Se miraban sin pronuncia palabra, sus manos enlazadas y sus ojos fijos uno en el otro. Podía adivinarse lo que cada uno de ellos pensaba. Había sido una noche mágica que había ocurrido sin buscarla, sin pensatlo, pero que ahí estaba. Habían dormido juntos se habían amado intensamente. Ella había conocido el placer por primera vez y él nunca había sentido tanto deleite como con Ann.
Y de gilpe se dieron cuenta de la realidad: Robert tenía otra pareja; ella no, pero debía respetar su vida. Lentamente se levanto soltándose del abrazo de él que extrañado la preguntó:
- ¿ Dónde vas ? Es pronto aún y es año nuevo
- Lo sé Robert, lo sé
- Lo sabes, pero...
- Ha sido una noche increible. Me has colmado de caricias, de besos, de palabras hermosas. Por primera vz en mi vida me sentí deseada, pero no puede ser. Tu estás comprometido y aunque anoche no quise pensar en ello. ahora, friamente, si lo hago. Ha sido precioso porque yo te quiero, Robert, siempre te he querido, pero llegué tarde; desaproveche mi tiempo y ahora debo dejarte ir
- ¿ Qué estás diciendo? Yo también te quiero y así ha sido siempre, desde el principio de verte. Lo de Jenny fue una circunstancia que ocurrió en un momento en que la soledad y tu ausencia me agobiaban, pero ya no. He conocido a la mujer de mi vida. He recibido sus caricias y sus dulces palabras ¿ Crees acaso que voy a dejarte ir ? Te he buscado durante mucho tiempo, y aún sin saberlo, he seguido amándote. Me bastó un instante en un ascensor, para compender que Jenny no reperesenta nada para mí, y que tú lo eres todo. No he sido ningún monje, pero no he amado a nadie más que a ti. Y contigo deseo compartir mi vida. ¿ Crees acaso que una relación a distancia, casi siempre solo, puede mantenerse? No le echo la culpa a Jenny, pero las cosas no funcionan de esa forma. Estaba escrito el volvernos a encontrar y no te dejaré marchar.
- No Robert. No pienso ser la querida de alguien, la que destroza parejas. No es justo ni para ella ni para mi. Ella te quiere; es su trabajo y has de respetarlo. Vuelve con ella y sed felices, lo mereces. Habla sinceramente , ábre tu corazón. Cuéntale que te has encontrado solo en una noche tan especial como la pasada. Que la necesitabas y estaba lejos. Haz que se sienta querida y necesaria. Verás que todo irá mejor entre vosotros. Olvida esta noche de pasión y vive las siguientes con ella. Yo, como te he dicho, he llegado tarde. Debí agarrarme a ti con todas mis fuerzas y no permitir que un mal recuerdo me atrapara. Has sido un amante extraordinbario, delicado, atento, cariñoso... Me he sentido amada
aunque tu corazón ya no sea mio, pero ahora todo es diferente. La noche lo cambia todo, nos hace soñar, a veces cosas imposibles, pero la luz del día te hace ver la realidad.
- Te equivocas. Sigue siendo tuyo y siempre lo será. No te perderé Ann, otra vez no.
- Debes irte. No lo hagas más difícil. Mañana volverás a los juzgados y yo también. Posiblemente coincidamos en algún juicio: es nuestro trabajo, pero lo vivido no interferirá en lo que debemos hacer.
- No me eches Ann. No vuelvas a arrojarme de tu vida, por favor.
No quiso escuchar más. Salió de la hbitación dejando a Robert perplejo y sin saber qué hacer. Ella se vistió y salió del apartamento dejándole solo. A modo de despedida, le dijo
- Cuando salgas, sólo tienes que cerrar la puerta. Tengo llaves.
Dio media vuelta y salió de su casa y de la vida de Robert. Y siguió adelante como si nada hubiera cambiado. Aceptó de vez en cuando el salir con aquel compañero nuevo que la invitó una noche a la ópera, pero nunca supo que Robert, desde lejos, la vio con él, atenazándole el corazón por ello.
Sin saber muy bien qué había provocado la reacción de ella, tuvo algo claro: lucharía porque volviera a su lado. Sólo conocia una fórmula y era aclarar su situación con Jenny. Hasta ese momento no se habóa dado cuenta de lo sólo que estaba y de que su relación hacía aguas desde mucho tiempo antes de que apareciera de nuevo Ann en su vida.
Y tomó una decisión, debía hablar cuanto antes con Jenny y plantear la disolución de su vida en común. Que ella siguiera por su lado y él por otro. Y de este modo trató de ponerse en contacto con ella; necesitaban hablar urgentemente.
El crucero tocaba a su fin, pero tenía una misión más que cumplir. Ante las exigencias de Robert en verse le citó en el mismo aueropuerto, en Nueva York, ya que debía salir rumbo a San Francisco e incorporarse a una nueva ruta de turistas. Fue un mazazo para Roberte; deseaba zanjar el asunto cuanto antes. Deberían tener una extensa conversación y en un aeropuerto no era lo más aconsejable.
- Ve directamente a San Francisco. El trabajo me tomará un par de días y después todo el tiempo será para nosotros. Podríamos tomar unas pequeñas vacaciones allí mismo ¿ qué te parece ?
- Jenny, hace tiempo que no nos hemos visto y me es urgente hablar contigo.
- Por eso,. Ve a San Francisco directamente. Llegaré en un par de días.
Robert estaba cada vez más enfadado. Se había convertido en el perro faldero de Jenny, pero estaba decidido a tener esa conversación con ella, y aunque fuera en otro estado , la tendría. Después, una vez zanjado el asunto, localizaría a Ann y trataría de recuperar su vida junto a ella.
Y nuevamente intentó localizarla para ponerle en antecedentes de lo que iba a hacer, pero de nuevo no obtuvo resultados. Preparó en un bolsón lo que iba a llevarse y llamó a la agencia de viajes para contratar el billete rumbo a San Francisco. Se alojaría en el mismo hotel de siempre que Jenny utilizaba, y allí esperaría pacientemente el encuentro con la que hasta entonces había compartido su vida. Del resultado de la entrevista, sólo el destino sabría su éxito o fracaso. No era agradable la situación planteada y por un lado le daba inmensa tristeza que la relación que comenzó como una esperanza de recobrar la vida, se hubiera truncado de nuevo por otra jugada del destino. Pero así eran las cosas y seguiría adelante cualquiera que fuese el resultado final.
Y de gilpe se dieron cuenta de la realidad: Robert tenía otra pareja; ella no, pero debía respetar su vida. Lentamente se levanto soltándose del abrazo de él que extrañado la preguntó:
- ¿ Dónde vas ? Es pronto aún y es año nuevo
- Lo sé Robert, lo sé
- Lo sabes, pero...
- Ha sido una noche increible. Me has colmado de caricias, de besos, de palabras hermosas. Por primera vz en mi vida me sentí deseada, pero no puede ser. Tu estás comprometido y aunque anoche no quise pensar en ello. ahora, friamente, si lo hago. Ha sido precioso porque yo te quiero, Robert, siempre te he querido, pero llegué tarde; desaproveche mi tiempo y ahora debo dejarte ir
- ¿ Qué estás diciendo? Yo también te quiero y así ha sido siempre, desde el principio de verte. Lo de Jenny fue una circunstancia que ocurrió en un momento en que la soledad y tu ausencia me agobiaban, pero ya no. He conocido a la mujer de mi vida. He recibido sus caricias y sus dulces palabras ¿ Crees acaso que voy a dejarte ir ? Te he buscado durante mucho tiempo, y aún sin saberlo, he seguido amándote. Me bastó un instante en un ascensor, para compender que Jenny no reperesenta nada para mí, y que tú lo eres todo. No he sido ningún monje, pero no he amado a nadie más que a ti. Y contigo deseo compartir mi vida. ¿ Crees acaso que una relación a distancia, casi siempre solo, puede mantenerse? No le echo la culpa a Jenny, pero las cosas no funcionan de esa forma. Estaba escrito el volvernos a encontrar y no te dejaré marchar.
- No Robert. No pienso ser la querida de alguien, la que destroza parejas. No es justo ni para ella ni para mi. Ella te quiere; es su trabajo y has de respetarlo. Vuelve con ella y sed felices, lo mereces. Habla sinceramente , ábre tu corazón. Cuéntale que te has encontrado solo en una noche tan especial como la pasada. Que la necesitabas y estaba lejos. Haz que se sienta querida y necesaria. Verás que todo irá mejor entre vosotros. Olvida esta noche de pasión y vive las siguientes con ella. Yo, como te he dicho, he llegado tarde. Debí agarrarme a ti con todas mis fuerzas y no permitir que un mal recuerdo me atrapara. Has sido un amante extraordinbario, delicado, atento, cariñoso... Me he sentido amada
aunque tu corazón ya no sea mio, pero ahora todo es diferente. La noche lo cambia todo, nos hace soñar, a veces cosas imposibles, pero la luz del día te hace ver la realidad.
- Te equivocas. Sigue siendo tuyo y siempre lo será. No te perderé Ann, otra vez no.
- Debes irte. No lo hagas más difícil. Mañana volverás a los juzgados y yo también. Posiblemente coincidamos en algún juicio: es nuestro trabajo, pero lo vivido no interferirá en lo que debemos hacer.
- No me eches Ann. No vuelvas a arrojarme de tu vida, por favor.
No quiso escuchar más. Salió de la hbitación dejando a Robert perplejo y sin saber qué hacer. Ella se vistió y salió del apartamento dejándole solo. A modo de despedida, le dijo
- Cuando salgas, sólo tienes que cerrar la puerta. Tengo llaves.
Dio media vuelta y salió de su casa y de la vida de Robert. Y siguió adelante como si nada hubiera cambiado. Aceptó de vez en cuando el salir con aquel compañero nuevo que la invitó una noche a la ópera, pero nunca supo que Robert, desde lejos, la vio con él, atenazándole el corazón por ello.
Sin saber muy bien qué había provocado la reacción de ella, tuvo algo claro: lucharía porque volviera a su lado. Sólo conocia una fórmula y era aclarar su situación con Jenny. Hasta ese momento no se habóa dado cuenta de lo sólo que estaba y de que su relación hacía aguas desde mucho tiempo antes de que apareciera de nuevo Ann en su vida.
Y tomó una decisión, debía hablar cuanto antes con Jenny y plantear la disolución de su vida en común. Que ella siguiera por su lado y él por otro. Y de este modo trató de ponerse en contacto con ella; necesitaban hablar urgentemente.
El crucero tocaba a su fin, pero tenía una misión más que cumplir. Ante las exigencias de Robert en verse le citó en el mismo aueropuerto, en Nueva York, ya que debía salir rumbo a San Francisco e incorporarse a una nueva ruta de turistas. Fue un mazazo para Roberte; deseaba zanjar el asunto cuanto antes. Deberían tener una extensa conversación y en un aeropuerto no era lo más aconsejable.
- Ve directamente a San Francisco. El trabajo me tomará un par de días y después todo el tiempo será para nosotros. Podríamos tomar unas pequeñas vacaciones allí mismo ¿ qué te parece ?
- Jenny, hace tiempo que no nos hemos visto y me es urgente hablar contigo.
- Por eso,. Ve a San Francisco directamente. Llegaré en un par de días.
Robert estaba cada vez más enfadado. Se había convertido en el perro faldero de Jenny, pero estaba decidido a tener esa conversación con ella, y aunque fuera en otro estado , la tendría. Después, una vez zanjado el asunto, localizaría a Ann y trataría de recuperar su vida junto a ella.
Y nuevamente intentó localizarla para ponerle en antecedentes de lo que iba a hacer, pero de nuevo no obtuvo resultados. Preparó en un bolsón lo que iba a llevarse y llamó a la agencia de viajes para contratar el billete rumbo a San Francisco. Se alojaría en el mismo hotel de siempre que Jenny utilizaba, y allí esperaría pacientemente el encuentro con la que hasta entonces había compartido su vida. Del resultado de la entrevista, sólo el destino sabría su éxito o fracaso. No era agradable la situación planteada y por un lado le daba inmensa tristeza que la relación que comenzó como una esperanza de recobrar la vida, se hubiera truncado de nuevo por otra jugada del destino. Pero así eran las cosas y seguiría adelante cualquiera que fuese el resultado final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario