Cuando se reunieron de nuevo, el rostro de Ada había cambiado por completo, y él lo apreció nada más verla. Había vuelto a tener la luz que al principio de trabajar con él tenía. Sonreia con facilidad y fue ella quién le beso al encontrarse de nuevo. Brendan no salía de su asombro. En tan poco tiempo había experimentado un gran cambio en su ánimo; ya no era la chica triste que encontró cuando se vieron y eso le llenó de satisfacción.
- ¿ Qué tal todo ? - le preguntó él
- Bien, muy bien. Me han dicho que me quede hasta el fin de semana, y yo he dicho que si. Creo que debes regresar a Londres: la empresa está sin la mano dura que la dirije. Yo saldré el mismo sábado para reunirme contigo.
- No, ni hablar. He dicho que me quedo contigo y así lo haremos. Si fui capaz de estar en Pais una semana ¿cómo no voy a serlo ahora y permanecer a tu lado? Te siento como un pajarillo que se escapa al abrir la mano. Esa sensación es la que yo tengo. Creo que si me voy no volveré a verte
- No seas tonto. ¡ Claro que me verás ! Pero te diré un secreto: estoy encantada con que permanezcas a mi lado. Te quiero ¿ sabes ? y no me cansaré de repetírtelo.
Al escuchar esas palabras, Brendan se paró en secó. No le importó estar en mitad de la calle, la atrajo hacia sí y la estampó un beso de los de cine. Unos jovenes que pasaban cerca les silvaron riendo, y otros dijeron " así se hace ", continuando su camino ante el sonrojo de Ada y la alegría de Brendan
Se dieron cuenta de que no había comido y tenían hambre, posiblemente porque los nervios se habían relajado despueés de la conversación mantenida y ahora era todo más normal, estaban ambos más tranquilos.
Iremos a cenar a un buen restaurante. Tenemos que celebrar que todo se ha normalizado - dijo Brendan tomando por la cintura a su novia
Porque sí, ya eran oficialmente novios y estaban contentos, muy contentos. Tenían que olvidar los malos ratos, sobretodo Ada, que fue la que permaneció más tiempo con las dudas. Pero olvidaron por completo que él no tenía donde hospedarse, hasta que al salir del restaurante ya de noche, se percataron de ello
- No hay problema - dijo Brendan - Encontraré algo, no te preocupes.
-Si me preocupo. Ven a mi apartamento, es pequeño pero nos arreglaremos
- No cielo, esta noche no.
- ¿ Por qué si puede saberse ?
- Es muy arriesgado. Creo que debemos dejarlo para otro día. Hoy ha sido un día muy complejo y no quiero que mañana amanezcas con dudas y sonrojos. Daremos un plazo prudencial para hacernos a la idea de que nuestra situación ha dado un cambio radical
Pero si iré a desayunar.
- No le veo la diferencia ¿ Qué tiene la noche que no tenga una mañana ?
- ¿ Qué es exactamente lo que quieres?
-Lo sabes perfectamente. Me parece absurdo que esta noche guardemos las formas, cuando seguramente cuando vengas a desayunar, se nos olviden. Pero no quiero obligarte a nada. Daremos tiempo al tiempo
- Me estás tentando y no es algo a lo que esté acostumbrado. Si insinúas que no me apetece, te equivocas de medio a medio.. Me apetece siempre y sobretodo si es con la persona que más quiero, la que más deseo y la que me preocupa más. Y esa eres tú. De acuerdo, me has convencido, esta noche dormiremos juntos por primera vez en la historia.
- Yo no he dicho nada de dormir juntos
-¿ Qué dices ? Entonces porque has insistido tanto
- Es una broma. Y sí, a mi también me apetece, y deseo. Debo haberme vuelto loca ¡ Me voy a acostar con mi jefe ! Toda mi vida he odiado esos tópicos y mira por donde soy la primera que los incumplo
- No soy tu jefe, es más creo que has sido tú la que has mandado en mi siempre, desde que te conocí. No rechazo la invitación pero ¿ sabes a lo que te expones
- Sí, lo sé y me expongo a ello. Quiero hacerlo; se muy bien lo que vamos a hacer y lo he deseado durante tanto tiempo que no puedo resistirme
- No soy alguien que ponga barreras, y menos contigo. Soy de mente abierta y deseo que ambos participemos sin rubores ni cortapisas. Que me digas lo que deseas, lo mismo que yo te lo diré. Creo que es lo conveniente para alguien como nosotros que vamos a emprender nuestra vida juntos. Admito todas las sugerencias y no me asusto de nada, así que te pongo en antecedentes que va a ser muy especial. Si, si, no te rías. Será especial porque se trata de tí, de nosotros y a pesar de lo que creas, mis anteriores encuentros han sido pura rutina. Pagaba por ello, así que se hacía lo que yo demandara. Pero ahora es diferente; eres mi pareja, te quiero y te deseo. Espero que a ti te ocurra lo mismo y que esta noche no la olvidemos nunca..
Ella le miró muy seria. Todo lo que decía era en serio. Su mirada y su rostro lo expresaban abiertamente y con sinceridad. Ni en sus mejores fantasías Ada, hubiera esperado una respuesta semejante. Pero ¿ y ella ? Lo deseaba también. Desde que se encontraron por la mañana, en su interior se empezaba a iluminar con una esperanza nueva. La estaba dando muestras de que la quería, que estaba allí por ella, y no era un capricho.
La constaba que había sido así, porque de lo contrario no hubiera ido a visitar a Margaret ni acudir a Bristol en busca de información. Y se lo estaba demostrando ahora, apretando su mano con la de él, abrazando su cintura, diciéndoselo con la mirada. ¿ Estaba viviendo un sueño ? No, era absolutamente real, y en ese momento dio por bien empleado todos los padecimientos que sintió por este hombre.
Sabía que no era un tímido, que había tenido sus juergas, pero ahora estaba con ella, había ido a por ella y le creía cuando la decía que todo era diferente. Tenía que comenzar a creerse lo que estaba pasando. Había dejado todo por encontrarla y seguía aquí, con ella. Tenía un pretexto para haber regresado a Londres al tener que demorar su abandono del trabajo, y sin embargo ha decidido quedarse con ella, y que regresen juntos. Verdaderamente la quería y ella le amaba también y si todo salía como estaban planeando, su vida juntos era cuestión de poco tiempo.
Inclinó sonriente la cabeza sobre el hombro de él, que la estrechaba contra sí con inmenso cariño
- ¿ Qué tal todo ? - le preguntó él
- Bien, muy bien. Me han dicho que me quede hasta el fin de semana, y yo he dicho que si. Creo que debes regresar a Londres: la empresa está sin la mano dura que la dirije. Yo saldré el mismo sábado para reunirme contigo.
- No, ni hablar. He dicho que me quedo contigo y así lo haremos. Si fui capaz de estar en Pais una semana ¿cómo no voy a serlo ahora y permanecer a tu lado? Te siento como un pajarillo que se escapa al abrir la mano. Esa sensación es la que yo tengo. Creo que si me voy no volveré a verte
- No seas tonto. ¡ Claro que me verás ! Pero te diré un secreto: estoy encantada con que permanezcas a mi lado. Te quiero ¿ sabes ? y no me cansaré de repetírtelo.
Al escuchar esas palabras, Brendan se paró en secó. No le importó estar en mitad de la calle, la atrajo hacia sí y la estampó un beso de los de cine. Unos jovenes que pasaban cerca les silvaron riendo, y otros dijeron " así se hace ", continuando su camino ante el sonrojo de Ada y la alegría de Brendan
Se dieron cuenta de que no había comido y tenían hambre, posiblemente porque los nervios se habían relajado despueés de la conversación mantenida y ahora era todo más normal, estaban ambos más tranquilos.
Iremos a cenar a un buen restaurante. Tenemos que celebrar que todo se ha normalizado - dijo Brendan tomando por la cintura a su novia
Porque sí, ya eran oficialmente novios y estaban contentos, muy contentos. Tenían que olvidar los malos ratos, sobretodo Ada, que fue la que permaneció más tiempo con las dudas. Pero olvidaron por completo que él no tenía donde hospedarse, hasta que al salir del restaurante ya de noche, se percataron de ello
- No hay problema - dijo Brendan - Encontraré algo, no te preocupes.
-Si me preocupo. Ven a mi apartamento, es pequeño pero nos arreglaremos
- No cielo, esta noche no.
- ¿ Por qué si puede saberse ?
- Es muy arriesgado. Creo que debemos dejarlo para otro día. Hoy ha sido un día muy complejo y no quiero que mañana amanezcas con dudas y sonrojos. Daremos un plazo prudencial para hacernos a la idea de que nuestra situación ha dado un cambio radical
Pero si iré a desayunar.
- No le veo la diferencia ¿ Qué tiene la noche que no tenga una mañana ?
- ¿ Qué es exactamente lo que quieres?
-Lo sabes perfectamente. Me parece absurdo que esta noche guardemos las formas, cuando seguramente cuando vengas a desayunar, se nos olviden. Pero no quiero obligarte a nada. Daremos tiempo al tiempo
- Me estás tentando y no es algo a lo que esté acostumbrado. Si insinúas que no me apetece, te equivocas de medio a medio.. Me apetece siempre y sobretodo si es con la persona que más quiero, la que más deseo y la que me preocupa más. Y esa eres tú. De acuerdo, me has convencido, esta noche dormiremos juntos por primera vez en la historia.
- Yo no he dicho nada de dormir juntos
-¿ Qué dices ? Entonces porque has insistido tanto
- Es una broma. Y sí, a mi también me apetece, y deseo. Debo haberme vuelto loca ¡ Me voy a acostar con mi jefe ! Toda mi vida he odiado esos tópicos y mira por donde soy la primera que los incumplo
- No soy tu jefe, es más creo que has sido tú la que has mandado en mi siempre, desde que te conocí. No rechazo la invitación pero ¿ sabes a lo que te expones
- Sí, lo sé y me expongo a ello. Quiero hacerlo; se muy bien lo que vamos a hacer y lo he deseado durante tanto tiempo que no puedo resistirme
- No soy alguien que ponga barreras, y menos contigo. Soy de mente abierta y deseo que ambos participemos sin rubores ni cortapisas. Que me digas lo que deseas, lo mismo que yo te lo diré. Creo que es lo conveniente para alguien como nosotros que vamos a emprender nuestra vida juntos. Admito todas las sugerencias y no me asusto de nada, así que te pongo en antecedentes que va a ser muy especial. Si, si, no te rías. Será especial porque se trata de tí, de nosotros y a pesar de lo que creas, mis anteriores encuentros han sido pura rutina. Pagaba por ello, así que se hacía lo que yo demandara. Pero ahora es diferente; eres mi pareja, te quiero y te deseo. Espero que a ti te ocurra lo mismo y que esta noche no la olvidemos nunca..
Ella le miró muy seria. Todo lo que decía era en serio. Su mirada y su rostro lo expresaban abiertamente y con sinceridad. Ni en sus mejores fantasías Ada, hubiera esperado una respuesta semejante. Pero ¿ y ella ? Lo deseaba también. Desde que se encontraron por la mañana, en su interior se empezaba a iluminar con una esperanza nueva. La estaba dando muestras de que la quería, que estaba allí por ella, y no era un capricho.
La constaba que había sido así, porque de lo contrario no hubiera ido a visitar a Margaret ni acudir a Bristol en busca de información. Y se lo estaba demostrando ahora, apretando su mano con la de él, abrazando su cintura, diciéndoselo con la mirada. ¿ Estaba viviendo un sueño ? No, era absolutamente real, y en ese momento dio por bien empleado todos los padecimientos que sintió por este hombre.
Sabía que no era un tímido, que había tenido sus juergas, pero ahora estaba con ella, había ido a por ella y le creía cuando la decía que todo era diferente. Tenía que comenzar a creerse lo que estaba pasando. Había dejado todo por encontrarla y seguía aquí, con ella. Tenía un pretexto para haber regresado a Londres al tener que demorar su abandono del trabajo, y sin embargo ha decidido quedarse con ella, y que regresen juntos. Verdaderamente la quería y ella le amaba también y si todo salía como estaban planeando, su vida juntos era cuestión de poco tiempo.
Inclinó sonriente la cabeza sobre el hombro de él, que la estrechaba contra sí con inmenso cariño
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