lunes, 21 de octubre de 2019

Pobre niña rica - Capítulo 23 - Todos sus sueños colmados

Poco a poco la vida se imponía ante ellos, y sus sueños se iban cumpliendo.   En unos días, nacería su primer hijo que colmaría todas sus expectativas.  Al fin habían recobrado la armonía familiar. y Menzies frecuentaba su casa con asiduidad;  le convertirían en abuelo, sin serlo,  en realidad.  Todas las dudas y recelos estaban ya en el olvido. Michael se había ganado, no sólo el respeto, sino el afecto de todos.  Elizabeth iba a la oficina diariamente,  con las protestas de su marido. Necesitaba dejar todo en orden,   en manos de Henry, porque cuando naciera su hijo estaría una larga temporada en casa cuidando de su familia.  Ellos estaban más unidos que nunca, ilusionados y a la vez nerviosos aguardando el día en que llegara su hijo a este mundo.  No se retrasaría mucho y probablemente,  la fecha sería inminente.  Ninguno de los dos había pasado por esa experiencia, pero sobretodo Michael estaba nervioso y preocupado.  Hasta que no pasara todo no podía dormir

 Y el día llegó y tuvieron a ese hijo tan deseado, y también pasaron los días sucesivos y poco  poco  todo volvía a la normalidad, pero con ilusiones renovadas. Nada les faltaba para ser rotundamente felices, y el bebé les había unido, aún más, si es que eso fuera posible.  Todo en sus vidas marchaba con normalidad, y el tiempo transcurría,   y llegó el día en que Michael junior comenzó a acudir a un jardín de infancia.  El primer día, los emocionados padres  estuvieron a punto de echarse a llorar.  Lentamente  el bebe dejaba de serlo.   Ya tenía dos años, y celebrarían su segundo aniversario con una reunión familiar. Y se plantearon de nuevo ir a por otro hijo.  Y en eso estaban.

Elizabeth decidió volver a la oficina  y encontró en una carpeta un montón de proyectos para realizar.  Henry había hecho un gran trabajo y había expandido  bastante la empresa con proyectos en estudio para hacer  con energías renovables y posible campo de viviendas sostenibles.  No sólo sería una financiera.  Éste era un nuevo campo  que quedó pendiente cuando ella cogió su baja maternal, pero recobrado a su incorporación.  Tenía ganas de intentar esa nueva experiencia.

Michael consolidaba su despacho de abogado, pero fiel a su promesa, no llevó personalmente los casos que le ocuparan más tiempo de lo debido delegando en su segundo que se había revelado como un excelente letrado.  Cada uno en su campo había triunfado, pero eso no les impedía dejar fuera el trabajo cada vez que llegaban a casa. Elizabeth le consultaba sobre las nuevas inversiones y él aconsejaba a su mujer la mejor manera de obtener los permisos y todos los demás trámites para ponerlo en marcha.

Y convocó una junta extraordinaria y sus planes de inversión quedaron aprobados por unanimidad, delegando la mayor parte del trabajo en Henry.  En cuanto obtuvieran los permisos y autorizaciones oportunas, comenzarían a desarrollarlo. Y lo primero sería convocar un concurso de adjudicaciones y el que mejor proyecto  ajustado a presupuestos, presentara para esa empresa sería el contratado..  Y el plan de expansión fue registrado y aceptado; sólo faltaba publicarlo y a esperar que alguien llegase con su propuesta.  Y dado que era una financiera acreditada en el sector, enseguida comenzaron a recibir proyectos interesantes, entre ellos uno en especial.  Era una empresa nueva, pero los informes dijeron que eran solventes y contaban con el material competente en la materia.

Aún debían respetar el plazo que habían dado en la convocatoria, pero ese estaba en cabeza.  El nombre que figuraba como gerente no lo conocía nadie excepto una persona que guardó silencio al respecto. Nadie conocía la firma MacNamara, pero si cumplía los requisitos,  tenía el mismo derecho que cualquier otro a participar. No obstante harían una investigación  al respecto.

Sede social -  Sidney ( Australia )
Director gerente - William MacNamara
Capital:  20.000.000 de libras esterlinas... etcétera

Y así sucesivamente hasta completar el cuestionario.  No deberían haber problemas, no obstante, revisarían  al segundo y tercer concursante.  La empresa australiana, no terminaba de calar en la decisión, y Henry se mantenía al margen de ello.  Toda la responsabilidad recaería sobre Elizabeth.
Lo consultaba con Michael y este no la aclaraba nada en concreto,  por lo que sus dudas no se despejaban.  Algo en su interior la hacía dudar, sobretodo porque era nueva en el sector y no tenían referencias de haber trabajado  en Inglaterra, sólo en Australia.

Necesitaba conocer personalmente a esa persona y para ello pidió a su secretaria conectase con la empresa y citase al señor MacNamara lo antes posible.
Un toque suave en la puerta y la voz de la secretaria anunciando que el señor MacNamara, había llegado.

- Hazle pasar, por favor

Y pausadamente William MacNamara entró en el despacho, dejando a Elizabeth sin habla. El tendió su mano, al tiempo que recorría su figura con la mirada. Estaba linda, muy linda y se había hecho más mujer, y más segura de sí misma.  También él había cambiado, pero seguía sonriendo de medio lado, sólo que ahora ya no la impresionaba

- Beth, estás espectacular. ¿ Qué has hecho de aquella chiquilla triste e insegura.
- ¿ Qué haces aquí? ¿ A qué has venido ?
- Sois una empresa pujante y deseaba abrirme campo en mi país ¿ Te parece bien ?
-Me es indiferente , mientras cumplas todos los requisitos.
-  Pero también quería verte , averiguar si seguiste los dictados que te marcaron, y ya veo que sí, y al pie de la letra
- Ese es un tema  que no es de tu competencia.  Hablemos de tu empresa.
- Beth, no tienes idea de lo que te he echado de menos en estos años
- ¡ Oh ya lo vi !  Años de ausencia sin saber nada de ti y cuando lo supe, créeme lamente haberte conocido. El caso es que tu nombre me sonaba de algo, pero ahora que  vas a recordarme otro tiempo pasado, he recordado de cierto joven que se ganaba la vida acompañando a señoras mayores que él.  Eso es William MacNamara ¿ Por qué no Mortimer ? ese es tu verdadero nombre.  Pero mira, ya no importa nada
- Si que importa.   Te invito a cenar y hablamos de esos años locos.  Te aclararé todo y entonces lo comprenderás
- No William.  Fueron años locos para tí, y frustrantes para mí porque te esperé durante mucho tiempo; yo te quería, pero no tuviste escrúpulos en , no sólo no decirme la verdad, sino que ni una carta de rompimiento.  Me hiciste daño, precisamente por el tipo de mujer que era.  Pero ya ves, todo pasó y tu tiempo ha pasado ya. Y si crees que por  lo nuestro  vas a lograr la contrata, es que no me conoces.  Lo siento, se la llevará quién mejor presente las solicitudes.  Y ahora si me disculpas tengo mucho trabajo. Cuando la Junta determine algo concreto, si fueras  tú el agraciado,  nos pondremos en contacto de inmediato.  Que tengas un buen día William

Dió media vuelta y salió del despacho como había entrado.  Su estrategia había fracasado ¿ Esperaba que se arrojara a sus brazos? Fue un iluso y olvidó  los años que habían pasado  y supo  que ella se había casado y sería difícil que engañara a su marido.  Pero también pensó que la magia de entonces surtiría efecto en ella. Habían momentos en su relación muy especiales, que por necesidad debían haber dejado huella.  Y también que sintió algo al tenerla enfrente;  quizá nostalgia de los años jóvenes, pero que le gustaría recordar.  Insistiría en una cita con cualquier pretexto.  Sin duda, ella no sólo guardaba rencor en su corazón también la pasión que despertó cuando casi era una niña y estaba sola ante la vida.  Eso tuvo que haberla marcado y a eso se aferraría para conseguir verla de nuevo.

 Quiso entrar al despacho de su hermano, pero Henry pretextando algo urgente, se había ausentado del edificio.  No quería tener nada que ver con los negocios de su hermano.  Se comportó mal, muy mal, especialmente con ella y Elizabeth era su jefa más inmediata, y además no se merecía el trato que la dió. Antes de acudir a su despacho, ambos hermanos tuvieron una tensa  charla pero lo hablado por Henry no le hizo desistir de su empeño.  Sabía que había dejado huella en su vida y quizás volvería a revivir la llama que se extinguió hacía tiempo

- Déjala en paz. Está casada y enamorada de su marido.  Eres egoísta que sólo piensas  en tí sin mirar a quién lastimas. ¿ Ya no eres tan atractivo ? Tuviste la suerte en tu mano y la despreciaste, ahora recoges el fruto que sembraste.  Eres mi hermano y a pesar de todo, te quiero, pero no voy a hacer nada por conseguirte el trabajo.  Habrás de cumplir las mismas cláusulas que todos, y te advierto, me he abstenido, así que solo estás tu y tu suerte.

Debía tener una charla con Elizabeth y aclararla todo, y contarla que sabía  lo de la propuesta de William, y que por eso se inhibió de estar presente. Le quería, a pesar de su mal comportamiento, pero no movería ni una coma por ayudarle.  Si al fin se hacía con el negocio, tendría que ser por sus propios méritos.

Y una vez explicado, Elizabeth comprendió la lucha interna que mantenía. Siempre la había  dicho la verdad y nunca había influenciado en su relación en ningún sentido, al contrario la aconsejó que la olvidase al ver que pasaban los días, los meses, y William no daba señales de vida.
Ella agradeció su claridad y le dió su palabra de que eso quedaría entre ellos y que le dejaría libre en las juntas para no crearle problemas, aunque también le dijo que  si su propuesta era la mejor, se lo adjudicarían , pero tendrían el menor contacto con esa empresa.

- ¡ Ojalá y haya rectificado los errores del pasado ! se lo deseo de corazón - es lo que dijo ella para cerrar la charla con Henry
- Gracias - replicó él- Aunque reconozco sus errores, no deja de ser mi hermano
- No te preocupes.  Nos conocemos desde hace tiempo y os quiero, ya lo sabéis, tanto a tí como a Meredith.  Durante mucho tiempo fuisteis mi única familia.  Todo está claro entre nosotros; no te preocupes, si al final gana el concurso, todo seguirá como hasta ahora.  No deja de ser un proveedor más.

Se dieron un beso en la mejilla y cada uno de ellos comprobó que ya era hora de irse a casa.  Su jornada había terminado con bastantes novedades en un solo día

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