Subí a la habitación y me puse a dar vueltas por ella. Estaba totalmente desorientada, sin saber qué hacer. ¿ Debía llamar a Gerard ? ¿ Sería inmiscuirme en problemas familiares? De lo que sí estaba segura es de que no quería estar allí. Se me habían amargado mis vacaciones. Era un lugar pequeño, y lo mismo que nos encontramos en el mercadillo, quién sabe si no ocurriría en cualquier otra parte . Únicamente si no saliera del hotel, pero para eso no hubiera hecho falta hacer tantos kilómetros. Pero al menos sabemos dónde está y como vive. Aguardaría un par de días. Me bañaría en la piscina y ya vería.. Ahora estaba impactada por todo lo vivido y eso me producía una profunda tristeza al comprobar que se estaba destruyendo y que yo, al parecer, había sido la causante de todo.
Y pasaron esos dos días que me había dado de tregua, pero seguía con desánimo, así que recogí mis cosas y abandoné el hotel e Isla Mauricio. Regresaría a casa. Al menos allí sabía a ciencia cierta que no le vería. Lo primero que hice al llegar a Dublín, fue llamar a Gerard; tenía que decirle que había visto a su hermano, y después, pasada la sorpresa, informarle de la clase de vida tan bohemia que llevaba. Sé que le daría un disgusto, pero tenía que saberlo y él sería quién comunicase a sus padres lo que creyera conveniente. Y así lo hice.
- Has regresado muy pronto ¿ no ? - me dijo algo perplejo
- Si, pero es que surgieron cosas y no me apetecía seguir allí
- ¿ Ha pasado algo ?
- Verás, si y no. Prefiero contártelo en persona, porque es algo largo de explicar.
- ¿ Te parece reunirnos para cenar ?
- Si estupendo
- Bien, pues a las siete estaré por ahí. Me dejas preocupado
- No, no te preocupes, pero es algo que pienso debes saber. Te espero entonces esta noche. Llamaré a tus padres cuando cuelgue después de hablar contigo. Deseo saludarles; posiblemente me acerque a verles en estos días.
Esperé impaciente a que Gerard llegara. Creia que no debíamos salir a un restaurante, sino cenar en casa, porque el tema iba a ser largo y estaríamos más cómodos. Como hacía poco tiempo que faltaba de casa, miré en el frigorífico y observé que me faltaban algunas cosas. Decidí que compraría unos platos preparados y así no tendría que cocinar.
Con extrema puntualidad, llegó portando un precioso ramos de flores, que agradecí, porque estaba angustiada no solo por la noticia que debía darle, sino también por mi.. Tras saludarnos y ofrecerle algo de beber, nos acomodamos en el salón y comencé por la parte más fácil, mi llegada a Mauricio; Le describí como era el hotel y el lugar. Pero se dio cuenta de que estaba dando rodeos y es que eso significaba que habría de recibir malas noticias.
- Presiento que estás dando largas a aquello que tengas que decirme, así que vé al grano, por favor. Mi alarma crece por momentos.
- Niall vive en Isla Mauricio- le dije de improviso -. Le vi por casualidad, está bien y creo que no quiere regresar a Irlanda. Le reproché su proceder y me lo explicó. Yo te lo contaré como él me lo contó.
Y narré a Gerard la forma en que nos encontramos, omitiendo los detalles. El me miraba con los ojos como platos, pero al mismo tiempo contento de que su hermano estuviera bien. Dejé para el final la vida bohemia que llevaba y eso le dejó pensativo. Creo que adivinó el porqué su hermano había realizado ese periplo extraño de país en pais hasta llegar a Mauricio. Quizá pensó, al igual que yo, que por fin había encontrado a alguien que le hiciera sentar la cabeza. Aunque yo no lo tenía tan claro, porque de ser así no tenía objeto que nos hubiéramos acostado nuevamente. Pero la ropa que me brindó para vestirme, me hacía dudar de que fuera de un romance ocasional. Probablemente si hubiera dilatado mi estancia allí hubiera averiguado algo más, pero ¿ quería saberlo ? Rotundamente no.
- Voy a ir en su busca- dijo resuelto Gerard -. No puedo permitir que viva como un desterrado. A pesar de todas nuestras diferencias, es mi hermano y deseo que esté con su familia. A mis padres les diré que le viste, pero nada más. Se morirían de tristeza si supieran la verdad
- No te preocupes, por mi no lo sabrán.
A penas probamos la cena ninguno de los dos. Estábamos disgustados y hablamos poco más. No tenía más que esa novedad de mis vacaciones, y precisamente no era un tema al que deberíamos dar más vueltas. Estaba segura que Gerard se pondría en marcha lo más rápidamente posible, aunque más tranquilo al conocer que estaba bien y vivo; eso era lo más importante. Quizá no debí ser tan impulsiva y regresar a casa de inmediato ¿ Debí esperar ? Me daba miedo que en su afán de no ser encontrado, imaginase que hablaría con Gerard y volviera a salir corriendo. Probablemente lo que menos imaginase es que su hermano acudiría en su ayuda.
Tiempo después supe lo que ocurrió después de mi marcha, y fue el mismo Niall quién me lo contó al cabo de mucho, mucho tiempo. Pero ya llegaremos a eso. De momento sigamos los pasos de Gerard, que como imaginé se puso en funcionamiento y en un par de días tomó un avión rumbo a Isla Mauricio. Se hospedaría en el mismo hotel que yo estuve, ya que al no conocer el nombre de la calle donde vivía Niall, era la única referencia para dar con él. Fui muy torpe al no tomar, al menos, alguna foto de ello, pero fue todo tan precipitado que ni siquiera se me ocurrió; sólo quería salir de allí a toda prisa.
Se puso en contacto conmigo de inmediato, al llegar a la isla. Ya era de noche, por tanto habría de esperar al día siguiente para comenzar las pesquisas. Quedamos en estar conectados vía teléfono móvil y hacer una transmisión. El me iria diciendo por dónde iba, y yo le dirigiría según lo recordaba. No obstante preguntaría en el hotel, a ver si por casualidad conocieran las casas que describíamos.
- Daphne, aguarda un momento. me están llamado por el teléfono interior del hotel
- No te preocupes, esperaré.
Al cabo de un rato, volvió a la comunicación y me dejó fria lo que me contó:
- Según me han informado de Recepción, conocen las casas porque es donde vive el "irlandés", y han añadido que estuvo en el hotel preguntando por tí. Imagino que se trata de él. No dejó nota alguna, ni dirección, ni teléfono. Estoy muy preocupado por si ha vuelto a huir de este lugar. No veo la hora de que llegue mañana, a ver si tenemos suerte. Hablaré contigo de inmediato. Ahora trataré de dormir un poco, porque no lo hago desde que me contaste la historia.
- Tranquilízate Gerard. Creo que fue una torpeza por mi parte, salir corriendo. Debí hablar contigo y esperarte. Bueno eso ya no tiene arreglo. Trata de dormir, mañana va a ser un día complicado.
- Hasta mañana
- Hasta mañana Gerard
Y pasaron esos dos días que me había dado de tregua, pero seguía con desánimo, así que recogí mis cosas y abandoné el hotel e Isla Mauricio. Regresaría a casa. Al menos allí sabía a ciencia cierta que no le vería. Lo primero que hice al llegar a Dublín, fue llamar a Gerard; tenía que decirle que había visto a su hermano, y después, pasada la sorpresa, informarle de la clase de vida tan bohemia que llevaba. Sé que le daría un disgusto, pero tenía que saberlo y él sería quién comunicase a sus padres lo que creyera conveniente. Y así lo hice.
- Has regresado muy pronto ¿ no ? - me dijo algo perplejo
- Si, pero es que surgieron cosas y no me apetecía seguir allí
- ¿ Ha pasado algo ?
- Verás, si y no. Prefiero contártelo en persona, porque es algo largo de explicar.
- ¿ Te parece reunirnos para cenar ?
- Si estupendo
- Bien, pues a las siete estaré por ahí. Me dejas preocupado
- No, no te preocupes, pero es algo que pienso debes saber. Te espero entonces esta noche. Llamaré a tus padres cuando cuelgue después de hablar contigo. Deseo saludarles; posiblemente me acerque a verles en estos días.
Esperé impaciente a que Gerard llegara. Creia que no debíamos salir a un restaurante, sino cenar en casa, porque el tema iba a ser largo y estaríamos más cómodos. Como hacía poco tiempo que faltaba de casa, miré en el frigorífico y observé que me faltaban algunas cosas. Decidí que compraría unos platos preparados y así no tendría que cocinar.
Con extrema puntualidad, llegó portando un precioso ramos de flores, que agradecí, porque estaba angustiada no solo por la noticia que debía darle, sino también por mi.. Tras saludarnos y ofrecerle algo de beber, nos acomodamos en el salón y comencé por la parte más fácil, mi llegada a Mauricio; Le describí como era el hotel y el lugar. Pero se dio cuenta de que estaba dando rodeos y es que eso significaba que habría de recibir malas noticias.
- Presiento que estás dando largas a aquello que tengas que decirme, así que vé al grano, por favor. Mi alarma crece por momentos.
- Niall vive en Isla Mauricio- le dije de improviso -. Le vi por casualidad, está bien y creo que no quiere regresar a Irlanda. Le reproché su proceder y me lo explicó. Yo te lo contaré como él me lo contó.
Y narré a Gerard la forma en que nos encontramos, omitiendo los detalles. El me miraba con los ojos como platos, pero al mismo tiempo contento de que su hermano estuviera bien. Dejé para el final la vida bohemia que llevaba y eso le dejó pensativo. Creo que adivinó el porqué su hermano había realizado ese periplo extraño de país en pais hasta llegar a Mauricio. Quizá pensó, al igual que yo, que por fin había encontrado a alguien que le hiciera sentar la cabeza. Aunque yo no lo tenía tan claro, porque de ser así no tenía objeto que nos hubiéramos acostado nuevamente. Pero la ropa que me brindó para vestirme, me hacía dudar de que fuera de un romance ocasional. Probablemente si hubiera dilatado mi estancia allí hubiera averiguado algo más, pero ¿ quería saberlo ? Rotundamente no.
- Voy a ir en su busca- dijo resuelto Gerard -. No puedo permitir que viva como un desterrado. A pesar de todas nuestras diferencias, es mi hermano y deseo que esté con su familia. A mis padres les diré que le viste, pero nada más. Se morirían de tristeza si supieran la verdad
- No te preocupes, por mi no lo sabrán.
A penas probamos la cena ninguno de los dos. Estábamos disgustados y hablamos poco más. No tenía más que esa novedad de mis vacaciones, y precisamente no era un tema al que deberíamos dar más vueltas. Estaba segura que Gerard se pondría en marcha lo más rápidamente posible, aunque más tranquilo al conocer que estaba bien y vivo; eso era lo más importante. Quizá no debí ser tan impulsiva y regresar a casa de inmediato ¿ Debí esperar ? Me daba miedo que en su afán de no ser encontrado, imaginase que hablaría con Gerard y volviera a salir corriendo. Probablemente lo que menos imaginase es que su hermano acudiría en su ayuda.
Tiempo después supe lo que ocurrió después de mi marcha, y fue el mismo Niall quién me lo contó al cabo de mucho, mucho tiempo. Pero ya llegaremos a eso. De momento sigamos los pasos de Gerard, que como imaginé se puso en funcionamiento y en un par de días tomó un avión rumbo a Isla Mauricio. Se hospedaría en el mismo hotel que yo estuve, ya que al no conocer el nombre de la calle donde vivía Niall, era la única referencia para dar con él. Fui muy torpe al no tomar, al menos, alguna foto de ello, pero fue todo tan precipitado que ni siquiera se me ocurrió; sólo quería salir de allí a toda prisa.
Se puso en contacto conmigo de inmediato, al llegar a la isla. Ya era de noche, por tanto habría de esperar al día siguiente para comenzar las pesquisas. Quedamos en estar conectados vía teléfono móvil y hacer una transmisión. El me iria diciendo por dónde iba, y yo le dirigiría según lo recordaba. No obstante preguntaría en el hotel, a ver si por casualidad conocieran las casas que describíamos.
- Daphne, aguarda un momento. me están llamado por el teléfono interior del hotel
- No te preocupes, esperaré.
Al cabo de un rato, volvió a la comunicación y me dejó fria lo que me contó:
- Según me han informado de Recepción, conocen las casas porque es donde vive el "irlandés", y han añadido que estuvo en el hotel preguntando por tí. Imagino que se trata de él. No dejó nota alguna, ni dirección, ni teléfono. Estoy muy preocupado por si ha vuelto a huir de este lugar. No veo la hora de que llegue mañana, a ver si tenemos suerte. Hablaré contigo de inmediato. Ahora trataré de dormir un poco, porque no lo hago desde que me contaste la historia.
- Tranquilízate Gerard. Creo que fue una torpeza por mi parte, salir corriendo. Debí hablar contigo y esperarte. Bueno eso ya no tiene arreglo. Trata de dormir, mañana va a ser un día complicado.
- Hasta mañana
- Hasta mañana Gerard
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