Sus conexiones se fueron distanciando. Arthur tenía bastante trabajo con presentaciones y alguna charla, por lo que tenía poco tiempo libre y cada vez que llegaba a casa, por la noche, sólo le apetecía tomar algún bocado ligero e irse a la cama, a pesar de que la señora que le atendía, le dejaba la cena preparada. La novela que tantas preocupaciones le ocasionó, fue todo un éxito, y eso acarreó a unas solicitudes ingentes para desarrollarlo. Ganó bastante dinero, al igual que la editorial con la que compartía un porcentaje de beneficios.
Necesitaba vacaciones, pero aún el verano se veía muy lejano, y ni siquiera podía pensar en un anticipo de ellas. No sólo tenía que atender el proyecto en marcha, sino ir preparando otro nuevo.. El trabajo ocupaba su mente sin tiempo para pensar en otra cosa que no fuera ello. Tampoco quería pensar en algo distinto. Procuró no frecuentar los lugares a los que iba con Mildred, y de este modo , evitando su encuentro, se fueron aplacando los pensamientos hacia su antigua novia. Pero siempre recibía alguna noticia de alguien que pensaba que ya todo estaba relegado al olvido, aunque distase mucho de ser cierto. Por esa misma persona que le tenía al corriente de sus vidas y milagros, supo que la relación de su ex iba totalmente en serio, y que proyectaban casarse durante el próximo verano. Él no comentaba nada, pero cada vez que sacaban el tema a relucir, era como si una espina se clavara en su corazón. Seguía amándola, aunque ahora todo lo veía como más lejano, a pesar de que hacía sólo poco tiempo de su ruptura.
Ya no se conectaba a Internet, ni siquiera sentía interés en ello. Ocurrió que un domingo de finales de invierno estaba en casa aburrido. Debería escribir, al menos, durante unas pocas horas, a fin de adelantar lo que estaba creando, pero se sentía cansado del ingente trabajo que había tenido durante toda la semana, Se aburría mortalmente. No le apetecía salir a un cine o concierto; no sentía interés en salir. La lluvia caía insistentemente; era molesta y no soportaba los paraguas. Daba vueltas por la casa, sin saber en qué invertir su tiempo libre.
- Mejor me quedo. Veré televisión, o...
De repente recordó su enlace en el portátil, y se le ocurrió dar una ojeada por la red. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, y recordó que en determinada ocasión , le mantenía alejado de sus pensamientos pesimistas por distintas circunstancias.
Buscó, buscó y no encontraba atractivo lo que veía, a veces carente de importancia. Más bien eran anécdotas de la vida diaria de esas personas que daban noticias a otras, pero que no interesaban lo más mínimo. Entró en su página y comprobó que era la primera que puso cuando la creó
- ¡ Qué horror !- pensó al ver la fotografía - La verdad es que no estuve muy inspirado. Y entonces se le ocurrió buscar algún paisaje bonito de cualquier lugar del mundo, y recordó que la única amiga que tenía en la Red era de Italia.
Y eso le pareció perfecto. Buscó un paisaje y cuando encontró uno que tuviera las medidas adecuadas, lo puso en su perfil, resultando bello, muy bello... Enseguida comenzó a recibir "me gusta", pero al no especificar a qué lugar correspondía, los comentarios se interesaban por el lugar de la foto.
- Florencia - respondía él
Ni siquiera recordaba el nombre de aquella chica con la que conversó durante poco tiempo, pero que le resultó simpática, cuando en un comentario, le saludó preguntándole qué había sido de él durante tanto tiempo de ausencia
- El trabajo ha sido arduo, y aún lo es. A penas tengo tiempo para nada
- Pues debes buscar espacio para vivir- le recomendó ella
- Y eso ¿ cómo se hace ? - le dijo él
-¿ No sabes cómo se vive? agregó
- Lo sé, pero tengo poco tiempo
- Toma unas vacaciones. Olvídate del tiempo. Podrías visitar mi pais. Aquí lo aprenderías
- ¿ Insinúas que en el mio no hay vida?
- Libreme Dios ni siquiera de pensarlo. Seguro que sí, pero creo que eres tú el que eres aburrido. Te lo digo en serio. Ven a Italia y conócenos. Nuestras diversiones son distintas a las vuestras. No somos tan ceremoniosos; nos reímos mucho y gozamos con ello. Hazme caso ¿ Conoces Italia?
- Y tú ¿ conoces Irlanda ?
- ¡ Vaya creí que eras inglés. Si, la conozco. Estudié en Dublín un verano, aunque poco me sirvió: mi inglés sigue siendo malisimo. Sois divertidos, así que el problema debes ser tú
Pero aquella intromisión no le sentó muy bien a Arthur, que cortó la conexión de inmediato.
- ¡ Será estúpida ! - pensó, aunque,más despacio, se dijo que no le faltaba razón.
Lo que ella no sabía era la época tan dura por la que estaba pasando. No sólo en lo pasional, también en lo laboral. Pero ¿ debía hacerla caso? No llegaba a los treinta años, y durante bastante tiempo había vivido para su trabajo. Hasta que conoció a Mildred y entonces se enamoró de ella como un colegial, pero el resultado de su pasión no pudo ser más funesto. Desde su separación no había hecho otra cosa que trabajar, y en muy raras ocasiones, salir con alguna conocida a comer fuera de casa o al teatro. Y ni siquiera ésto le distraía, porque también había perdido el gusto por la elección del espectáculo, o quizá fuese él, que nada le gustaba.
Tendría que pensárselo mejor. Probablemente ella tenía razón
- Debo cambiar de rumbo radicalmente.. No conozco Italia, así que puede que visite ese país, a ver si me enseñan a vivir
Esta frase le causó risa. Se enteraría dónde vivía aquella estúpida entrometida y probablemente la visitaría para saludarla, si es que se decidía por Italia, o puede que fuera a un lugar más exótico y lejano. En fín, aún tendría tiempo de decidirse; faltaba mucho tiempo para las vacaciones.
Pero los meses pasaron y el verano se instaló y con él las vacaciones. No tenía ninguna duda. Recorrería Italia, la capital, por supuesto, pero también iría a La Toscana y conocería a la entrometida Liliana si es que no estaba en Amalfi como el año anterior,. Había pasado mucho tiempo desde la última conexión, pero en la de hoy, la pediría su dirección a fin de visitarla.
Necesitaba vacaciones, pero aún el verano se veía muy lejano, y ni siquiera podía pensar en un anticipo de ellas. No sólo tenía que atender el proyecto en marcha, sino ir preparando otro nuevo.. El trabajo ocupaba su mente sin tiempo para pensar en otra cosa que no fuera ello. Tampoco quería pensar en algo distinto. Procuró no frecuentar los lugares a los que iba con Mildred, y de este modo , evitando su encuentro, se fueron aplacando los pensamientos hacia su antigua novia. Pero siempre recibía alguna noticia de alguien que pensaba que ya todo estaba relegado al olvido, aunque distase mucho de ser cierto. Por esa misma persona que le tenía al corriente de sus vidas y milagros, supo que la relación de su ex iba totalmente en serio, y que proyectaban casarse durante el próximo verano. Él no comentaba nada, pero cada vez que sacaban el tema a relucir, era como si una espina se clavara en su corazón. Seguía amándola, aunque ahora todo lo veía como más lejano, a pesar de que hacía sólo poco tiempo de su ruptura.
Ya no se conectaba a Internet, ni siquiera sentía interés en ello. Ocurrió que un domingo de finales de invierno estaba en casa aburrido. Debería escribir, al menos, durante unas pocas horas, a fin de adelantar lo que estaba creando, pero se sentía cansado del ingente trabajo que había tenido durante toda la semana, Se aburría mortalmente. No le apetecía salir a un cine o concierto; no sentía interés en salir. La lluvia caía insistentemente; era molesta y no soportaba los paraguas. Daba vueltas por la casa, sin saber en qué invertir su tiempo libre.
- Mejor me quedo. Veré televisión, o...
De repente recordó su enlace en el portátil, y se le ocurrió dar una ojeada por la red. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, y recordó que en determinada ocasión , le mantenía alejado de sus pensamientos pesimistas por distintas circunstancias.
Buscó, buscó y no encontraba atractivo lo que veía, a veces carente de importancia. Más bien eran anécdotas de la vida diaria de esas personas que daban noticias a otras, pero que no interesaban lo más mínimo. Entró en su página y comprobó que era la primera que puso cuando la creó
- ¡ Qué horror !- pensó al ver la fotografía - La verdad es que no estuve muy inspirado. Y entonces se le ocurrió buscar algún paisaje bonito de cualquier lugar del mundo, y recordó que la única amiga que tenía en la Red era de Italia.
Y eso le pareció perfecto. Buscó un paisaje y cuando encontró uno que tuviera las medidas adecuadas, lo puso en su perfil, resultando bello, muy bello... Enseguida comenzó a recibir "me gusta", pero al no especificar a qué lugar correspondía, los comentarios se interesaban por el lugar de la foto.
- Florencia - respondía él
Ni siquiera recordaba el nombre de aquella chica con la que conversó durante poco tiempo, pero que le resultó simpática, cuando en un comentario, le saludó preguntándole qué había sido de él durante tanto tiempo de ausencia
- El trabajo ha sido arduo, y aún lo es. A penas tengo tiempo para nada
- Pues debes buscar espacio para vivir- le recomendó ella
- Y eso ¿ cómo se hace ? - le dijo él
-¿ No sabes cómo se vive? agregó
- Lo sé, pero tengo poco tiempo
- Toma unas vacaciones. Olvídate del tiempo. Podrías visitar mi pais. Aquí lo aprenderías
- ¿ Insinúas que en el mio no hay vida?
- Libreme Dios ni siquiera de pensarlo. Seguro que sí, pero creo que eres tú el que eres aburrido. Te lo digo en serio. Ven a Italia y conócenos. Nuestras diversiones son distintas a las vuestras. No somos tan ceremoniosos; nos reímos mucho y gozamos con ello. Hazme caso ¿ Conoces Italia?
- Y tú ¿ conoces Irlanda ?
- ¡ Vaya creí que eras inglés. Si, la conozco. Estudié en Dublín un verano, aunque poco me sirvió: mi inglés sigue siendo malisimo. Sois divertidos, así que el problema debes ser tú
Pero aquella intromisión no le sentó muy bien a Arthur, que cortó la conexión de inmediato.
- ¡ Será estúpida ! - pensó, aunque,más despacio, se dijo que no le faltaba razón.
Lo que ella no sabía era la época tan dura por la que estaba pasando. No sólo en lo pasional, también en lo laboral. Pero ¿ debía hacerla caso? No llegaba a los treinta años, y durante bastante tiempo había vivido para su trabajo. Hasta que conoció a Mildred y entonces se enamoró de ella como un colegial, pero el resultado de su pasión no pudo ser más funesto. Desde su separación no había hecho otra cosa que trabajar, y en muy raras ocasiones, salir con alguna conocida a comer fuera de casa o al teatro. Y ni siquiera ésto le distraía, porque también había perdido el gusto por la elección del espectáculo, o quizá fuese él, que nada le gustaba.
Tendría que pensárselo mejor. Probablemente ella tenía razón
- Debo cambiar de rumbo radicalmente.. No conozco Italia, así que puede que visite ese país, a ver si me enseñan a vivir
Esta frase le causó risa. Se enteraría dónde vivía aquella estúpida entrometida y probablemente la visitaría para saludarla, si es que se decidía por Italia, o puede que fuera a un lugar más exótico y lejano. En fín, aún tendría tiempo de decidirse; faltaba mucho tiempo para las vacaciones.
Pero los meses pasaron y el verano se instaló y con él las vacaciones. No tenía ninguna duda. Recorrería Italia, la capital, por supuesto, pero también iría a La Toscana y conocería a la entrometida Liliana si es que no estaba en Amalfi como el año anterior,. Había pasado mucho tiempo desde la última conexión, pero en la de hoy, la pediría su dirección a fin de visitarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario