Y abrazado a ella pasó la noche, a ratos insomne, con sueños entrecortados de lo vivido en Isla Mauricio, con rostros que no conocía, pero que también estaba él. Y también en Donegal, y fueron esas escenas vividas en la playa, la que calmaron su estado de ansiedad. Se levantó temprano, cuando aún lucían las estrellas en el cielo. Había escuchado desde su despacho las voces alteradas de sus hijos cuando Daphne les anunció que tenía que ir al campo. Como había presumido, ellos no comprendieron la razón y lo dijeron abiertamente:
- ¿Os váis a separar?
Y escucho a lo lejos la respuesta de ella asegurando que no era ese el motivo de su alejamiento, aunque dudaba mucho de que los chicos lo creyeran. La salida corriendo y el portazo en la puerta de alguno de ellos, le dio la razón. ¿ Debió estar a su lado mientras anunciaba el alejamiento ? Posiblemente si. ¿Era un cobarde por no querer abordar el tema? No, en absoluto. Sólo que no tenía más fuerzas para admitir la que se le venía encima. Era él quién estaba confundido y sin saber qué camino tomar. Tenía la esperanza de que encontrarían un punto de encuentro en la cama, cuando subiera a acostarse, pero la encontró dormida y no tuvo ocasión de alguna respuesta en positivo.
Se duchó, se vistió y salió pronto de su domicilio. No tenía fuerzas para ver como ella partía de su hogar. En un rincón de la habitación, había una pequeña maleta, que le hizo ver que había preparado su equipaje y que se tomaba en serio lo de marcharse a la Casa Grande. Al menos sabría donde estaba; la daría un par de días para reflexionar, después iría a buscarla y confiaba en que todo volviera a su lugar.
Llevó sus hijos al colegio, y después tomó carretera adelante para llegar a la Casa Grande-. Iría sin previo aviso, pero también sabía que su llegada no era la normal y que tendría que dar explicaciones, lo que significaba que toda la familia estaría al corriente de sus problemas de inmediato. Y no lo quería; deseaba discreción porque sólo a ellos incumbía el problema, pero sabía también, que eso era imposible de ocultar, máxime en un matrimonio en el que todo era armonía.
Se sorprendieron gratamente cuando llamó a la puerta, pero al mismo tiempo por lo inesperado de la visita y viéndola con una pequeña maleta, se dieron cuenta de que la visita no era de cortesía, sino que algo grave había pasado entre ellos. Reunió a sus suegros en la sala, y les contó, en parte, la mitad de lo que sucedía: no quería que ellos se disgustaran y tomaran parte por alguno de los dos, porque sólo ellos debían solucionarlo. Pero era difícil el decir que necesitaba soledad, cuando no se habían separado ni un solo minuto desde que se unieron. Por ese motivo, los señores Sullivan guardaron silencio, pero no creyeron el relato.
Su suegro miró su reloj a media mañana y comprendió que a esa hora su hijo estaría operando. No obstante dejó una nota a su secretaria para que se pusiera en contacto con él en cuanto tuviera un minuto libre. Cosa que hizo en cuanto le fue posible, pero al igual que Daphne, no les dijo nada nuevo, más que estaban pasando por una mala racha. De inmediato contactó con Gerard y Moira, quedando que irían a visitarles durante el fin de semana. Gerard tenía gran inluencia sobre Daphne, y confiaba en que él aclarase la verdad de lo sucedido.
Era todo tan anómalo que ninguno de ellos creyeron la versión que ambos esposos habían dado. Y durante el fin de semana no fue Gerard quién se presentó en la Casa Grande, que también, pero el primero que lo hizo fue Niall deseoso como estaba de ver y hablar con su mujer. Estaba impaciente y por eso, a penas había amanecido tomo carretera para llegar cuanto antes a casa de sus padres. Los chicos habían pasado la noche en casa de Cathy y Simon, compañero de Niall en el hospital y Cathy amiga de Daphne.
No le hicieron preguntas, pero sospecharon que algo había ocurrido entre el matrimonio, porque Niall no era el mismo desde hacía unos días. Cathy sabedora de las sospechas de Daphne referente a Margaret, enseguida hizo cábalas y creyó que la cosa era más grave de lo supuesto. No comentó nada con su marido, porque creería que eran chismorreos de mujeres, pero se miraron al quedarse solos, y no hicieron falta más comentarios.
Cuando Niall llegó a casa de sus padres, sólo la servidumbre estaba levantada, y se extrañaron de que llegara tan pronto. Subió las escaleras hasta el dormitorio que ocupaba Daphne y entró, observando que estaba despierta y miraba al techo pensativa. Se extrañó de que estuviera allí, y se incorporó en la cama de un salto asustada
- Los niños ...
- No tranquila. Ellos están bien. Te prometí dejarte un par de días para que pensaras, bien han trascurrido y aquí estoy ¿ Lo has hecho ya ?
- Creo que es más que todo eso. Pienso que tenemos que dar alguna explicación a la familia, puesto que les he involucrado en el problema, Ve pensando en qué decir porque yo no lo sé
-¿ Eso significa que no vas a volver conmigo ?
- No lo sé. Necesito más tiempo. Estoy confusa. Esta situación no me gusta pero tampoco podemos seguir como si nada hubiera ocurrido
- Es que no ha ocurrido nada. Lo he pensado mucho y he decidido presentar mi renuncia el próximo lunes ¿ Te aclara eso más la realidad? Lo único cierto es que cambiaría todo con tal de que volviéramos a ser como antes.
-Dame tiempo, Niall..No creas que para mi es fácil. Te quiero ¿ sabes? y es algo muy triste.
- Dame otra oportunidad. Te demostraré que soy inocente. Que nos ha mezclado en sus artimañas pero que yo no he hecho nada y me culpas de algo que no ha pasado.
- Está bien. Volveremos a estar juntos de nuevo.
-Olvidemos este incidente, por favor. Te quiero Daphne, más que a nada ni a nadie, y tu lo sabes
Se abrazaron se besaron y parecía que todo se había zanjado entre ellos. Cuando bajaron del dormitorio, ya estaban todos levantados, y enseguida se dieron cuenta de que el problema era agua pasada.
- ¿Os váis a separar?
Y escucho a lo lejos la respuesta de ella asegurando que no era ese el motivo de su alejamiento, aunque dudaba mucho de que los chicos lo creyeran. La salida corriendo y el portazo en la puerta de alguno de ellos, le dio la razón. ¿ Debió estar a su lado mientras anunciaba el alejamiento ? Posiblemente si. ¿Era un cobarde por no querer abordar el tema? No, en absoluto. Sólo que no tenía más fuerzas para admitir la que se le venía encima. Era él quién estaba confundido y sin saber qué camino tomar. Tenía la esperanza de que encontrarían un punto de encuentro en la cama, cuando subiera a acostarse, pero la encontró dormida y no tuvo ocasión de alguna respuesta en positivo.
Se duchó, se vistió y salió pronto de su domicilio. No tenía fuerzas para ver como ella partía de su hogar. En un rincón de la habitación, había una pequeña maleta, que le hizo ver que había preparado su equipaje y que se tomaba en serio lo de marcharse a la Casa Grande. Al menos sabría donde estaba; la daría un par de días para reflexionar, después iría a buscarla y confiaba en que todo volviera a su lugar.
Llevó sus hijos al colegio, y después tomó carretera adelante para llegar a la Casa Grande-. Iría sin previo aviso, pero también sabía que su llegada no era la normal y que tendría que dar explicaciones, lo que significaba que toda la familia estaría al corriente de sus problemas de inmediato. Y no lo quería; deseaba discreción porque sólo a ellos incumbía el problema, pero sabía también, que eso era imposible de ocultar, máxime en un matrimonio en el que todo era armonía.
Se sorprendieron gratamente cuando llamó a la puerta, pero al mismo tiempo por lo inesperado de la visita y viéndola con una pequeña maleta, se dieron cuenta de que la visita no era de cortesía, sino que algo grave había pasado entre ellos. Reunió a sus suegros en la sala, y les contó, en parte, la mitad de lo que sucedía: no quería que ellos se disgustaran y tomaran parte por alguno de los dos, porque sólo ellos debían solucionarlo. Pero era difícil el decir que necesitaba soledad, cuando no se habían separado ni un solo minuto desde que se unieron. Por ese motivo, los señores Sullivan guardaron silencio, pero no creyeron el relato.
Su suegro miró su reloj a media mañana y comprendió que a esa hora su hijo estaría operando. No obstante dejó una nota a su secretaria para que se pusiera en contacto con él en cuanto tuviera un minuto libre. Cosa que hizo en cuanto le fue posible, pero al igual que Daphne, no les dijo nada nuevo, más que estaban pasando por una mala racha. De inmediato contactó con Gerard y Moira, quedando que irían a visitarles durante el fin de semana. Gerard tenía gran inluencia sobre Daphne, y confiaba en que él aclarase la verdad de lo sucedido.
Era todo tan anómalo que ninguno de ellos creyeron la versión que ambos esposos habían dado. Y durante el fin de semana no fue Gerard quién se presentó en la Casa Grande, que también, pero el primero que lo hizo fue Niall deseoso como estaba de ver y hablar con su mujer. Estaba impaciente y por eso, a penas había amanecido tomo carretera para llegar cuanto antes a casa de sus padres. Los chicos habían pasado la noche en casa de Cathy y Simon, compañero de Niall en el hospital y Cathy amiga de Daphne.
No le hicieron preguntas, pero sospecharon que algo había ocurrido entre el matrimonio, porque Niall no era el mismo desde hacía unos días. Cathy sabedora de las sospechas de Daphne referente a Margaret, enseguida hizo cábalas y creyó que la cosa era más grave de lo supuesto. No comentó nada con su marido, porque creería que eran chismorreos de mujeres, pero se miraron al quedarse solos, y no hicieron falta más comentarios.
Cuando Niall llegó a casa de sus padres, sólo la servidumbre estaba levantada, y se extrañaron de que llegara tan pronto. Subió las escaleras hasta el dormitorio que ocupaba Daphne y entró, observando que estaba despierta y miraba al techo pensativa. Se extrañó de que estuviera allí, y se incorporó en la cama de un salto asustada
- Los niños ...
- No tranquila. Ellos están bien. Te prometí dejarte un par de días para que pensaras, bien han trascurrido y aquí estoy ¿ Lo has hecho ya ?
- Creo que es más que todo eso. Pienso que tenemos que dar alguna explicación a la familia, puesto que les he involucrado en el problema, Ve pensando en qué decir porque yo no lo sé
-¿ Eso significa que no vas a volver conmigo ?
- No lo sé. Necesito más tiempo. Estoy confusa. Esta situación no me gusta pero tampoco podemos seguir como si nada hubiera ocurrido
- Es que no ha ocurrido nada. Lo he pensado mucho y he decidido presentar mi renuncia el próximo lunes ¿ Te aclara eso más la realidad? Lo único cierto es que cambiaría todo con tal de que volviéramos a ser como antes.
-Dame tiempo, Niall..No creas que para mi es fácil. Te quiero ¿ sabes? y es algo muy triste.
- Dame otra oportunidad. Te demostraré que soy inocente. Que nos ha mezclado en sus artimañas pero que yo no he hecho nada y me culpas de algo que no ha pasado.
- Está bien. Volveremos a estar juntos de nuevo.
-Olvidemos este incidente, por favor. Te quiero Daphne, más que a nada ni a nadie, y tu lo sabes
Se abrazaron se besaron y parecía que todo se había zanjado entre ellos. Cuando bajaron del dormitorio, ya estaban todos levantados, y enseguida se dieron cuenta de que el problema era agua pasada.
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