Al cabo de varias horas llegaron al hospital de Lusaka. Las voces se corrieron rápidamente por el recinto:"habían llegado los colaboradores del doctor Damon". Rápidamente fueron atendidos los tres supervivientes de la masacre de la guerrilla
Allí Therry supo que habían estado dos días encerrados en el zulo. Poco a poco Lissy recobraba la consciencia pero su cerebro se negaba a reconocer lo que había sucedido. Preguntaba por Matt y siempre recibía evasivas
--Pero ¿no estamos en Lusaka? pues hasta aquí venía él. Por favor averiguar algo
Una mañana, cuando ya estaba recuperada, observó que Therry hablaba con un militar y por el rostro de su amiga supo que lo que hablaban no era bueno. Una vez terminada la conversación, ávida de tener noticias le preguntó impaciente
--¿Qué te ha dicho? ¿Han dado con el paradero de Matt?
--Verás Lissy, lo que te voy a decir es doloroso y espero y deseo que tengas la suficiente entereza para escucharlo
--¿Ha muerto, verdad?- dijo Lissy con el rostro demudado
--Si. A los pocos kilómetros del poblado se toparon con la guerrilla y tirotearon a todos matándoles. No hubo supervivientes
--¡ Oh Dios mio !
Se cubrió la cara con las manos rompiendo en un llanto silencioso, sin gritos. Therry la abrazó y ambas lloraron juntas por la desaparición de aquel hombre que había entregado su saber y su juventud a las gentes de ese pais .
--Al menos lo habrán enterrado. ¿No?
--Todavía no los han encontrado, pero me aseguran que pronto localizarán el lugar, una vez hayan controlado a la guerrilla que anda por la zona.
Lissy no dijo más. Secó su llanto y no articuló palabra.Estuvieron en Lusaka dos días más, pero Therry decidió que tenía que sacar a su amiga de allí anto antes y regresar a Inglaterra. LIz apenas hablaba, quería estar sola
--Pero no puedes estar así. Ni siquiera deseas que esté contigo y para mí eres como una hermana. Matt te encomendó a mi y cuidaré de ti aunque no quieras.
Lissy lloraba despacio mirando a Therry, como si ésta no se diera cuenta de lo que pasaba por su cabeza
--Ve tu a Inglaterra, yo me quedo aquí hasta recuperar su cuerpo. Una y otra vez vuelve a mi cabeza nuestra despedida, y te aseguro que es en lo que quiero pensar, porque aunque sea dolorosa, pensando en él, veo su rostro y su sonrisa, y eso lejos de doler, me consuela
--Escúchame no podemos quedarnos aquí. No tenemos trabajo ni dinero y va a ser muy costoso el poder recuperarle. He pensado lo siguiente: volvemos a casa, a mi ciudad, en la que fue de mis padres, podemos vivir las dos, buscamos un trabajo y ahorramos todo el dinero que necesitemos para volver aquí al cabo de unos meses y entonces realizamos los trámites pertinentes.
Therry empleó toda su astucia para persuadir a su amiga de que debían regresar, pero a fuerza de insistir lo consiguió y al cabo de tres días se dirigían al aeropuerto rumbo a casa
Desde la ventanilla del avión quería divisar el paisaje ídilico de sus días en el poblado y a través del cristal creyó ver el rostro amado que le sonreia. No pudo evitar que sus ojos se llenasen de lágrimas.¡Qué distinto y descorazonador el viaje de regreso!
Los motores se pusieron en marcha y el avión se deslizaba suavemente por la pista, pero pronto alcanzó la velocidad suficiente para el despegue. Las dos amigas se miraron con los ojos humedecidos por el llanto y juntaron sus manos, compartiendo de nuevo ese momento de intensa emoción.
El viaje fue largo y pesado. Durante el trayecto apenas si sostuvieron alguna conversación. Lissy fingía dormir y Therry unas veces lo hacía, y otras veía la película que proyectaban, mientras pensaba
--Dios mio, que no pongan Memorias de Africa, por favor
Tuvo suerte, no la pusieron. Y por fin llegaron a Heathrow. Como de costumbre llovía sobre Londres
Allí Therry supo que habían estado dos días encerrados en el zulo. Poco a poco Lissy recobraba la consciencia pero su cerebro se negaba a reconocer lo que había sucedido. Preguntaba por Matt y siempre recibía evasivas
--Pero ¿no estamos en Lusaka? pues hasta aquí venía él. Por favor averiguar algo
--¿Qué te ha dicho? ¿Han dado con el paradero de Matt?
--Verás Lissy, lo que te voy a decir es doloroso y espero y deseo que tengas la suficiente entereza para escucharlo
--¿Ha muerto, verdad?- dijo Lissy con el rostro demudado
--Si. A los pocos kilómetros del poblado se toparon con la guerrilla y tirotearon a todos matándoles. No hubo supervivientes
--¡ Oh Dios mio !
Se cubrió la cara con las manos rompiendo en un llanto silencioso, sin gritos. Therry la abrazó y ambas lloraron juntas por la desaparición de aquel hombre que había entregado su saber y su juventud a las gentes de ese pais .
--Al menos lo habrán enterrado. ¿No?
--Todavía no los han encontrado, pero me aseguran que pronto localizarán el lugar, una vez hayan controlado a la guerrilla que anda por la zona.
Lissy no dijo más. Secó su llanto y no articuló palabra.Estuvieron en Lusaka dos días más, pero Therry decidió que tenía que sacar a su amiga de allí anto antes y regresar a Inglaterra. LIz apenas hablaba, quería estar sola
--Pero no puedes estar así. Ni siquiera deseas que esté contigo y para mí eres como una hermana. Matt te encomendó a mi y cuidaré de ti aunque no quieras.
Lissy lloraba despacio mirando a Therry, como si ésta no se diera cuenta de lo que pasaba por su cabeza
--Ve tu a Inglaterra, yo me quedo aquí hasta recuperar su cuerpo. Una y otra vez vuelve a mi cabeza nuestra despedida, y te aseguro que es en lo que quiero pensar, porque aunque sea dolorosa, pensando en él, veo su rostro y su sonrisa, y eso lejos de doler, me consuela
--Escúchame no podemos quedarnos aquí. No tenemos trabajo ni dinero y va a ser muy costoso el poder recuperarle. He pensado lo siguiente: volvemos a casa, a mi ciudad, en la que fue de mis padres, podemos vivir las dos, buscamos un trabajo y ahorramos todo el dinero que necesitemos para volver aquí al cabo de unos meses y entonces realizamos los trámites pertinentes.
Therry empleó toda su astucia para persuadir a su amiga de que debían regresar, pero a fuerza de insistir lo consiguió y al cabo de tres días se dirigían al aeropuerto rumbo a casa
Los motores se pusieron en marcha y el avión se deslizaba suavemente por la pista, pero pronto alcanzó la velocidad suficiente para el despegue. Las dos amigas se miraron con los ojos humedecidos por el llanto y juntaron sus manos, compartiendo de nuevo ese momento de intensa emoción.
El viaje fue largo y pesado. Durante el trayecto apenas si sostuvieron alguna conversación. Lissy fingía dormir y Therry unas veces lo hacía, y otras veía la película que proyectaban, mientras pensaba
--Dios mio, que no pongan Memorias de Africa, por favor
Tuvo suerte, no la pusieron. Y por fin llegaron a Heathrow. Como de costumbre llovía sobre Londres
Recogieron sus bolsas de viaje, con apenas un pantalón, una camiseta, ropa interior y útiles de aseo que les habían facilitado en el Consulado inglés, puesto que todas sus pertenencias se perdieron en el asalto de la guerrilla. Una vez fuera del aeropuerto tomaron un taxi y se encaminaron hacia la ciudad. Buscaron una pensión económica en donde pasar la noche y al día siguiente tomarían un autobús que les llevaría hasta Bath, el sitio en donde Therry había nacido y vivido hasta su viaje a Africa.. Vivirían allí como habian planeado.
Hacia el mediodía llegaron a la ciudad y lo primero que hicieron fue almorzar y después irían hacia la casa familiar que Therry había heredado de sus padres que sería su hogar en adelante.
Estaba situada a las afueras de la ciudad, pero era preciosa y aún conservaba las flores del pasado verano, ya que el Otoño era muy benigno. A Lissy le agradó la casa y fue la primera sonrisa que esbozó en mucho tiempo. Dado que el equipaje era escaso, tardaron poco en acomodarlo en los armarios. Abrieron las ventanas y salieron al jardín. Para animar a su amiga la cogió por las manos y empezaron a dar vueltas como dos crías pequeñas, al tiempo que reían y gritaban
--¡ Estamos en casa, estamos en casa !
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