miércoles, 15 de agosto de 2018

Amores menores, grandes amores - Capítulo 22 -Charla con Perkins

Había cancelado sus trabajos pendientes en París.  Había tratado de hablar con Kyle, y a pesar de su insistencia, no lo había conseguido.  Pero aún le quedaba una espina  por solucionar:  plantear a su suegro la situación.  Había llegado con Melina al acuerdo del divorcio, pero su padre era ignorante de todo, y sería un gran disgusto para él con la decisión que habían tomado. Supo que tenía que decírselo en persona y así se dirigió a la Editorial.  Al llegar fue directo al departamento de Perkins y , resuelto, dijo a su secretaría:

-¿Tiene visita ?
- No señor.
- Bien, he de hablar con él.  Por favor que no  nos interrumpa nadie
- De acuerdo.  No se preocupe

Perkins vio entrar a u yerno y por su semblante sabía que algo no marchaba bien. Seguramente había discutido con Melina, algo que hacían con bastante frecuencia.. O desde lo que hacía tiempo esperaba: la separación.  Mostró sorpresa ante su inesperada visita, pero Dylan comenzó a hablar de inmediato, sin rodeos, sin preámbulos.  A medida que le escuchaba comprendía que en determinados aspectos él tenía motivos sobrados para la queja, pero había otro, del que no hablaba y mucho se temía que fuera ese el detonante de todo

- ¿ Lo habéis pensado bien ? - dijo a Dylan
- Si, desde luego.  Lo hemos hablado y ambos estamos de acuerdo en que no podemos seguir así, con esta frialdad e indiferencia.  Lo nuestro nos deslumbró en un principio.  Nuestra luna de miel fue maravillosa, extraordinaria, pero al incorporarnos a la vida real, el barco comenzó a hacer aguas.  Melina me había destinado a un estilo de vida que no es el mío, y poco a poco fue eligiendo la vida regalada, a permanecer a mi lado.  Sé que es muy aburrido instalarte en el campo, máxime si estás acostumbrada a las entradas y salidas a fiestas, las amigas..., en fin su vida desde siempre.
Yo no puedo vivir así; necesito trabajar, y para eso no puedo acudir cada día de la semana a una fiesta o a una comida entre amigos..., en fin ya sabes lo que a ella le gusta.  No han habido discusiones entre nosotros, simplemente lo hemos hablado con serenidad y hemos llegado a ese acuerdo.  Tampoco ella se siente bien

- Todo lo que has expuesto tiene su parte de razón, pero hay otra que se me oculta y quiero que me la aclares aquí y ahora. ¿ Está de por medio Kyle ?  Os he observado cuando habéis coincidido y ciertamente he notado algo especial entre vosotros.  En la forma de miraros. Sé que os conocíais de antes, ¿ pero hubo algo entre vosotros? ¿ Estás enamorado de ella ?

¿ Qué debía hacer, contarle la verdad de lo ocurrido ?  Siempre se había portado muy bien con él.  Había sido un excelente amigo a la par que jefe; le apreciaba. Y por primera vez contestó a sus preguntas con la mayor sinceridad del mundo.  Debía conocer la verdad.  Debía saber que Kyle estaba antes que Melina y que siempre ha estado ahí, oculta, agazapada en su memoria, pero que se hacía presente en el momento más inesperado.   Le contó todo lo que él sabía y que había conocido hacía muy poco tiempo

- Y ya conoces toda la verdad.  Ella no se ha interpuesto en nuestro camino, hemos sido nosotros mismos, los dos, los que nos fuimos alejando uno del otro, y al volver a verla, posiblemente se encendiera la llama  no extinguida.  Creo que a tu hija debe ocurrirle algo parecido. Creo que ha conocido a alguien y no he sido yo.
- Te aprecio mucho y lo sabes. A Kyle la he tomado cariño y nunca ha dado motivo para dudar de ella.  Guarda muy en secreto esa historia que nunca  ha difundido. Pero vuestras miradas os delataron.  Soy un hombre que ha vivido mucho y por mi trabajo conozco bien la psicología de la gente, y en un par de ocasiones, al estar juntos, he notado esa corriente tan especial que existe entre dos personas que se quieren.  Me hubiera gustado que siguieras siendo mi yerno, pero no ha podido ser, pero siempre tendrás un lugar en mi casa. Y en cuanto a Kyle, tanto tú como ella, espero que no cesen nuestras colaboraciones.
- Por ella no puedo hablar, pero la mía desde luego.  Te agradezco el cariño y la comprensión que has tenido.  Puedes creerme que me hubiera gustado que las cosas hubiesen sido de otra manera, pero...
- ¿ La amas seriamente, Dylan ?  Porque si es así, ve a por ella.  No importa que no quiera saber nada de ti, ten calma, y espera. Pero si no la amas con la profundidad para compartir tu vida con la suya para siempre, déjala ir.  Merece ser amada, y si no es lo suficientemente sólido tu amor por ella, no vuelvas a verla, que siga su camino.  Quizás encuentre a alguien que sepa valorarla
- La quiero Édouard, la he querido siempre.  A tu hija la quise también, pero de muy distinta manera a como la amo a ella. Lo de Melina fue ilusión, que se desvaneció enseguida.  Lo de Kyle ha permanecido a través del tiempo, a pesar de que nos hemos visto en contadas ocasiones. Si, la amo con tanta fuerza como para hacerla mi mujer
- Pues si es así, ¿ a qué estás esperando ? Corre y gánatela de nuevo

Se dieron un abrazo y Dylan, al verse en la calle, respiró hondo y más tranquilo.  Había ganado esa guerra, pero ahora tenía que conseguirlo con una batalla mucho más dura.  Y debía emplearse a fondo. Se metió en el coche, y puso rumbo a Wells.  Estaba decidido a lograrlo costase lo que costase. Tenía que pelear con uñas y dientes y ganar, porque de ello dependía la felicidad y el amor de ambos para siempre.

Sentía miedo y esperanza a la vez.  Deseaba llegar,  y a un tiempo demorarse.  Miles de dudas le asaltaban ¿ Y si no estuviera en Wells ? ¿ Vivirá en Londres ? No sabía siquiera si estaba de viaje con alguna promoción. Sólo sabía que tenía que solucionarlo esa misma noche


RESERVADOS DERECHOS DE AUTOR / COPYRIGHT
Autora< rosaf9494quer / 1996Rosafermu
Edición < Agosto 2018
Ilustraciones> Internet

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