viernes, 7 de mayo de 2021

El jefe - Capítulo 22 - Celos

 Anthony, la mayoría de los días llegaba tarde a casa, algo que Rosemary no llevaba bien. Jeremy deseaba tener su apartamento cuanto antes y no cesaba de recorrer agencias  Pensaba que debían estar solos; sospechaba que algo ocurría entre ellos, pero, como ocurre  en casi todos los matrimonios arreglarían. A simple vista se notaba el amor que ambos sentían. Pensó que no sería nada grave. Quizá motivado por el estado de buena esperanza de ella. ¿ Debiera hablar con su hermano? Pensó que mejor no meterse en cosas de matrimonios.

Mantenía con su cuñada una buena relación y, ella le acompañaba la mayoría de las veces, siempre que su estado se lo permitiera. Aquél día, su marido llegó más tarde de lo normal, y además venía malhumorado. Ella le preguntó por si podía ayudarle en algo, pero el la respondió con una negativa. No insistió, pero sabía que le ocurría algo. No tuvieron problemas al acostarse; en la cama fue el marido cariñoso de siempre, amable y seductor, por lo que ella respiró aliviada.

Tenía el pensamiento que, por estar encinta, su interés por ella había bajado algunos enteros, pero ni siquiera lo mencionaba, porque sabía que él lo negaría. En realidad no tenía motivos para dudar. Sabía muy bien que el trabajo que tenía era estresante y algunas veces ocasionaba preocupaciones. Probablemente, ahora, fuera una de ellas.

Se acurrucó a su lado como siempre. Reclinó su cabeza en el pecho de él, y se quedó dormida. Al día siguiente, Jeremy la llevaría a ver el apartamento que había decidido fuera su hogar, pero deseaba tener la visión femenina, y para ello pasarían la mañana fuera de casa.  Visitarían el apartamento y Rose le indicaría lo que debía comprar para que su hogar funcionase. Él no tenía ni idea; nunca se había tenido que preocupar por ello.

A Rosemary le encantó la casa, que no distaba mucho de la de ellos. Veía en su imaginación el lugar de los muebles y de qué tipo. En algunos coincidía con Jeremy y, ambos reían satisfechos al estar de acuerdo  Aún era temprano, así que se dirigieron a algunas tiendas en las que compraron ropas de cama, de mesa, toallas... en fin, todo lo necesario para empezar a vivir. Necesitaría a una mujer que llevase su casa y se encargara de todo: él era un desastre y, si no lo hacía otra persona, al poco tiempo parecería poco menos que una pocilga. También visitaron una agencia y quedaron para hacer la entrevista con la futura ama de llaves.

— Creo que nos merecemos una buena comida. Estoy hambriento y cansado. ¿ Cómo te encuentras? —dijo estrechando la mano de Rosemary

—Estoy muy bien. Se me ha pasado la mañana sin sentir. ¡ Qué divertido ha sido todo! Cuando yo era soltera, vivía en un apartamento que era como una caja de cerillas y además al ser alquilado, mi casero se ocupó de todo. Así que esto también es nuevo para mí. Al casarnos vivimos en casa de Anthony, así que tampoco tuve que ocuparme de eso. 

— Vayamos a comer a The Ledbury. Hace siglos que no voy y la ocasión lo merece. ¿Sabes? Nunca imaginé que mi vida se recompusiera de nuevo. Reconozco que fui un cabeza loca. Gracias a vosotros  he recobrado a mi familia, y sé que tú has tenido mucho que ver, por lo que te estoy muy agradecido. Una vez que esté instalado, buscaré trabajo o crearé alguna empresa.

— Me alegra que estés con tan buen ánimo. Habla con Anthony. Seguro que te propone algo. Yo no podré incorporarme a mi trabajo hasta dentro de bastante tiempo: quiero criar a mi hijo. Él ahora está sobrepasado con el suyo y con el mío, que se ha empeñado en hacerse cargo. Seguro que si le echas una mano te lo agradecerá.

Ambos entraron al restaurante y el maître les buscaba una mesa. Miraban alrededor del local, y junto a una ventana, había una pareja que charlaba animadamente. Él estaba de espaldas, pero Rose reconoció de inmediato que se trataba de Anthony. A ella no la conocía y pensó que sería algún compromiso de algún posible inversor. Pero la actitud de su cuñado, es lo que la hizo dudar:

— No me gusta. Vayámonos de aquí

— ¿Qué ocurre? ¿Qué no te gusta? Es precioso. Dime si me equivoco: la pareja que está junto al ventanal ¿ es Anthony? ¿ Es por eso que quieres que nos vayamos? ¿ Quién es la mujer que le acompaña? Está claro que la conoces ¿ Quién es ?

— No, no. Sólo  que no me apetece

— ¡ Jeremy …!

— Es Julie — dijo dudando de si hacía lo correcto.

— ¿ Julie? ¿Esa Julie? ¿Qué puede hacer mi marido con Julie?

— No lo sé. Estoy tan desconcertado como tú. Seguro que se han encontrado por casualidad y reviven tiempos pasados. Aquello pasó hace mucho tiempo. Él te adora. Venga vámonos o acerquémonos a ellos, así salimos de dudas.

Rosemary se quedó parada ante las respuestas de Jeremy. Ya no le parecía el restaurante tan hermoso. Toda mujer sabe analizar los gestos de un hombre frente a ellas, y los de Anthony eran extremadamente cariñosos, al menos así lo percibía ella.


Ninguno de los dos hablaba Estaban sorprendidos por la presencia de Anthony allí y con ella. Dice un viejo refrán que dónde hubo fuego, rescoldos quedan. Quizá fuera una reunión casual. Demasiado casual, pensaba. Se les veía relajados y encantados de la vida. ¿Sería la primera vez que se vieran?

Jeremy, miraba a su cuñada de reojo no atreviéndose a interrumpir lo que quiera que pensara. Quizá hubiera sido mejor acercarse hasta su mesa y disipar las dudas. Tendrían que esperar a que Anthony llegara a su casa y esperar que lo comentara tranquilamente. Si no tenía nada que esconder, lo correcto sería que fuera así.

— Creo que  será mejor que dejemos la comida para otra ocasión. No me apetece mucho. Vayámonos a casa ¿ te parece? — dijo Rose que se veía bastante molesta por la situación creada.

—¡Claro, como quieras!

Quería desechar de su cabeza las dudas que de repente se habían instalado en ella, pero no podía. El sexto sentido femenino la decía que no había sido por casualidad. De repente tuvo un presentimiento.

— Discúlpame, he recordado algo

Jeremy algo confuso, se quedó pensativo al ver la repentina marcha de su cuñada, levantándose de la mesa a media comida. Lo cierto era que ella apenas probaba bocado, y además estaba muy silenciosa. Estaba inquieto por ella, y maldecía para sí, la hora en que se le ocurrió ir a aquel restaurante.

Ya no había remedio. Esperó durante unos minutos hasta comprobar que ella  volvía. Al no hacerlo, se dirigió a su habitación y, golpeando la puerta insistía en saber si se encontraba bien.

Rosemary buscaba  nerviosa algo  en su pequeño joyero. Estaba segura de haberlo dejado ahí el día que Anthony se lo dio para guardar, pero allí no estaba y por mucho que rebuscó no dio con el anillo. Esa pieza extraña que él llevaba y que cuando iniciaron su noviazgo se lo entregó para que lo guardase.
Probablemente ahora, luciese en el dedo de su verdadera dueña, para la que había sido comprado. La impaciencia la consumía, pero debía esperar hasta que su marido llegase a casa. Y lo haría tarde; pero ahora sabía que el motivo de su retraso no era el trabajo, sino la reunión con el antiguo amor de su vida.

— Antiguo, si, antiguo — Se repetía una y otra vez tratando de autoconvencerse de que ella era la reina de su corazón y, que su encuentro bien podría haber sido casual. 
Cuando llegase a casa, seguro que se lo diría, o que la daría una respuesta satisfactoria si se viera obligada a preguntárselo. Pero sin duda todo se aclararía. Necesitaba que se aclarase. No podría vivir con esa duda.
Lo cierto es que no tenía motivo alguno para dudar de él, pero la escena presenciada había sido demasiado elocuente.

— Puede que se tratara de los recuerdos de antaño que rememoraban en común— Pero el apretón en su mano, desbarataba todas las suposiciones.

No salió de su habitación hasta bien entrada la tarde. Jeremy estaba en la biblioteca y hacia allí se dirigió. Debía disculparse por el repentino abandono durante el almuerzo, pero no quería decir el verdadero motivo de su espantada, así que optó por mentir, referente a su estado. Jeremy sabía que no era ese el motivo, pero se mostró aliviado, al menos ante ella.

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS / COPYRIGHT

Autora: rosaf9494quer

Edición< Mayo 2021

Ilustraciones< Internet


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