de inmediato.  Y esa sensación nunca la había sentido antes con nadie, casado o no, nunca.  Si estaba con una extraña, cumplía su papel y se despedía, y el tiempo que estuvo casado, era como si lo hubiera estado con una autómata:  no le inspiraba el más mínimo deseo.  Sin embargo con Kylie, siempre había sido distinto.

Al fin ella se despertó y la primera sonrisa fue para él, junto con una caricia en su cara.  Dylan sonreia feliz y quiso gastarle una broma.

- ¿ Has dormido bien ? - la preguntó fingiendo incomodidad
- Bueno, el rato que me dejaste si, francamente bien ¿ Por qué lo dices ?
- Yo no he podido dormir en toda la noche.  Omitimos nuestra forma de dormir cuando quisiste que nos conociéramos más. No me dijiste que dormías boca abajo y que con los brazos empujabas la almohada hacia arriba.  Tengo un dolor de nuca considerable, porque yo duermo boca arriba y con los brazos sobre la almohada.  Creo que somos incompatibles
- ¿ Qué estás diciendo ? - le miró alarmada Kylie
- Digo que para que podamos dormir bien, debemos hacerlo de lado y abrazados uno al otro, mirándonos y besándonos. Piel con piel; quiero sentirte en todo momento.
- Eso que me has dicho ¿ ha sido en serio?
- Naturalmente que no. Quería gastarte una broma ¿ Crees acaso que he dormido mucho esta noche. Tu me has desvelado, pero en serio, quiero dormir como te he dicho: totalmente abrazado a tí.

Ella rompió a reír y abrazados comenzaron el día de la torna boda, que fue una continuación de la noche anterior.  Ya tenían edad suficiente para ser más formales en situaciones como éstas, pero no querían serlo.  Deseaban ser adolescentes que hicieran el amor por primera vez.  Y se descubrieron mil formas de hacerlo, y reían felices haciéndose cosquillas, jugueteando como dos niños.  Pero no lo eran sólo estaban felices de estar juntos.

- No hemos hablado de nuestra luna de miel - dijo Dylan
- No, y no importa si todos los días que vengan son como lo que estamos viviendo.  No Fidji por favor.  Ni ningún paraiso tropical.  Deseo conocer a tu familia; llévame a ver a tu hermana.  Vayamos a Italia
- ¿ Quieres conocerles?
- Si, me gustaría muchísimo. Es la única familia que tenemos.  Tú ya conoces a la mía, quiero conocer a la tuya ¿ me llevarás?
- Si lo deseas iremos aunque sea al fín del mundo. Mi esposa quiere conocer Florencia y allí iremos y a Venecia, el lugar más romántico del mundo.-  Rieron felices abrazados.Y fueron a Roma, y después a Florencia, y dejaron para lo último Venecia; allí pasarían el resto de su luna de miel..


Al llegar a Fiumicino el corazón la palpitaba alegremente. La gustaba Italia, le parecía un país muy romántico, porque ella también lo era, y así lo reflejaba en las novelas que escribía, en las que siempre incluía algún tinte romántico.  Y ahora, ya casada con el hombre al que amaba desesperadamente, lo era aún más.  No concebía un relato en que el amor ganado a pulso por la pareja de protagonistas no saliera a relucir, y en todas ellas ponía alguna nota de sus propias vivencias.

Al fin, en unos días conocería a Claire, su cuñada. Si tuviera ocasión, la preguntaría sobre la vida de su hermano, de su niñez, que ella desconocía totalmente y quería saberlo todo de él. Cómo era de adolescente, las conquistas que había tenido, sus amigos... en fin, todo, quería saberlo todo.
Después de tres días en la capital italiana, tomaron un vuelo que en menos de una hora les dejó en Florencia.  Nunca había conocido una ciudad más hermosa que Florencia.  Era una fortaleza de cultura e historia.  Caminar por cualquiera de sus calles, era transportarte  a la época de Miguel Ángel, de Leonardo, de cualquiera de los maravillosos personajes que vivieron y pasearon por sus calles. Era una enamorada de los museos, por eso Dylan sabía que la encantaría de aquella ciudad.
Se puso en contacto con su hermana que les recibió con los brazos abiertos; al fin conocería a la mujer que perturbó la vida de su hermano, que le había vuelto loco y que ahora era su cuñada.
Claire se parecía mucho a Dylan.  tenía su mismo color de cabello y de ojos, lo que la hizo suponer que serían iguales al padre o a la madre.  Conoció a James, su cuñado, y a dos diablillos: sus  sobrinas, dos niñas preciosas con una mezcla en parecido a los padres, que  corrieron a los brazos de su tio en cuanto le vieron.   Kylie sonreía al ver el cariño que demostraban las pequeñas.  No era desconocido para ella el amor que  Dylan sentía por los niños, e instintivamente su imaginación voló hacia Faith ¿ cómo hubiera sido si viviera?  Borró ese  pensamiento; no quería empañar la alegría reinante en el pequeño grupò familiar.
James y Dylan, más que cuñados parecían hermanos.  Supo que habían sido amigos desde pequeños, y que se hizo novio de su hermana, cuando ambos estudiaban arte en la universidad.  Mediante una beca otorgada para Florencia, decidieron unir sus vidas e instalarse en esa ciudad.  No fueron fáciles los comienzos de la pareja, ya que aunque juntaran el importe de ambas becas, tenían que vivir, por eso tardaron más de un año en tener a su primera hija  Liesa, y dos años más tarde Aisling. Jamie hizo oposición  al puesto vacante como agregado cultural a la embajada con destino en esa ciudad, y comenzaron a tener una vida más holgada.

La comida fue una fiesta familiar alegre y distendida.  En ningún momento Kylie se sintió abrumada por la falta de confianza de su nueva familia, al contrario estaba relajada y feliz.  Feliz porque él lo estaba con ellos y se le veía risueño y hasta chistoso.

Los dos hombres tomaban café en un rincón del salón comentando los trabajos de cada uno de ellos. y mientras las niñas jugaban en su habitación, las mujeres también conversaban animadamente. Vivían en una pequeña villa que estaba rodeada por un jardín con hermosos rosales de distintos colores.  Era la ciudad del arte indiscutiblemente, y esa expresión dió pié a Claire para, con ese pretexto, salir al jardín y conversar a solas con su cuñada.  Quería saber todo sobre ellos.  Dylan había pasado una mala temporada y le preocupaba mucho, por eso encontró la mejor oportunidad para estar a solas con Kylie.

- Deseo conocer más de vuestra vida.  Deseo conocerte bien porque no serás mi cuñada, sino mi hermana.  Durante bastante tiempo, Dylan, me tuvo muy preocupada. Cuando estaba dando clases en la Universidad, de buenas a primeras lo dejó todo y se vino con nosotros.  Estaba bastante descentrado, nervioso e inquieto. Al preguntarle siempre decía que el escribir le había bloqueado y no sabía cómo continuar algo que estaba creando en esos momentos.  Que deseaba aislarse y centrarse de nuevo.  Nunca le había pasado nada semejante, hasta que al fin un día, me confesó la verdad.  Había conocido a una joven que había puesto su mundo patas arriba.  Aunque no era alumna suya, estaba prohibido tener relación extra académica con cualquier alumno y habían ido un paso más allá.  Si llegaba a conocimiento del  Rectorado, no sólo se jugaba su carrera, sino que sería denunciado y se produciría un borrón en su historial académico.  De repente sintió miedo y se refugió aquí.  Tras una larga temporada regreso,   y después supimos que estaba publicando con éxito y lo que más me agradó, por su propio bien, iba a casarse.
Al fin podía respirar tranquila:  había sentado la cabeza y formaría una familia. Pero... no pudo ser.  Ahora estáis aquí, os habéis casado y me parece bien, porque se os ve muy enamorados, pero ¿ será duradero? ¿ No será  una lluvia de Abril? Estoy preocupada.  Perdona, no es una conversación muy apropiada con alguien a quién acabo de conocer, pero es mi familia y le quiero.
- Lo entiendo Claire, y no me extraña que dudes, porque todo ha sido extraño , pero no rápido.  Yo soy aquella chica de la Universidad.  Creo que debes conocer cómo ha ocurrido todo y  que será la única forma de que tus dudas se disipen.  He de decirte que le quiero más que a nada y a nadie, y que él me corresponde en la misma medida, y que haré todo lo posible por hacerle feliz.
 Nos conocimos...

Kylie comenzó a narrar toda su vida, incluida la pérdida de Faith y el largo periodo que transcurrió sin verse y sin a penas tratarse.  Claire, tomó una de las manos de su cuñada apretándola suavemente, gesto que no pasó desapercibido para ella.  Posiblemente fuese un gesto de familia.  Al terminar el relato, se abrazaron ambas mujeres, con emoción contenida en su voz.

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