jueves, 1 de noviembre de 2018

La Dama de la rosa - Capítulo 26 - Como dos amigas

Eva y su marido,  también habían llegado, así que ya estaba toda la familia reunida.  Contentos, muy contentos por estar todos juntos y además al haber aumentado la familia con una personita que nadie conocía.  Anya estaba nerviosa, y no podía evitarlo por mucho que Connor, a solas le dijera que se tranquilizara, que todo marchaba bien y que sus padres y hermana estaban encantados de la vida.  No obstante, ella deseaba hablar con Susan y explicarle unas cuantas cosas.  Tenía miedo de que pensase que Perl no era nieta suya, sino que Connor la había adoptado por amor a ella.  Era un pensamiento que la mortificaba y que le impedía disfrutar al máximo lo que estaba viviendo.

Y aprovechó la oportunidad en que Connor fue a mostrar al resto de su familia el pabellón que también había sido remodelado para darle el uso que en un principio tuvo: el de invitados.

- Me reuniré con vosotros en un momento.- dijo a Connor
-Susan ¿ puedes quedarte conmigo ?
- Desde luego, querida
- Pasemos a la sala.  Quiero tener una charla contigo de mujer a mujer
- Estás muy trascendente.  No irás a decirme que te arrepientes de casarte
,. No, sino todo lo contrario.  Siempre habéis sido muy cariñosos conmigo y de repente os habéis enterado de que sois abuelos.  Cualquiera hubiera pensado que es de rebote, sin embargo vosotros habéis aceptado a Perl como tal.
- Porque es nuestra nieta, cariño.  Y si alguna duda tuviéramos nos bastó verla para comparar el parecido con su padre.  pero aunque así no hubiera sido, él te ha elegido como esposa, y por tanto eligió todo tu pasado con ello.
-No sabes el peso que me quitas de encima.  Podéis estar tranquilos, es hija de Connor.  pero deseo explicarte porqué no os habéis enterado hasta ahora de su existencia.

Y poco a poco, Anya fue relatando a Susan todos los avatares ocurridos en sus vidas y cómo Connor supo que era padre desde hacía tanto tiempo.  Se disculpó por ello, pero  también se justificó  al creer que Connor seguía casado y no quiso irrumpir en su vida.  Un accidente mientras le hacía un reportaje fue el modo en que se enteró de todo.

- Hija fuiste muy valiente al hacerte cargo, tu sola, de la niña.  Creo que las circunstancias jugaron en tu contra, pero ahora ya está todo solucionado y debéis olvidarlo y debemos perdonarnos todos, por lo ocurrido, porque todos tuvimos nuestra parte de culpa.  Connor nos lo ha explicado también.  Y ahora lo que deseo es que seáis felices y comencéis de cero olvidando todo lo pasado.

Anya se levantó y se abrazó a Susan llorando, mientras era abrazada también por su suegra.  Daba rienda suelta a todos los nervios que había pasado hasta poder decirle la  verdad y dejarles a todos tranquilos, aún a sabiendas de que lo estaban.

 Una vez se hubo calmado, Susan le habló abiertamente como si lo hiciera con su propia hija.

-Sé que  te criaste sin madre y por tanto, supongo que tendrás muchas dudas referente al matrimonio.  La convivencia de antes y los motivos que tuvísteis para romper vuestra unión, eso pertenece al pasado.  Deseo que os hagáis viejos como lo estamos siendo nosotros.  para mí eres hija también, y sólo deseo vuestra felicidad y la de la niña.  Los hombres a veces tienen debilidades y nosotras somos astutas, .  Lo que quiero decirte es que Connor es un hombre muy deseable y viaja; ahí va mi consejo:  siempre que puedas acompañale, no le dejes solo. Y si el deber como madre te lo impidiera, seducele antes de partir.
Las mujeres tenemos miles de trucos para retener a un hombre a nuestro lado ¿ crees que mi marido no ha tenido alguna vez la tentación ? No lo sé, pero pienso que sí. Lo cierto es que nunca me ha faltado en ningún sentido, pero yo también manejaba las artes que todas tenemos y que son infalibles, y sabes a lo que me refiero:  la cama.

 Connor te ama desesperadamente y ahora es plenamente feliz con vosotras.  Quiero que siempre que os vea se refleje en vuestras caras lo enamorados que estáis y lo felices que sois.  Es cuanto deseo y es por ello que te doy este consejo de alguien que lleva muchos años casada y que ha tenido que esgrimir, algunas veces, sus argucias para retener a quién amo y seguir siendo amada y deseada  por mi marido
- Susan, te prometo seguirlo al pie de la letra. No tengo experiencia y deseo hacerle feliz, porque ellos dos son lo más importante de mi vida, , quienes la dan sentido.
- Bien, cielo.  Ahora reunámonos con ellos o se van a pensar que ocurre algo malo


Ambas mujeres cogidas del brazo, se dirigieron al pabellón que les estaba mostrando un Connor pletórico, contento y feliz.  Al entrar en él, la primera mirada fue para Anya y después a su madre.  respiró aliviado, porque la sonrisa de ella le indicaba que todo había quedado claro y diáfano.

En la mente de Anya habían quedado impresas las palabras de Susan y los consejos que la diera.  Se había comportado como una verdadera madre con ella y la correspondería de igual modo.  Les apreciaba mucho; eran generosos y Connor les adoraba, motivo suficiente para que ella les quisiera también

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