domingo, 28 de octubre de 2018

La Dama de la rosa - Capítulo 18 - Cada uno por su lado

Y aquella noche se acostaron enfadados, dándose la espalda.  Y sería el principio del fin de una maravillosa historia de amor.  Su enfado duró varios días, hasta que el roce de una mano, sin pensarlo, termino con aquél conato de una guerra soterrada, pero que saldría a la superficie en cualquier momento
Y el momento llegó cuando la carrera de ambos estaba en auge.  Connor no solo  daba conciertos a lo largo del Reino Unido, sino también en el continente.  Anya, poco a poco fue fotografiando a personalidades de más relevancia de la actualidad, y se había ganado cierto prestigio entre las agencias y en los medios  en los que solía publicar.  Era solicitada por algunas estrellas rutilantes de la cinematografía, porque hacía milagros en las fotos.

Tras el primer conato de discusiones, tuvieron una corta temporada de calma, pero malo es empezar. ¿ Ya no se soportaban, o es que el ego de cada uno de ellos les alejaba del otro?  Y el punto final vendría unos meses después del primero.

Habían vuelto a hacer el amor como al principio, y eso justamente, parecia restañar todas las heridas abiertas sin saber cómo y cuando.  El problema surgió cuando a Connor le contrataron para dar una serie de conciertos en Francia.  Quería que Anya fuera con él y se lo planteó una noche después de haber estado ensayando durante horas.  Posiblemente el cansancio, o que el destino quería mover ficha en esa ocasión en dirección contraria, pero el caso fue en que,  sin saberlo, pondrían punto final definitivamente a su relación de mucho tiempo atrás.  Y  planteó la cuestión después de haber hecho el amor como tantas veces.

- Tengo que ir a París, a Marsella y a Niza.  Debo dar una serie de conciertos y quiero que vengas conmigo
- ¿ Para cuando sería ? - respondió Anya
- Dentro de dos semanas.  Podríamos aprovechar y tomarnos unas vacaciones en la Costa Azul, ya que Niza sería el ultimo
- Lo siento, mi amor, pero me es imposible acompañarte; tengo una sesión con el futuro presidente de Canadá. Está concertada desde hace meses y coincidirá con esas fechas que indicas. Todo lo que puedo hacer si tengo algún día libre reunirme contigo. O en último caso, si fuera cancelado.
- O sea que no.  Quedamos en que me acompañarías siempre, pero has elegido el trabajo antes que a mi
- No es eso.  No te pongas así.  Llevan durante meses tratando de conseguir la entrevista y al fin ha dicho que si.  Ha sido una casualidad que coincidiera contigo, pero yo no marco el calendario

- ¿ Por qué no dejas de trabajar ?
- ¿ Y por qué no lo haces tú ? Antes no teníamos problemas de ningún tipo, pero ahora te has hecho muy famoso y no quieres renunciar al éxito.  Eso es justo y me parece bien, pero no a costa de mi renuncia.  Yo también he trabajado duro para lograrlo, y tú mismo me animabas a ello.
- Sabías que quería tenerte a mi lado, pero ahora tu también eres famosa.  Te ocurre lo mismo que me reprochas
- Sabes de sobra que no es así, pero en esta ocasión no puedo hacerlo.
- Está bien, No quiero seguir discutiendo.  No te preocupes, no me faltará compañía
- ¿ Me estás amenazando ?
- No amenazo, advierto
- Eres igual que un niño mal criado. No atiendes a razones más que tu egoísmo. Sé que te rifan las mujeres, no soy tonta, y además trabajo en las revistas y se lo que se murmura.Pero estoy cansada de estar sometida al machismo de los hombres. Voy a hacerme un nombre en mi profesión tanto si quieres como si no
- ¿ Significa que ya no te importo?
- No he dicho eso. ¡ Claro que me importas, y mucho ! Pero nunca te pediría que renunciaras a tu sueño por estar conmigo.  esa es la diferencia

- ¿ Sabes lo que pienso ? Que estamos cansados, que ya hemos vivido nuestra etapa de ñoñería y ahora nos topamos de bruces con la realidad.  Somos como los matrimonios que llevan años casados y ya están hartos
-¿ Estás harto de lo nuestro?  Porque por mi podemos dejarlo en cualquier momento
- Pues mira si.  Creo que el momento ha llegado ya
- Está bien. Por mi no habrá inconveniente.  Haré mi maleta y saldré de tu vida para siempre
- No he dicho eso - replicó él asustado ante la reacción de ella - Sólo que podíamos darnos un respiro.  Te quiero, ya lo sabes.  No quiero
perderte, pero creo que estamos algo saturados
- ¿ Saturados de amarnos ?  Es tanto como decir que ya no me amas y deseas ser libre de nuevo.  Está bien.  Sea como quieres. No tendrás inconvenientes por mi parte

Ya estaba aquí. Se había producido. ¿ Quizá es que lo pensaban desde el principio que llegaría y por eso no llegaron a casarse?  No sabrían responder.  Anya fue directa al dormitorio que compartían, metió en una maleta lo mas preciso y  le dijo antes de marchar

- Cuando hayas salido de gira, vendré a recoger  el resto de mis cosas. Aquí tienes la llave, deja una al conserje para poder entrar, si eres tan amble
- Anya, Anya.  Las cosas no son así. No he querido decir eso.  Yo...
-Tú lo has dicho muy claramente: estamos superados. Así que es mejor darnos un respiro. Quizá algún día volvamos a estar juntos, aunque será difícil.  Pero lo que no soporto son las discusiones, que cada vez son más frecuentes y más agrias.  Te deseo el mayor triunfo del mundo, y que todo te vaya bien.  Adiós Connor

Y cerró la puerta tras ella, dejando a Connor sin saber qué hacer ni qué decir.  ¿ Qué le impidió correr tras ella y retenerla?  En otro tiempo lo hubiera hecho.  Probablemente  era cierto que estaban algo cansados y deberían tomar distancia.  pero eso era también muy peligroso, porque la costumbre hace normas y una vez separados y después de los primeros días, cada uno seguiría con su vida, conocerían a otras personas , vivirían otras experiencias distintas a las ya vividas, porque serían con otra gente,  y por tanto diferentes.

Se sentó y se sirvió una copa.  De repente se dió cuenta del silencio que había en la casa y de la falta de ella.  Acababa de salir por la puerta y ya la echaba de menos.  Se había marchado y la conocía lo suficiente como para saber que no daría marcha atrás ¿ y él ?  Pensaba que tener distancia entre ellos, era lo mejor; pasado un tiempo la buscaría de  nuevo. Había sido muy feliz con ella. La amaba y la deseaba aún, sólo que ahora tenían otras cosas que se interponían entre ellos y era lo que debían superar.

Sabía que estaban cometiendo una locura.  Que eran una pareja estable, hasta el momento, pero todo se había torcido y recordó cómo comenzó todo y sus noches y días de loca pasión ¿ Qué había ocurrido?  Nunca la había pedido en matrimonio, y nunca ella se lo exigió ¿ Es porque así lo habían acordado, o ese ha sido el detonante de la ruptura?  ¿ Espera Anya que en algún momento formalizara su situación? Y si fuera así ¿ por que no lo hablaron ?  No podía parar quieto y comenzó a pasear por la habitación.  Era una situación  nueva que se había planteado después de mucho tiempo de convivencia con ella.  Siempre había vivido solo desde muy joven, pero ahora se había acostumbrado a ella y le iba a ser muy difícil vivir en solitario.

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