Y el verano terminó. Y el hotel cerró sus puertas para su remodelación y limpieza, con el fin de una nueva apertura en la siguiente primavera. Bella inició sus clases nuevamente y Florence, se dedicó de pleno a la administración del hotel y de su propia casa. Los empleados tenían vacaciones. Maxim renunció a ellas; no tenía ningún interes en viajar, pero la realidad es que permanecer al lado de Florence era lo que más le apetecía. Estaba profundamente enamorado de ella, aunque parecía que su jefa no se diera cuenta . La propuso hacer un viaje juntos, siquiera una semana. Necesitaban vacaciones, relajarse y dejar atrás esa temporada tan extraña que habían vivido
- Vayámonos a cualquier lugar en el que podamos estar tranquilos. Viajemos a Sidney, o a Adelaida, a Melburne, a cualquier sitio en el que te olvides del hotel y sus problemas
- No puedo dejar a mi hija sola. Compréndelo; antes era distinto, pero ahora no está mi madre
-¿ Tendrás alguna vez tiempo para ti..., para nosotros ?.
- Maxim, la situación es la que es. Estamos bien como estamos
- No, perdona. Tú estás bien como estás, pero yo no. Sabes que te quiero, que deseo casarme contigo, que te necesito a mi lado constantemente, y no de vez en cuando. Te he ofrecido mi ayuda y también la rechazas. Pienso que nunca vas a cambiar; sencillamente no me amas, y no tienes el más mínimo interés en que lo nuestro vaya adelante. Muy bien, que así sea. Yo si me iré de vacaciones, hoy mismo, ahora
Florence, se quedó perpleja ante su reacción, pero al mismo tiempo comprendía que no le faltaba razón. Pero su hija estaba por encima de todo. Se equivocaba cuando M;axim pensaba que no le quería; no sentía un amor platónico, pero si le quería y gustaba de su compañía. Salió corriendo detrás de él, que se había marchado bastante enfadado. Le alcanzó en la puerta de su apartamento
- Maxim, por favor, espera. No te enfades. Tienes que comprenderme. Mi hija es aún muy joven y acaba de sufrir una pérdida muy importante para ella
- Está bien, está bien. Ya te dije que lo comprendía, pero no voy a esperar eternamente a que cuando seamos viejos decidas unir nuestras vidas. Estoy loco por ti, pero no eres la única mujer sobre la tierra, tenlo presente.
- ¿ Es una amenaza? Porque que yo sepa no hemos firmado un contrato para acostarnos cada vez que se te antoje
-Pero tampoco cuando tú lo desees.Ahora te ruego que te vayas, voy a preparar mi equipaje-. Ella se acerco melosa y todo el enfado de Maxim termino abrazándola y empujándola hacia la cama. Y la reconciliación fue hacer el amor, una vez más. Prometió a Maxim que estudiaría su propuesta y quizás echaran alguna escapada a algún sitio cercano durante algunos días. Bella vivió durante una semana en casa de una amiga, y ellos dos se fueron de viaje y a su regreso unirían sus vidas en matrimonio.
Y se casaron un mes antes de comenzar la nueva temporada turística, y entre los dos llevarían la dirección del hotel. Y para el nuevo curso, Bella seguiría unos estudios de dirección de empresas, enfocado a que algún día ella se hiciera cargo del negocio, que sería ampliado a un hotel con mayor capacidad.
Y despacio, pero inexorablemente, los plazos se fueron cumpliendo y Bella termino sus estudios y Florence y Maxim tuvieron un hijo que fue la alegria de la casa, que poco a poco tomaba su pulso dejando atrás los malos ratos, que no el recuerdo de Anna. Como viaje de fin de carrera, Bella propuso a su madre que la permitiese ir a Italia. Deseaba conocer la tierra de su abuela, y además era una promesa que la hizo antes de morir. Florence se escandalizó, pero Bella contaba con la ayuda de Maxim y Celyn, con lo cual no le quedó más remedio que ceder ante las presiones de todos, y Bella se vió preparando su viaje rumbo a Italia, la tierra de su abuela, a la que hubiera deseado fuese acompañada por ella, pero que no pudo ser.
Miles de recomendaciones le hizo Florence, que era la primera vez que su hija viajaría al extranjero completamente sola, y nada menos que a Italia.Por lo que su madre le había contado, la fama de conquistadores de los italianos, no era en vano.
-Ten mucho cuidado. No conoces el carácter de ellos y pueden engatusarte. Bajo la capa de romanticismo buscan lo que buscan todos los hombres, máxime si eres extranjera
- Pero vamos a ver, mamá. Tú nunca has estado allí ¿ cómo puedes hablar así ?
- Tu abuela era de allí y fue ella quién me lo dijo
-Pero los tiempos han cambiado. Ellos y nosotros también. Tengo veintirés años y se por dónde aprieta el zapato. Además... no estaría mal estrenarme con un italiano - lo dijo riendo, gastando esa broma a su madre, pero Florence se quedó escandalizada- Bueno ya está todo listo y el taxi está por llegar- dijo Bella riendo al ver la expresión de su madre
- ¿ Estás preparada ? - dijo Maxim - el taxi estará aquí en cinco minutos-. Antes de irte ¿ puedo hablar contigo un momento?-la dijo Maxim, que tomándola por el codo, la condujo hacia un lado de la habitación
- Por favor Bella, ten mucho cuidado. No me hagas pasar un calvario aguantando a tu madre la preocupación por ti. Y llámanos a menudo. Toma, no es mucho dinero, pero te ayudará con lo que te ha dado tu madre. Si no te alcanza o te ves en apuros, llámanos y te haremos un giro inmediatamente.
-¡ Oh Maxim !, eres el mejor padre que mamá podía haberme dado, porque del biológico, mejor no hablemos. Prometo que no os daré motivo de preocupación. Tengo ¡ tanta ilusión!
En ese momento, se escuchó el cláxon del taxi que veía a recogerla. Abrazó a Florence y a Maxim, pero no pudo hacerlo con su hermano, que estaba en el colegio. Tomaría un vuelo interior hasta Sidney y de allí , escala en Roma y después a Sicilia, a Taormina. Buscaría a alguien, si es que aún vivian quienes conocieron a su abuela y una vez visitada la ciudad y si le quedaba dinero, quizá se quedaría unos días en Roma. Sería un pecado viajar a Italia, y no conocer la Ciudad Eterna.
- Vayámonos a cualquier lugar en el que podamos estar tranquilos. Viajemos a Sidney, o a Adelaida, a Melburne, a cualquier sitio en el que te olvides del hotel y sus problemas
- No puedo dejar a mi hija sola. Compréndelo; antes era distinto, pero ahora no está mi madre
-¿ Tendrás alguna vez tiempo para ti..., para nosotros ?.
- Maxim, la situación es la que es. Estamos bien como estamos
- No, perdona. Tú estás bien como estás, pero yo no. Sabes que te quiero, que deseo casarme contigo, que te necesito a mi lado constantemente, y no de vez en cuando. Te he ofrecido mi ayuda y también la rechazas. Pienso que nunca vas a cambiar; sencillamente no me amas, y no tienes el más mínimo interés en que lo nuestro vaya adelante. Muy bien, que así sea. Yo si me iré de vacaciones, hoy mismo, ahora
Florence, se quedó perpleja ante su reacción, pero al mismo tiempo comprendía que no le faltaba razón. Pero su hija estaba por encima de todo. Se equivocaba cuando M;axim pensaba que no le quería; no sentía un amor platónico, pero si le quería y gustaba de su compañía. Salió corriendo detrás de él, que se había marchado bastante enfadado. Le alcanzó en la puerta de su apartamento
- Maxim, por favor, espera. No te enfades. Tienes que comprenderme. Mi hija es aún muy joven y acaba de sufrir una pérdida muy importante para ella
- Está bien, está bien. Ya te dije que lo comprendía, pero no voy a esperar eternamente a que cuando seamos viejos decidas unir nuestras vidas. Estoy loco por ti, pero no eres la única mujer sobre la tierra, tenlo presente.
- ¿ Es una amenaza? Porque que yo sepa no hemos firmado un contrato para acostarnos cada vez que se te antoje
-Pero tampoco cuando tú lo desees.Ahora te ruego que te vayas, voy a preparar mi equipaje-. Ella se acerco melosa y todo el enfado de Maxim termino abrazándola y empujándola hacia la cama. Y la reconciliación fue hacer el amor, una vez más. Prometió a Maxim que estudiaría su propuesta y quizás echaran alguna escapada a algún sitio cercano durante algunos días. Bella vivió durante una semana en casa de una amiga, y ellos dos se fueron de viaje y a su regreso unirían sus vidas en matrimonio.
Y se casaron un mes antes de comenzar la nueva temporada turística, y entre los dos llevarían la dirección del hotel. Y para el nuevo curso, Bella seguiría unos estudios de dirección de empresas, enfocado a que algún día ella se hiciera cargo del negocio, que sería ampliado a un hotel con mayor capacidad.
Y despacio, pero inexorablemente, los plazos se fueron cumpliendo y Bella termino sus estudios y Florence y Maxim tuvieron un hijo que fue la alegria de la casa, que poco a poco tomaba su pulso dejando atrás los malos ratos, que no el recuerdo de Anna. Como viaje de fin de carrera, Bella propuso a su madre que la permitiese ir a Italia. Deseaba conocer la tierra de su abuela, y además era una promesa que la hizo antes de morir. Florence se escandalizó, pero Bella contaba con la ayuda de Maxim y Celyn, con lo cual no le quedó más remedio que ceder ante las presiones de todos, y Bella se vió preparando su viaje rumbo a Italia, la tierra de su abuela, a la que hubiera deseado fuese acompañada por ella, pero que no pudo ser.
Miles de recomendaciones le hizo Florence, que era la primera vez que su hija viajaría al extranjero completamente sola, y nada menos que a Italia.Por lo que su madre le había contado, la fama de conquistadores de los italianos, no era en vano.
-Ten mucho cuidado. No conoces el carácter de ellos y pueden engatusarte. Bajo la capa de romanticismo buscan lo que buscan todos los hombres, máxime si eres extranjera
- Pero vamos a ver, mamá. Tú nunca has estado allí ¿ cómo puedes hablar así ?
- Tu abuela era de allí y fue ella quién me lo dijo
-Pero los tiempos han cambiado. Ellos y nosotros también. Tengo veintirés años y se por dónde aprieta el zapato. Además... no estaría mal estrenarme con un italiano - lo dijo riendo, gastando esa broma a su madre, pero Florence se quedó escandalizada- Bueno ya está todo listo y el taxi está por llegar- dijo Bella riendo al ver la expresión de su madre
- ¿ Estás preparada ? - dijo Maxim - el taxi estará aquí en cinco minutos-. Antes de irte ¿ puedo hablar contigo un momento?-la dijo Maxim, que tomándola por el codo, la condujo hacia un lado de la habitación
- Por favor Bella, ten mucho cuidado. No me hagas pasar un calvario aguantando a tu madre la preocupación por ti. Y llámanos a menudo. Toma, no es mucho dinero, pero te ayudará con lo que te ha dado tu madre. Si no te alcanza o te ves en apuros, llámanos y te haremos un giro inmediatamente.
-¡ Oh Maxim !, eres el mejor padre que mamá podía haberme dado, porque del biológico, mejor no hablemos. Prometo que no os daré motivo de preocupación. Tengo ¡ tanta ilusión!
En ese momento, se escuchó el cláxon del taxi que veía a recogerla. Abrazó a Florence y a Maxim, pero no pudo hacerlo con su hermano, que estaba en el colegio. Tomaría un vuelo interior hasta Sidney y de allí , escala en Roma y después a Sicilia, a Taormina. Buscaría a alguien, si es que aún vivian quienes conocieron a su abuela y una vez visitada la ciudad y si le quedaba dinero, quizá se quedaría unos días en Roma. Sería un pecado viajar a Italia, y no conocer la Ciudad Eterna.
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