Hacía esfuerzos sobrehumanos por recuperar el sentido común que me había abandonado ante su presencia. No podía reaccionar y eso daría la impresión de que seguía siendo una chiquilla y no una mujer hecha y derecha como yo misma me consideraba.
¡ Has venido ! - fue la única tontería que se me ocurrió decir
- Pues eso parece. Tu estás ... ¡ impresionante ! Has cambiado muchísimo. Estás guapísima
- Eres muy gentil
- No es gentileza es la verdad
- Gerard ¿ ha venido también ?
- Si, está abajo
- Bien, pues ahora le veré
- Espera - dijo sujetándome de un brazo- Luego hablaremos. Me tienes que contar muchas cosas ¿Sigues en el internado ?
- No. Voy a la universidad
- ¿ En serio ?
-En serio ¿ De qué te extrañas? ¿ No me crees acaso capaz de poder estudiar como tú ?
- ¡ Claro que si ! Sólo que la última noticia que tenía era que querías ser contable y reemplazar a tu padre cuando se jubilase. Perdona, no he debido decir eso
- No te preocupes, es la verdad. Pero cambié de idea soy mujer. Dicen los hombres que las mujeres cambiamos de opinión muy a menudo
- Si, eso dicen algunos. Y cierto eres mujer, y yo diría que muy mujer. ¿ Cuándo nos vimos la última vez?
- Hace mucho. Todos hemos cambiado. Tú también. Y ahora si me permites, se está haciendo tarde
- Tienes razón. Voy a cambiarme. Reservame un puesto a tu lado. Tenemos mucho de lo que hablar
- No hay nada qué hablar. Tu si tendrás aventuras que contar, yo ni una, así que da lo mismo donde te sientes
- Tú reserva el sitio
Y no dijo más, salió escaleras arriba y yo sonriendo terminé de bajar .. Cuando entré en la sala, todos enmudecieron. Me miraban y yo estaba algo avergonzada pensando es que estaba fuera de lugar. Bajé la cabeza para que nadie se diera cuenta de que mi cara ardía, señal de que me estaba ruborizando. Pasado ese momento en que todos me alababan, busqué con la mirada a Gerard que no estaba, sin embargo si había alguien de mi edad que no conocía. Resultó ser la hermana del compañero con quién habían pasado el verano y Nochebuena. Era una chica muy bonita y sabía desenvolverse en este ambiente. Lucía un vestido precioso bien hecho que la sentaba como un guante, al contrario que el mio que no tenía estilo y se notaba que había sido comprado en una tienda barata. Me puse algo violenta y pedí mentalmente, que nuestros lugares en la mesa estuvieran alejados uno del otro para no hacer tan visible nuestra diferencia.
Y por fin vino Gerard y su primera mirada fue para mi. Yo agradecí que entrara para destensar un poco lo que yo sentía. Con Gerard me ocurría lo contrario que con Niall. El primero me daba seguridad y confianza, y sin embargo Niall me ponía nerviosa. La cena transcurría entre alegre y divertida, en definitiva muy amena. Yo miraba a un lado y a otro riendo, porque todos contaban anécdotas, pero yo no disponía de ninguna, dado que mi vida transcurría de casa a la universidad y viceversa. En cambio Gerard y Niall comentaban sin parar junto a Melanie que al parecer tenía mucho en común con ellos. Y sentí envidia ¿ o fueron celos ?. En todo caso era lástima de mí misma. Los tres habían viajado, y casi teníamos la misma edad. Yo lo más lejos que había ido era a Dublín.
Al final Niall no se sentó a mi lado: lo hizo uno de los amigos del señor, pero le tenía enfrente y me miraba con demasiada frecuencia, extraño teniendo a su lado a Melanie. No sabía cómo interpretar aquello. ¿ Era extrañeza por mi cambio de aspecto ? ¿ Era un coqueteo? Conmigo,¿ para qué ?. Estaba visto que yo era como un juguete para él. ¿ Pensaba acaso que me iba a quedar pequeña? No lo sé,. Lo que sí sabía era que estaba deseando que aquella cena terminase. Miré el reloj que tenía enfrente mio y comprobé que aún eran las diez y media. Ni siquiera tenía la excusa de levantarnos porque estuvieran a punto de cambiar de año.
¿ Qué nos traería el nuevo? El pasado había sido triste para mi ¿ Sería mejor éste ? No creo que nada cambie porque cambiemos una hoja del calendario. la vida transcurre lenta a su mismo paso, sólo que nosotros lo aceleramos más. Hacía calor en la estancia. La chimenea estaba a todo dar y éramos muchos y estábamos bebiendo, quizá por eso me sentía algo sofocada. ¿ Extrañaría mucho si decidiera salir al balcón ? Pero en el exterior hacia mucho frío, estaba nevado, y el cambio brusco de temperatura, probablemente me trajera cuanto menos un fuerte resfriado. Con una excusa cualquiera, pedí permiso y subí a mi habitación. Al menos allí estaría tranquila aunque solo fuesen cinco minutos,.
Me contemplaba en el espejo y mentalmente comparaba Melanie y yo; naturalmente yo llevaba las de perder. Además de ser guapísima era refinada y sus temas de conversación eran interminables, algo que a mi me faltaba ¿ De qué iba a hablar yo ? De las habitaciones de "super lujo " que había tenido en el internado ? No sabía de qué hablar, así que mejor callada. La puerta se abrió suavemente y ante mi estaba Niall
- He llamado y no has respondido. pensé que no te encontrabas bien y he subido a ver qué te ocurría- me dijo
- Pues ya ves que no me ocurre nada. Tenía calor y para salir al exterior no parecía apropiado, así que decidí subir a mi habitación. Total, nadie iba a echarme de menos
- Yo si te he echado de menos. te dije que me reservaras el sitio
- Pero ¿ qué dices ? No podía decir que ese sitio estaba reservado, además te lo pasaste en grande con Melanie
- No no me lo pasé en grande ni con ella ni con la cena.
- ¿ Por qué has venido ? Son tus padres y es una noche muy especial Por cierto bajemos faltan diez minutos para que sean las doce.
- Ve tu delante. Ahora iré yo- me dijo de una forma que no supe analizar
Me incorporé a la fiesta cuando faltaban pocos minutos para que las doce de la noche diera paso a un nuevo año. Detrás de mi a corta distancia de tiempo llegó Niall y se puso al otro lado de la estancia. Entre sorbo y sorbo de champán yo le miraba ¿ A qué ha venido todo esto ? No entendía nada. Sé que algo significaba pero no terminaba de hablar claro y eso me descolocaba. También veía a Gerard en amena charla con su invitada y me pareció entrever que podría existir algo más que amistad entre ellos. Y cosa extraña, en mi interior me alegré por él, porque siempre había sido más introvertido que su hermano. Te daba la impresión de que sentía algo pero no terminaba de aclarar nada. ¿ Me hubiera sentido igual si en lugar de Gerard fuera Niall quién tuviera esa animada charla? Yo sabía lo que me ocurría, desde hacía tiempo, por cierto, pero no terminaba de entender ese hablar entre líneas que él tenía. ¿ Por qué no hablaba abiertamente? Francamente estaba hecha un lío.
Y sonó la música clásica que da paso al nuevo año. Todos se abrazaban y deseaban felicidad, Yo estaba desparejada así que me quedé mirando con una sonrisa algo tristona, hasta que alguien me cogió de un brazo, me hizo girar y el abrazo y el beso que me dio no lo olvidaré nunca. Niall acababa de expresar lo que sentía por mi, pero no con palabras, sino con hechos.
- Ven - me dijo sujetándome y saliendo de allí - Ve a tu habitación y coge un abrigo. Esto está muy aburrido, nos vamos
- ¿ A dónde ? - le dije yo recelosa
- A cualquier lugar. A una discoteca a casa de algún amigo. No lo sé, pero lejos de aquí
- Pero eso no puede ser. Soy una invitada de tus padres. Ve tu solo
- Yo hablaré con ellos-. Haz lo que te he pedido.
Subí las escaleras saltando mi corazón dentro del pecho. Aún sentía en mis labios el calor de los suyos. Me quería convencer lo que cualquier persona en esa situación pensaría, y yo lo pensé también. No podía creérmelo, era cierto. El me quería. Y recordé el beso, el primer beso, tan ligero, tan distinto al que acababa de darme, y los nervios comenzaron a agarrar mi estómago y mi cabeza daba vueltas sin saber qué hacer. Pero le seguiría hasta el fin del mundo si él me lo pidiera. Cuando bajé con el abrigo, le vi hablar con su madre y ella aceptaba con la cabeza como dando su conformidad. Se reunió conmigo y tomándome de la mano, salimos de la Casa Grande en dirección no sabía donde, pero no me importó. Subimos al coche y tomó carretera adelante. De vez en cuando me miraba y sonreía, con esa sonrisa de medio lado que a mi me volvía loca. Paró a la puerta de un hotel. la gente iba y venia por la calle cantando a pleno pulmón. Todos esperábamos un nuevo año pleno de felicidad. Pero seguramente sería uno de tantos con buenas y malas cosas. Sólo los humanos creemos en esas supersticiones con el paso de un año a otro.
¿ Qué es lo que iba a hacer? Su intención estaba clara ¿ Estaba dispuesta a dar un paso adelante? Era adulta y no tenía a nadie que me pidiera cuentas; lo deseaba, así que si, daría ese paso adelante si él me lo pidiera. Me abrió la puerta y me tendió la mano para ayudarme a salir. Estaba muy cerca de mí, tanto, que su aliento quemaba mi rostro. Me miró fijamente y me dijo:
- Yo lo deseo. ¿ Lo deseas tú también ?
- Si- contesté - Me tomó del brazo y entramos en el hotel.
-
¡ Has venido ! - fue la única tontería que se me ocurrió decir
- Pues eso parece. Tu estás ... ¡ impresionante ! Has cambiado muchísimo. Estás guapísima
- Eres muy gentil
- No es gentileza es la verdad
- Gerard ¿ ha venido también ?
- Si, está abajo
- Bien, pues ahora le veré
- Espera - dijo sujetándome de un brazo- Luego hablaremos. Me tienes que contar muchas cosas ¿Sigues en el internado ?
- No. Voy a la universidad
- ¿ En serio ?
-En serio ¿ De qué te extrañas? ¿ No me crees acaso capaz de poder estudiar como tú ?
- ¡ Claro que si ! Sólo que la última noticia que tenía era que querías ser contable y reemplazar a tu padre cuando se jubilase. Perdona, no he debido decir eso
- No te preocupes, es la verdad. Pero cambié de idea soy mujer. Dicen los hombres que las mujeres cambiamos de opinión muy a menudo
- Si, eso dicen algunos. Y cierto eres mujer, y yo diría que muy mujer. ¿ Cuándo nos vimos la última vez?
- Hace mucho. Todos hemos cambiado. Tú también. Y ahora si me permites, se está haciendo tarde
- Tienes razón. Voy a cambiarme. Reservame un puesto a tu lado. Tenemos mucho de lo que hablar
- No hay nada qué hablar. Tu si tendrás aventuras que contar, yo ni una, así que da lo mismo donde te sientes
- Tú reserva el sitio
Y no dijo más, salió escaleras arriba y yo sonriendo terminé de bajar .. Cuando entré en la sala, todos enmudecieron. Me miraban y yo estaba algo avergonzada pensando es que estaba fuera de lugar. Bajé la cabeza para que nadie se diera cuenta de que mi cara ardía, señal de que me estaba ruborizando. Pasado ese momento en que todos me alababan, busqué con la mirada a Gerard que no estaba, sin embargo si había alguien de mi edad que no conocía. Resultó ser la hermana del compañero con quién habían pasado el verano y Nochebuena. Era una chica muy bonita y sabía desenvolverse en este ambiente. Lucía un vestido precioso bien hecho que la sentaba como un guante, al contrario que el mio que no tenía estilo y se notaba que había sido comprado en una tienda barata. Me puse algo violenta y pedí mentalmente, que nuestros lugares en la mesa estuvieran alejados uno del otro para no hacer tan visible nuestra diferencia.
Y por fin vino Gerard y su primera mirada fue para mi. Yo agradecí que entrara para destensar un poco lo que yo sentía. Con Gerard me ocurría lo contrario que con Niall. El primero me daba seguridad y confianza, y sin embargo Niall me ponía nerviosa. La cena transcurría entre alegre y divertida, en definitiva muy amena. Yo miraba a un lado y a otro riendo, porque todos contaban anécdotas, pero yo no disponía de ninguna, dado que mi vida transcurría de casa a la universidad y viceversa. En cambio Gerard y Niall comentaban sin parar junto a Melanie que al parecer tenía mucho en común con ellos. Y sentí envidia ¿ o fueron celos ?. En todo caso era lástima de mí misma. Los tres habían viajado, y casi teníamos la misma edad. Yo lo más lejos que había ido era a Dublín.
Al final Niall no se sentó a mi lado: lo hizo uno de los amigos del señor, pero le tenía enfrente y me miraba con demasiada frecuencia, extraño teniendo a su lado a Melanie. No sabía cómo interpretar aquello. ¿ Era extrañeza por mi cambio de aspecto ? ¿ Era un coqueteo? Conmigo,¿ para qué ?. Estaba visto que yo era como un juguete para él. ¿ Pensaba acaso que me iba a quedar pequeña? No lo sé,. Lo que sí sabía era que estaba deseando que aquella cena terminase. Miré el reloj que tenía enfrente mio y comprobé que aún eran las diez y media. Ni siquiera tenía la excusa de levantarnos porque estuvieran a punto de cambiar de año.
¿ Qué nos traería el nuevo? El pasado había sido triste para mi ¿ Sería mejor éste ? No creo que nada cambie porque cambiemos una hoja del calendario. la vida transcurre lenta a su mismo paso, sólo que nosotros lo aceleramos más. Hacía calor en la estancia. La chimenea estaba a todo dar y éramos muchos y estábamos bebiendo, quizá por eso me sentía algo sofocada. ¿ Extrañaría mucho si decidiera salir al balcón ? Pero en el exterior hacia mucho frío, estaba nevado, y el cambio brusco de temperatura, probablemente me trajera cuanto menos un fuerte resfriado. Con una excusa cualquiera, pedí permiso y subí a mi habitación. Al menos allí estaría tranquila aunque solo fuesen cinco minutos,.
Me contemplaba en el espejo y mentalmente comparaba Melanie y yo; naturalmente yo llevaba las de perder. Además de ser guapísima era refinada y sus temas de conversación eran interminables, algo que a mi me faltaba ¿ De qué iba a hablar yo ? De las habitaciones de "super lujo " que había tenido en el internado ? No sabía de qué hablar, así que mejor callada. La puerta se abrió suavemente y ante mi estaba Niall
- He llamado y no has respondido. pensé que no te encontrabas bien y he subido a ver qué te ocurría- me dijo
- Pues ya ves que no me ocurre nada. Tenía calor y para salir al exterior no parecía apropiado, así que decidí subir a mi habitación. Total, nadie iba a echarme de menos
- Yo si te he echado de menos. te dije que me reservaras el sitio
- Pero ¿ qué dices ? No podía decir que ese sitio estaba reservado, además te lo pasaste en grande con Melanie
- No no me lo pasé en grande ni con ella ni con la cena.
- ¿ Por qué has venido ? Son tus padres y es una noche muy especial Por cierto bajemos faltan diez minutos para que sean las doce.
- Ve tu delante. Ahora iré yo- me dijo de una forma que no supe analizar
Me incorporé a la fiesta cuando faltaban pocos minutos para que las doce de la noche diera paso a un nuevo año. Detrás de mi a corta distancia de tiempo llegó Niall y se puso al otro lado de la estancia. Entre sorbo y sorbo de champán yo le miraba ¿ A qué ha venido todo esto ? No entendía nada. Sé que algo significaba pero no terminaba de hablar claro y eso me descolocaba. También veía a Gerard en amena charla con su invitada y me pareció entrever que podría existir algo más que amistad entre ellos. Y cosa extraña, en mi interior me alegré por él, porque siempre había sido más introvertido que su hermano. Te daba la impresión de que sentía algo pero no terminaba de aclarar nada. ¿ Me hubiera sentido igual si en lugar de Gerard fuera Niall quién tuviera esa animada charla? Yo sabía lo que me ocurría, desde hacía tiempo, por cierto, pero no terminaba de entender ese hablar entre líneas que él tenía. ¿ Por qué no hablaba abiertamente? Francamente estaba hecha un lío.
Y sonó la música clásica que da paso al nuevo año. Todos se abrazaban y deseaban felicidad, Yo estaba desparejada así que me quedé mirando con una sonrisa algo tristona, hasta que alguien me cogió de un brazo, me hizo girar y el abrazo y el beso que me dio no lo olvidaré nunca. Niall acababa de expresar lo que sentía por mi, pero no con palabras, sino con hechos.
- Ven - me dijo sujetándome y saliendo de allí - Ve a tu habitación y coge un abrigo. Esto está muy aburrido, nos vamos
- ¿ A dónde ? - le dije yo recelosa
- A cualquier lugar. A una discoteca a casa de algún amigo. No lo sé, pero lejos de aquí
- Pero eso no puede ser. Soy una invitada de tus padres. Ve tu solo
- Yo hablaré con ellos-. Haz lo que te he pedido.
Subí las escaleras saltando mi corazón dentro del pecho. Aún sentía en mis labios el calor de los suyos. Me quería convencer lo que cualquier persona en esa situación pensaría, y yo lo pensé también. No podía creérmelo, era cierto. El me quería. Y recordé el beso, el primer beso, tan ligero, tan distinto al que acababa de darme, y los nervios comenzaron a agarrar mi estómago y mi cabeza daba vueltas sin saber qué hacer. Pero le seguiría hasta el fin del mundo si él me lo pidiera. Cuando bajé con el abrigo, le vi hablar con su madre y ella aceptaba con la cabeza como dando su conformidad. Se reunió conmigo y tomándome de la mano, salimos de la Casa Grande en dirección no sabía donde, pero no me importó. Subimos al coche y tomó carretera adelante. De vez en cuando me miraba y sonreía, con esa sonrisa de medio lado que a mi me volvía loca. Paró a la puerta de un hotel. la gente iba y venia por la calle cantando a pleno pulmón. Todos esperábamos un nuevo año pleno de felicidad. Pero seguramente sería uno de tantos con buenas y malas cosas. Sólo los humanos creemos en esas supersticiones con el paso de un año a otro.
¿ Qué es lo que iba a hacer? Su intención estaba clara ¿ Estaba dispuesta a dar un paso adelante? Era adulta y no tenía a nadie que me pidiera cuentas; lo deseaba, así que si, daría ese paso adelante si él me lo pidiera. Me abrió la puerta y me tendió la mano para ayudarme a salir. Estaba muy cerca de mí, tanto, que su aliento quemaba mi rostro. Me miró fijamente y me dijo:
- Yo lo deseo. ¿ Lo deseas tú también ?
- Si- contesté - Me tomó del brazo y entramos en el hotel.
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