Niall y Daphne - Capítulo 9 - Duras acusaciones

El silencio era tenso entre ellos. Niall salió primero para ayudar a hacerlo a su mujer, pero ella se le adelantó; estaba claro que no deseaba tener ni el menor contacto con él.  Pero ¿ por qué ? Le acusaba de algo que no había ocurrido a pesar de las apariencias.  Tenían que hablar y lo harían en cuanto llegasen a casa.  Los chicos aún tardarían tiempo en llegar del colegio, así que tendrían la casa para ellos solos.  No iba a ser fácil convencerla de que no existía otra mujer en su vida, ni siquiera en su pensamiento. ¿ En qué se basaba para pensar que había dejado de amarla?  Sus relaciones sexuales eran perfectas y cumplidoras por ambas partes, y en eso es en lo primero que se refleja la pérdida de interés por otra persona.  El la deseaba constantemente y se lo hacía notar.  Era desconfiada por naturaleza, probablemente porque al mismo tiempo era insegura, al haber pasado más de media vida en solitario.

Pero ahora le tenía a él, y estaba cerca de ella y dispuesto a ayudarla en todo.  Pero también reconocía que si dudaba de su amor, no podía ni preguntarle, ni mucho menos admitir de su parte consejo alguno.  La tomó de la mano y la condujo hacia el salón. La hizo sentar, y él,   de pié frente a ella,   comenzó a hablar:

- Vamos a ver ¿ qué es lo que ocurre ? ¿ Por qué estás así ?  -.   entonces estalló la tormenta incapaz de poder contenerse más
- Dímelo tú . ¿ Desde cuándo? ¿ Por qué ?
- Desde cuando ¿ qué ?  Habla claramente porque ignoro a lo que te estás refiriendo
- Lo sabes de sobra.  Eres especialmente amable con una persona, a pesar de que sabes que me incomoda y que ella es una fresca redomada. ¿ Es que acaso no te has dado cuenta?  Hace tiempo que vengo notando tu "excesiva " afinidad con ella, y hoy se ha cumplido mi pronóstico.  Estabas en su despacho y has salido  sofocado y tu ropa no estaba ... bueno no estaba bien ¿ quieres que te lo digas más claro?
- Si. Precisamente eso es lo que quiero ¿ Crees que estábamos haciendo algo indebido ?  Precisamente le estaba puntualizando ciertas cosas que no eran correctas.  Eso es todo, no ha pasado nada de lo que estás pensando. ¿ Cómo puedes siquiera imaginarlo?  ¿ Te he dado motivos para pensarlo?
  Mi amor es y será fiel porque te adoro.  Eres la madre de mis hijos y el pilar de mi familia ¿ Qué tengo que hacer para que lo creas
- He visto ciertas miradas, y no sólo de ella hacia tí. También a ti te gusta esa situación ambigua.
- Nada de eso. Me gustan las mujeres, ya lo sabes, y en mis tiempos fui  un loco por las faldas, Pero por nada del mundo pondría en peligro mi hogar, a ti, porque te quiero demasiado.  Y no, no miro a ninguna otra con los ojos que crees que miro.  Te tengo a ti ¿ no te parece suficiente?

- Creo que hemos vivido todos estos años demasiado pendientes uno del otro.  pero creo que ha llegado el momento de marcar alguna distancia.  Estoy muy confundida;  he vivido demasiado pendiente de tí y no me he dado cuenta del peligro que representa, no solo ella, sino otras como ella. He confiado plenamente en ti, hasta ahora.  Pero he de dormir con un ojo abierto y otro cerrado, y no me gusta la perspectiva de estar permanentemente alerta.  Eres un hombre atractivo, guapo, amable, cariñoso y con un buen futuro: demasiadas tentaciones para las depredadoras.  Y créeme las hay a montones ahí fuera, y yo no puedo competir con ninguna de ellas.  Soy simplemente una ama de casa que adora a su familia, que confía en su marido y que vive totalmente ausente de la realidad.  Eso es lo que pasa.
- Muy bien. ¿ Y qué quieres hacer  ¿ Qué quieres que hagamos? ¿ Te asusta mi trabajo ? Bien, pues renunciaré a él.  Me limitaré únicamente a la clínica.  Espero que no la formes con alguna paciente
- ¿ Crees eso? ¿ Piensas que es un ataque de celos únicamente?  Entonces creo que lo nuestro no tiene más futuro que hasta donde hemos llegado
- ¿ Qué quieres decir?
- Creo que sería conveniente que pasáramos unos días separados.  ¿ Cuánto llevamos casados, diez, once años...? quizá más, en este momento no estoy para cálculos.  Todas las parejas sufren una crisis en algún momento, y creo que la nuestra acaba de llegar
- Tuvimos nuestra crisis, y nada fácil, antes de casarnos.  Te recuerdo lo de Isla Mauricio, porque yo no lo he olvidado.  De ninguna manera admito que tenemos una crisis. Un mal entendido quizá, pero que podemos solventar aquí y ahora.

- No Niall, debemos pasar unos días lejos uno del otro y pensar en nuestro futuro como pareja.
- ¿ Me estás dejando ?
- No.  No me doy por vencida tan fácilmente, pero si creo que sería bueno pasar algún día reflexionando.  He decidido ir a la Casa Grande y pasar unos días.  Necesito pensar en lo ocurrido, en mi reacción y en tu ¿ inocencia?
- Si, en mi inocencia.  Piensa en ello.  Pero por favor, no rompas lo que tenemos que es hermoso
- No rompo nada.  Sólo quiero un tiempo para pensar y rectificar si hay algo que corregir. Sólo eso. Esta misma noche se lo diré a los chicos, ocultando el motivo.  Les diré que no me encuentro bien y que necesito aire libre.  Con eso bastará
- ¿ Lo crees así, de repente  No son tontos  sabes   Nuestra actitud va a cambiar de ahora en adelante, así que búscate otra excusa mejor.

Y totalmente  airado y furioso, salió del salón para encerrarse en su despacho.  Y allí permaneció durante toda la tarde.  Ya era entrada la noche, cuando se dirigió a su dormitorio.  Haría el último intento de reconciliación. Buscaría un acercamiento para solventar algo que ni siquiera había ocurrido, tan sólo en la imaginación de su mujer.  Ella parecía dormir, y en su mesilla había un vaso de agua y un tuvo de tranquilizantes.  Nunca hasta ahora había necesitado nada para conciliar el sueño, pero estaba claro que llevaba tiempo algo desquiciada por este asunto, y pensó que probablemente sería buena idea alejar el problema  que ella tenía yendo a la Casa Grande.  En la tranuilidad del campo, posiblemente tuviera las ideas más claras.  La acarició suavemente para no despertarla y se acurrucó a su lado rodeando la cintura con su brazo.  Tenía el presentimiento de que aquello iba a ser el principio del fin.
-