sábado, 22 de febrero de 2020

Los mudos testigos - Capítulo 13 - Inquietud

    Mientras se arreglaba para ir al consultorio, los pensamientos de la noche anterior, asaltaron de nuevo su cabeza, y durante todo el camino no dejo de pensar en ello. ¿ Y si hubiera interpretado mal la deferencia de él?  Tenía que preguntárselo;  no podía vivir con esa duda, ni tampoco hacerse unas ilusiones que no existían.  Hablaría con Peter en cuanto tuvieran un momento libre.  Llegó temprano a su trabajo.  Puso en marcha los ordenadores y repasó la agenda y el correo por si hubiera alguna novedad.  Aún faltaba mucho para que llegaran Peter  y Dylan, pero en casa no podía parar, así que decidió ir a trabajar.


    Al poco rato de llegar ella, lo hizo Peter que se extrañó que ella estuviera desde tan temprana hora .  La besó en la frente y la preguntó si había alguna novedad digna de mención

-  Todo normal.  Quiero hablar contigo cuando tengas un momento libre - le dijo
- Bien, pues ahora.  Dime
- Prefiero en otro momento, está a punto de llegar Dylan y es algo privado
- Pues no sé... ¿ En la comida ?
- Bien, quedamos en la comida
- ¿ Estás bien ?  Te noto extraña
- Si, si, estoy bien; sólo que a penas he dormido.  Es sobre algo que me dijiste ayer, que me dejo  preocupada.  Pero no tiene importancia

    Y en ese momento se abrió la puerta y Dylan entró dando los buenos días.  Ambos amigos se pusieron a comprobar las planillas que Erin les había dado referente a las consultas que tenían para ese día.  Todo estaba claro y preciso, como  siempre.  Después cada uno entró en su despacho organizando el trabajo.  Los pacientes no tardarían en llegar según los horarios de citas que Erin les había entregado.

    Se mostraba inquieta, con la inquietud que desde hacía días no la abandonaba, y seguía sin saber porqué.  No quería comentar nada a Peter para no alarmarle, pero su nerviosismo iba en aumento.  De nuevo el presentimiento ocupaba su cabeza y no la dejaba concentrarse en nada.  Esa tensión no podría soportarla durante mucho tiempo y es lo que la ponía nerviosa ¿ qué la estaba pasando ?, y lo peor es que no quería comentar nada, porque nadie podía hacer nada; todo lo que la recomendaban era que fuese a la policía, pero ella sabía que sin pruebas nadie podía actuar contra su ex.

Y llegó la hora de la comida.  Dylan se fue a su casa y ellos quedaron solos en el consultorio:  no saldrían a comer, pedirían algo y así tendrían más tiempo para hablar lo que fuera que tuviera que decir Erin.  Se reunieron en la salita que,   a modo de office era  donde tenían la cafetera y  ellos descansaban en algún momento tomando un café entre consulta y consulta.  Sentados uno frente al otro y mientras comían, Peter la preguntó

- Y bien ¿ qué te preocupa ?

- Deseo si ello es posible, me aclares lo que significa la conversación que tuvimos ayer - El se la quedó mirando muy serio, dejó su cubierto en el plato y dijo

- Veo que no lo entendiste ¿ qué es exactamente lo que te inquieta y por qué ?

- No entendí bien lo de tu regreso y lo que lo motivó.  Lo cambiado que estás desde que te fuiste.  Antes por nada te enfadabas y dejabas de hablarme. No termino de entenderte y si pienso en la conversación de ayer, aún me preocupo más

- Creía habértelo dejado claro, pero veo que no es así. Te quiero Erin, y creo que desde hace mucho. Te expliqué por qué tenía ese carácter tan agrio, que chocaba con mi recuerdo de  Celine y contigo, viéndote a diario.  Estaba furioso conmigo mismo porque quería deshacerme de ese recuerdo y no lo conseguía.  Y al mismo tiempo cada vez me sentía más atraído hacia ti.  Aprovechando una especialización pensé que lo mejor sería poner tierra de por medio y analizar concienzudamente lo que significabas para mí.  Me llevó mucho tiempo, hasta que lo tuve claro,  y regresé. Y al verte nuevamente se confirmaron mis sospechas: eras tú quién me importaba de verdad y con quién deseaba plantear mi futuro.  De Celine  ni el menor rastro.  Además  ella estaba casada, y aunque no lo estuviera, ya no significaba nada para mí.

    Al ver que ella no decía nada, comenzó a ponerse nervioso.  No sabía qué más podía decirla para confirmarla  que a quién deseaba era a ella y no a ninguna otra


- ¿ No estás convencida ? No sé qué más puedo decirte

- Sí.  Era eso. Había entendido lo que dijiste, pero me parecía tan irreal que pensé me había hecho falsas ilusiones.  Por que yo también te quiero.

- Entonces ¿ podemos ser novios, y cuando nos conozcamos más a fondo, unir nuestras vidas ? ¿Es eso lo que quieres? Si se trata de eso, yo también lo quiero así -.  Se levantó de su asiento y fue hasta donde estaba ella besándola y abrazándola

- Te querré y protegeré siempre

- ¡ Oh Peter ! Perdona mi desconfianza.  No tengo la cabeza bien; no sé qué me pasa.  No consigo ahuyentar de mi, esa especie de presentimiento que me atenaza y no sé qué hacer para que acabe

- Vayamos a la policía.  Que investiguen.  Que averigüen lo que ha sido de la vida de ese hombre, en dónde vive, si está casado o permanece soltero..., en fin, que hagan algo, lo que pueda hacerse, pero no debes vivir con ese temor.  Yo te protejo

- Pero no siempre estás.  Tienes las guardias en el hospital y son veinticuatro horas, como mínimo  las que te ausentas

- Vives en un lugar muy solitario y estás muy desprotegida aunque yo no vaya al hospital.  Yo también tengo miedo, porque tú lo tienes y no es normal en alguien tan cuadriculado como tú, y creo que es debido a algo.  Que ese presentimiento, es por algo.  Por eso vamos ahora mismo a la jefatura.  Que hagan algo y así podremos tener nuestra vida con tranquilidad.

    Y fueron y hablaron con el agente más inmediato, que además les conocía como paciente.  Les atendió de inmediato y escuchó la narración de lo que sentía Erin y de los antecedentes y el por qué se habían divorciado, pero todo lo que podía hacer sería estar atento a cualquier síntoma sospechoso, pero al no saber nada, no podían ni ponerla vigilancia ni actuar con el sospechoso.

- Sabéis que aquí nos conocemos todos. Si lo hubieras dicho mientras estaban los turistas, si hubiera podido poner a alguien que vigilase, pero ya no están, y no puedo hacer más que prestar atención a todo lo extraño que pueda suceder.  Olvídate del tema y... tranquila.  Además dudo mucho que sepa donde vives.

    Salieron de la Jefatura más tranquilos, en parte, porque Erin, seguía sin estar plenamente satisfecha, aunque entendía la posición del agente. Pero la dijo que se informaría,. y eso significaba que pediría informes a la central por si él hubiera cometido, siquiera, alguna infracción de tráfico por la que pudieran imputarle.  Regresaron al consultorio y la tarde transcurrió con toda normalidad.

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