Y pasaron un año, dos... y así hasta cinco. No volví a la Casa Grande: simplemente les llamaba por teléfono. Con Nelly y Saoirse me encontraba algunas veces a mitad de camino y nos reíamos juntas, pero nunca toqué el tema de los chicos y de mi ausencia de la Casa Grande. De vez en cuando el matrimonio Sullivan viajaba hasta Dublín y comíamos juntos. Su tutoría hacía tiempo que ya no era efectiva, y si, estuvieron presentes cuando recibí mi titulación en técnico en publicidad. Era una carrera corta, de grado medio. Nadie volvió a mencionar el incidente del último día del año, de aquel año, y los nombres de los chicos procurábamos no pronunciarlos. Sabía que Gerard estaba al cargo de los negocios de su padre, pero a Niall ni le mencionaban, algo que me dolía profundamente, pero que ni siquiera me atrevía a preguntar por qué estudios se decidió y qué era de su vida. No sabía nada, pero al mismo tiempo tenía que morderme la lengua para no preguntar. A pesar de mis intentos de olvidarle y de salir con otros chicos, no conseguía borrarle de mi cabeza, ni tampoco repetir la experiencia amorosa que tuvimos aquel año.
Seguía viviendo en el mismo apartamento, pero en solitario, puesto que mi compañera de piso hacia tiempo que se había casado. Conseguí trabajo en una agencia de publicidad nada más terminar la carrera. Siempre pensé que no había elegido bien mi futuro. Mi profesión me gustaba, pero vista desde dentro era estresante, con carreras para aquí y para allí, con broncas de tu jefe por no llegar a tiempo a una presentación, y eso en el mejor de los casos y la campaña gustase al contratante. Algunas veces me ofrecieron el papel de modelo para salir en campañas, pero siempre las rechacé. No deseaba popularidad, sino desempeñar mi trabajo lo mejor posible y seguir con mi vida.
Tuve bastante éxito al exponer algunas ideas renovadoras y eso me valió un ascenso y subida de sueldo, por tanto mi vida mejoró notablemente pero seguía siendo solitaria y aburrida. Cuando la campaña estaba lista para filmar los spots, la modelo que debía rodar, se puso enferma y tras mucho insistir consiguieron convencerme para que yo lo hiciera. Se trataba de representar a una ama de casa con un producto para un lavavajillas. Nada estimulante por otra parte. Si por lo menos hubiese sido algún perfume o ropa bonita.., pero ¿un lavavajillas... ? Mi jefe poco menos que me lo suplicó y al final accedí, y he de decir que me gustó. Fueron tres días de trabajo y me pagaron un buen dinero, eso me permitiría tener unas vacaciones en verano en un lugar deseado por mi durante mucho tiempo: al fín saldría de Europa y conocería otros lugares exóticos.
Comía habitualmente en una cafetería cerca del estudio. Teníamos solamente media hora para comer y no podía desplazarme a otro lugar más lejano. Mi comida habitual era un sandwich, puesto que el tiempo no daba para más. Ese día los nervios en el estudio estaban desatados. La presentación no había ido bien y el comprador de la campaña no terminaba de ver su producto en ella. Total, rehacerla de nuevo y en el más breve tiempo posible. Me disponía a salir de la cafetería, pues el tiempo se terminaba, cuando una voz y una mano sujetando mi brazo llamaron mi atención
- ¿ Daphne ? ¿ Pero qué haces aquí ?
- ¡ Gerard ! ¿ Cómo que qué hago aquí ? Trabajo aquí al lado. ¿Cómo estás ?
- Bien. Todos estamos bien
- Me alegro mucho. Cuando veas a tus padres dales recuerdos míos y diles que un día de estos les llamaré para charlar un rato. Y ahora he de irme o me despedirán
- Así ¿ eh ?
- Ya lo ves. Elegí una profesión de locos.
- ¿ Cuándo podemos vernos tranquilamente. Estaré´en Dublín un par de días.
- Me encantará. Toma mi teléfono y me llamas- Le dí el número y la dirección de mi casa
Nos dimos un par de besos y salí corriendo a todo correr. Sentía la mirada de él en mi nuca, pero no quería volver a saludarle. Se me hacía tarde. Me había sorprendido su presencia. Francamente no esperaba volver a verle. Se habían quedado en mi garganta infinidad de preguntas que me hubiera gustado hacerle, pero al mismo tiempo sabía que era un terreno resbaladizo. Por mis amigos de la Casa Grande, sabía que Niall vivía fuera del país, y que había abandonado los estudios. Vivía a saltos de mata de acá para allá, sin establecerse en ningún lado. Hubiera querido preguntar por él, pero tampoco era ni apropiado ni la persona idónea para hacerlo, ya que seguramente la idea de dejar todo atrás fuera a raíz de aquella famosa pelea.
Aquél mismo día, por la tarde, recibí la llamada de Gerard citándome para cenar juntos. A la hora acordada, y puntual como un clavo, se personó en mi domicilio, De nuevo al vernos, aquella mirada de él que siempre me descolocaba ¿ Sería así siempre? ¿ Era su manera de mirar ? Le ofrecí tomar algo y ante una copa, sentados frente a frente, comenzamos una conversación, en la que inevitablemente Niall salió a relucir. Le dejaba hablar, sin interrupciones, puesto que lo que deseaba era saber de él y lo que pasó después de marcharme.
- Nuestro enfado duró varios días, pero ahí no terminó todo - explicaba Gerard -. Planteó dejar los estudios y marcharse fuera del país. No dio explicaciones del porqué lo hacía. Yo sabía el motivo, pero no dije nada. Y tras una nueva bronca y un monumental disgusto, hizo sus maletas y se marchó a Estados Unidos, con el pretexto de hacer allí la carrera que había elegido: Medicina. Nunca había hecho comentario alguno de que le gustara. . A veces era bastante introvertido, pero al final, mi padre aceptó y tomo rumbo a Nueva York. Después una larga ausencia de noticias y hasta hoy.
Por muchas indagaciones que hemos hecho no hemos sabido nada de él. Ignoramos siquiera si está vivo en algún lugar de la Tierra. Pero lo peor de todo son mis padres,
- Lo siento, Gerard. Ellos nunca me han comentado nada, ni siquiera cuando nos reunimos para comer cuando vienen a Dublín. Imagino el sufrimiento que tendrán.
Y oculté mis propios sentimientos al saber la noticia. El desconocer lo que le haya podido ocurrir, era algo que me mortificaba; y todo había sido por mi causa. ¿ Pero por qué yo ? No quise hacer más preguntas sobre Niall, por temor a que trasluciera mis verdaderos sentimientos. Pero con el peso de esa culpa, me sería muy difícil seguir con mi vida. Y para cambiar de tema, le pregunté por la suya.
- Y tú ¿ qué ha sido de ti ?
- Poca cosa. Sigo soltero. Salgo con alguna chica de vez en cuando. Trabajo en el negocio de mi padre..., en fin lo normal
- ¿ Tienes novia ? - La pregunta salió de mis labios sin que mi cerebro pensara antes, y su respuesta me dejó entendiendo muchas cosas de las que habían ocurrido
- No tengo novia. Y a este paso, creo que nunca la tendré. La mujer que verdaderamente me interesa está coladita por mi hermano. Así que ya ves el panorama
- ¿ Tenía novia, entonces?
- Que yo sepa no eran novios. Tan sólo vivieron una noche loca, después... ya te he contado la decisión que tomó
Sabía que tenía que cortar aquella conversación. Entre líneas, él dejaba caer mi propia situación, lo que ocurrió aquél día y esa chica que estaba colada con Niall, era yo misma. Hizo un paréntesis y de nuevo esa mirada penetrante que hacía que te sintieras clavada en una pared. Bebió un sorbo y creí que iba a dar por terminada la conversación, pero siguió hablando
- Daphne, no se te escapa que la chica a la que me he referido eres tú, tanto en un caso como en otro. Sé que amabas a mi hermano y él posiblemente sintiera lo mismo por tí, y de ahí su reacción tan inesperada. Pero también estoy yo. Nunca te hubiera dicho nada, pero al verte esta mañana interpreté que era algo que el destino había puesto en mi camino. Creo que sabes que aquella pelea era por tí. No porque tu hicieras nada, sino porque ambos estábamos enamorados de tí desde chiquillos. Cuando supe lo ocurrido aquella noche, monté en cólera porque me sentí traicionado, aunque la verdad es que nunca hablamos de ello . El origen de aquello, no fue él, ni siquiera tú. Fueron unos celos irreprimibles que me asaltaron. Es una noche de confidencias y ahora deseo preguntarte si tienes pareja o alguien que te impida ser mi novia.
Me quedé sin habla ante esta declaración de amor. Ahora se comprendía todo lo ocurrido: Niall se había marchado para no ser rival de su propio hermano. Pero ¿ y nosotros ? Ni siquiera me llamó, ni me escribió nada referente a lo que pensaba hacer. Ni siquiera ahora que está desaparecido ¿ es que yo no cuento ? Sentí que debía decirle algo, pero ¿ qué ? Es un hombre guapo y ha declarado abiertamente que me ama, pero yo a él, sólo le quiero como amigo, y si me apuras como un hermano, pero por quien late mi corazón es por Niall. Una vana esperanza ahora que sé que anda de país en país, y que probablemente haya encontrado a alguna chica y haya formado su familia olvidándose de todo lo que dejaba atrás.
- Gerard, has sido sincero conmigo y has dicho algo de lo que no tenía idea, pero también que sigo enamorada de él. Que en todos estos años no he conseguido olvidarle a pesar de no habernos vuelto a ver desde aquella noche.
-Esperaba encontrarle por algún sitio, pero ahora sé que todo es inútil. me preocupa el que no sepáis qué ha sido de su vida, y eso me intranquiliza mucho, pero renuncié a él hace tiempo. Te quiero, Gerard, pero mi cariño no es el amor que tu deseas. Mi cariño es puramente fraternal de chiquillos que jugaban juntos, pero no estoy enamorada de tí. Creo que puse mis ojos en alguien equivocado, pero en el corazón no se manda. Lo de aquella noche surgió simplemente, se unieron nuestros corazones y nuestros cuerpos, porque ambos lo deseamos. No creo que él conociera tus sentimientos, por eso obramos de ese modo. Lo siento, Gerard, no puedo amarte como tú deseas. Creo que ha sido una coincidencia el encontrarnos esta mañana y que todo se ha precipitado por tal motivo, porque de no ser así, hubiéramos seguido cada uno por nuestro lado ignorando la realidad.
- Te daré el tiempo que necesites. Ahora que ya sabes la verdad, posiblemente consigas olvidarle y volver tus ojos hacia mi. Siempre estaré esperando, pero dame al menos la esperanza de que lo pensarás
- ¿ Lo tenías previsto ?
-¿ Qué, mi declaración ? En absoluto, pero te repito, pienso que ha sido el destino quién me ha dado esta oportunidad
- No te prometo nada, Gerard. Conoces mis sentimientos hacia Niall, y además sería muy extraño que fuésemos pareja, él regresara y estuviéramos los tres frente a frente. Creo que sería una situación complicada para todos. Dame tiempo, pero no confíes en que sea afirmativa mi respuesta.
Seguía viviendo en el mismo apartamento, pero en solitario, puesto que mi compañera de piso hacia tiempo que se había casado. Conseguí trabajo en una agencia de publicidad nada más terminar la carrera. Siempre pensé que no había elegido bien mi futuro. Mi profesión me gustaba, pero vista desde dentro era estresante, con carreras para aquí y para allí, con broncas de tu jefe por no llegar a tiempo a una presentación, y eso en el mejor de los casos y la campaña gustase al contratante. Algunas veces me ofrecieron el papel de modelo para salir en campañas, pero siempre las rechacé. No deseaba popularidad, sino desempeñar mi trabajo lo mejor posible y seguir con mi vida.
Tuve bastante éxito al exponer algunas ideas renovadoras y eso me valió un ascenso y subida de sueldo, por tanto mi vida mejoró notablemente pero seguía siendo solitaria y aburrida. Cuando la campaña estaba lista para filmar los spots, la modelo que debía rodar, se puso enferma y tras mucho insistir consiguieron convencerme para que yo lo hiciera. Se trataba de representar a una ama de casa con un producto para un lavavajillas. Nada estimulante por otra parte. Si por lo menos hubiese sido algún perfume o ropa bonita.., pero ¿un lavavajillas... ? Mi jefe poco menos que me lo suplicó y al final accedí, y he de decir que me gustó. Fueron tres días de trabajo y me pagaron un buen dinero, eso me permitiría tener unas vacaciones en verano en un lugar deseado por mi durante mucho tiempo: al fín saldría de Europa y conocería otros lugares exóticos.
Comía habitualmente en una cafetería cerca del estudio. Teníamos solamente media hora para comer y no podía desplazarme a otro lugar más lejano. Mi comida habitual era un sandwich, puesto que el tiempo no daba para más. Ese día los nervios en el estudio estaban desatados. La presentación no había ido bien y el comprador de la campaña no terminaba de ver su producto en ella. Total, rehacerla de nuevo y en el más breve tiempo posible. Me disponía a salir de la cafetería, pues el tiempo se terminaba, cuando una voz y una mano sujetando mi brazo llamaron mi atención
- ¿ Daphne ? ¿ Pero qué haces aquí ?
- ¡ Gerard ! ¿ Cómo que qué hago aquí ? Trabajo aquí al lado. ¿Cómo estás ?
- Bien. Todos estamos bien
- Me alegro mucho. Cuando veas a tus padres dales recuerdos míos y diles que un día de estos les llamaré para charlar un rato. Y ahora he de irme o me despedirán
- Así ¿ eh ?
- Ya lo ves. Elegí una profesión de locos.
- ¿ Cuándo podemos vernos tranquilamente. Estaré´en Dublín un par de días.
- Me encantará. Toma mi teléfono y me llamas- Le dí el número y la dirección de mi casa
Nos dimos un par de besos y salí corriendo a todo correr. Sentía la mirada de él en mi nuca, pero no quería volver a saludarle. Se me hacía tarde. Me había sorprendido su presencia. Francamente no esperaba volver a verle. Se habían quedado en mi garganta infinidad de preguntas que me hubiera gustado hacerle, pero al mismo tiempo sabía que era un terreno resbaladizo. Por mis amigos de la Casa Grande, sabía que Niall vivía fuera del país, y que había abandonado los estudios. Vivía a saltos de mata de acá para allá, sin establecerse en ningún lado. Hubiera querido preguntar por él, pero tampoco era ni apropiado ni la persona idónea para hacerlo, ya que seguramente la idea de dejar todo atrás fuera a raíz de aquella famosa pelea.
Aquél mismo día, por la tarde, recibí la llamada de Gerard citándome para cenar juntos. A la hora acordada, y puntual como un clavo, se personó en mi domicilio, De nuevo al vernos, aquella mirada de él que siempre me descolocaba ¿ Sería así siempre? ¿ Era su manera de mirar ? Le ofrecí tomar algo y ante una copa, sentados frente a frente, comenzamos una conversación, en la que inevitablemente Niall salió a relucir. Le dejaba hablar, sin interrupciones, puesto que lo que deseaba era saber de él y lo que pasó después de marcharme.
- Nuestro enfado duró varios días, pero ahí no terminó todo - explicaba Gerard -. Planteó dejar los estudios y marcharse fuera del país. No dio explicaciones del porqué lo hacía. Yo sabía el motivo, pero no dije nada. Y tras una nueva bronca y un monumental disgusto, hizo sus maletas y se marchó a Estados Unidos, con el pretexto de hacer allí la carrera que había elegido: Medicina. Nunca había hecho comentario alguno de que le gustara. . A veces era bastante introvertido, pero al final, mi padre aceptó y tomo rumbo a Nueva York. Después una larga ausencia de noticias y hasta hoy.
Por muchas indagaciones que hemos hecho no hemos sabido nada de él. Ignoramos siquiera si está vivo en algún lugar de la Tierra. Pero lo peor de todo son mis padres,
- Lo siento, Gerard. Ellos nunca me han comentado nada, ni siquiera cuando nos reunimos para comer cuando vienen a Dublín. Imagino el sufrimiento que tendrán.
Y oculté mis propios sentimientos al saber la noticia. El desconocer lo que le haya podido ocurrir, era algo que me mortificaba; y todo había sido por mi causa. ¿ Pero por qué yo ? No quise hacer más preguntas sobre Niall, por temor a que trasluciera mis verdaderos sentimientos. Pero con el peso de esa culpa, me sería muy difícil seguir con mi vida. Y para cambiar de tema, le pregunté por la suya.
- Y tú ¿ qué ha sido de ti ?
- Poca cosa. Sigo soltero. Salgo con alguna chica de vez en cuando. Trabajo en el negocio de mi padre..., en fin lo normal
- ¿ Tienes novia ? - La pregunta salió de mis labios sin que mi cerebro pensara antes, y su respuesta me dejó entendiendo muchas cosas de las que habían ocurrido
- No tengo novia. Y a este paso, creo que nunca la tendré. La mujer que verdaderamente me interesa está coladita por mi hermano. Así que ya ves el panorama
- ¿ Tenía novia, entonces?
- Que yo sepa no eran novios. Tan sólo vivieron una noche loca, después... ya te he contado la decisión que tomó
Sabía que tenía que cortar aquella conversación. Entre líneas, él dejaba caer mi propia situación, lo que ocurrió aquél día y esa chica que estaba colada con Niall, era yo misma. Hizo un paréntesis y de nuevo esa mirada penetrante que hacía que te sintieras clavada en una pared. Bebió un sorbo y creí que iba a dar por terminada la conversación, pero siguió hablando
- Daphne, no se te escapa que la chica a la que me he referido eres tú, tanto en un caso como en otro. Sé que amabas a mi hermano y él posiblemente sintiera lo mismo por tí, y de ahí su reacción tan inesperada. Pero también estoy yo. Nunca te hubiera dicho nada, pero al verte esta mañana interpreté que era algo que el destino había puesto en mi camino. Creo que sabes que aquella pelea era por tí. No porque tu hicieras nada, sino porque ambos estábamos enamorados de tí desde chiquillos. Cuando supe lo ocurrido aquella noche, monté en cólera porque me sentí traicionado, aunque la verdad es que nunca hablamos de ello . El origen de aquello, no fue él, ni siquiera tú. Fueron unos celos irreprimibles que me asaltaron. Es una noche de confidencias y ahora deseo preguntarte si tienes pareja o alguien que te impida ser mi novia.
Me quedé sin habla ante esta declaración de amor. Ahora se comprendía todo lo ocurrido: Niall se había marchado para no ser rival de su propio hermano. Pero ¿ y nosotros ? Ni siquiera me llamó, ni me escribió nada referente a lo que pensaba hacer. Ni siquiera ahora que está desaparecido ¿ es que yo no cuento ? Sentí que debía decirle algo, pero ¿ qué ? Es un hombre guapo y ha declarado abiertamente que me ama, pero yo a él, sólo le quiero como amigo, y si me apuras como un hermano, pero por quien late mi corazón es por Niall. Una vana esperanza ahora que sé que anda de país en país, y que probablemente haya encontrado a alguna chica y haya formado su familia olvidándose de todo lo que dejaba atrás.
- Gerard, has sido sincero conmigo y has dicho algo de lo que no tenía idea, pero también que sigo enamorada de él. Que en todos estos años no he conseguido olvidarle a pesar de no habernos vuelto a ver desde aquella noche.
-Esperaba encontrarle por algún sitio, pero ahora sé que todo es inútil. me preocupa el que no sepáis qué ha sido de su vida, y eso me intranquiliza mucho, pero renuncié a él hace tiempo. Te quiero, Gerard, pero mi cariño no es el amor que tu deseas. Mi cariño es puramente fraternal de chiquillos que jugaban juntos, pero no estoy enamorada de tí. Creo que puse mis ojos en alguien equivocado, pero en el corazón no se manda. Lo de aquella noche surgió simplemente, se unieron nuestros corazones y nuestros cuerpos, porque ambos lo deseamos. No creo que él conociera tus sentimientos, por eso obramos de ese modo. Lo siento, Gerard, no puedo amarte como tú deseas. Creo que ha sido una coincidencia el encontrarnos esta mañana y que todo se ha precipitado por tal motivo, porque de no ser así, hubiéramos seguido cada uno por nuestro lado ignorando la realidad.
- Te daré el tiempo que necesites. Ahora que ya sabes la verdad, posiblemente consigas olvidarle y volver tus ojos hacia mi. Siempre estaré esperando, pero dame al menos la esperanza de que lo pensarás
- ¿ Lo tenías previsto ?
-¿ Qué, mi declaración ? En absoluto, pero te repito, pienso que ha sido el destino quién me ha dado esta oportunidad
- No te prometo nada, Gerard. Conoces mis sentimientos hacia Niall, y además sería muy extraño que fuésemos pareja, él regresara y estuviéramos los tres frente a frente. Creo que sería una situación complicada para todos. Dame tiempo, pero no confíes en que sea afirmativa mi respuesta.
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