Y concertó la cita con los abogados y tuvo que desplazarse hasta Nápoles, pero no le importó. Iba esperanzado con la idea de que ellos le dieran el domicilio de Liliana. De repente sentía la necesidad, no sólo de verla, sino también de justificarse ante ella. Le pusieron al corriente de todo lo que ellos eran depositarios. Le entregaron un sobre cerrado que el fallecido les había encargado le fuera remitido, después de la lectura de su testamento. Informado por los abogados de la inmobiliaria que llevaba el asunto, pensó en alquilar el piso en el que había vivido Liliana. Puesto que debía vivir en algún lado; mejor allí que en un hotel.. .Y poca cosa más pudo averiguar. .
Arthur salió del despacho de abogados igual que había entrado: sin saber nada de ella. En su bolsillo llevaba el sobre que Guido pidió le fuera enviado. ¿ Qué contenía aquella carta ? Volvería de inmediato a Pienza .
La que fuera la casa de Liliana, estaba situada en una calle bonita llena de flores, tranquila. No se escuchaban más ruidos que la voz de algún chiquillo jugando en la calle y el canto de los pájaros. Sería un buen lugar para vivir..
Cerró el contrato para el alquiler y esa misma noche ya podría dormir en la que fuera casa de ella. Se sentía más cerca de Lili en aquel lugar. . Todo estaba igual, con los mismos muebles, todo en orden. Sonrió al evocar aquél día que tantas consecuencias tuvo en la vida de todos ellos,.
No se atrevía a abrir aquél sobre guardado en su chaqueta. No se hacía idea de lo que hubiera en él, pero al mismo tiempo, deseaba hacerlo y averiguar lo que Guido le diría.
Estaba cansado después de estar todo el día haciendo trámites. Se tumbó en la cama y extrajo del sobre la carta que le entregaran los abogados.
< No sé cómo empezar esta carta. He de poner mi conciencia en claro antes de que mi cabeza se niegue a hacerlo. He de partir con la conciencia tranquila, y no sería así, si no hiciera la confesión que en estos momentos reflejo en este papel.
Seguramente te preguntarás por qué no lo he hecho personalmente, pero todo ha sucedido muy rápido, tú estás no sé donde y mi tiempo se agota. Por eso he de confesarme contigo y pedirte perdón por todo el daño que os he causado.>
< No debí mentirte, ni a ella tampoco. Me aproveché de una circunstancia para tergiversar la historia a mi favor. Mi propósito era conseguir a Liliana, y lo hice, pero nunca la tuve. Por mucho empeño que ella pusiera, yo sabía que era en tí en quién pensaba. Que fuí yo quién la metió ideas en tu contra en su cabeza, y fui yo quién te contó que te había olvidado. Perdóname, te lo pido desde lo más profundo de mi arrepentimiento. Fui un canalla que pensaba que todo sería más fácil, que te olvidaría. Pero nunca creí que su amor fuera tan fiel. Te quiso siempre.
Me queda poco tiempo y deseo morir en paz. Entre lágrimas he obtenido su perdón, pero me falta el tuyo y según creo no llegará a tiempo de recibirlo.
Va a quedarse sola y por ello te pido, si es que volvéis a veros, que la ayudes. No fue ella la que te dejó, sino el engaño que le conté y que creo comprenderás a qué me refiero cuando la veas. Ignoro si esta carta llegará a tus manos algún día. Si ocurriera, búscala y protégelas, si a las dos.
Me han detectado un tumor cerebral y va rápido, por eso no tengo tiempo de decirte todo esto en persona, porque nadie sabe tu paradero.
Sé que eres un buen hombre y la quieres, por eso te digo que luches por ella, para que vuelva a ser feliz porque sólo contigo lo conseguirá. Guido >
¿ A qué se estaba refiriendo ? Hablaba en plural. Volvió a leer lo expresado en la última voluntad del que en un tiempo fuera su amigo. ¿ De qué engaño hablaba ? ¿ Qué mentira había urdido para separarles? ¿Podría perdonarle? Hasta que no supiera la verdad, le sería muy difícil hacerlo, y hasta no encontrar a Liliana, dudaba mucho de que lo consiguiera. Era urgente encontrarla. Pero ¿ Por dónde buscar ? ¿ A quién preguntar? ¿ En Amalfi ? ¿ Y si se hubiera refugiado allí ? Era feliz cada vez que se desplazaba a ese lugar. Seguramente sería allí donde viva.
- Mañana iré. Localizaré a algún amigo de entonces y me podrá dar alguna información. Ha pasado mucho tiempo, ese es mi temor. ¡Santo cielo ! ¿ Qué es lo que ocurrió ? ¿ A qué engaño se refería Guido? Recuerdo que fue a Dublín a verme y me anunció que se casaban, que me había olvidado. ¿Será eso por lo que me pide perdón ? Si no aclaro pronto este asunto me volveré loco.
Y apenas había amanecido, se levantó de la cama. Se sentía extraño. Le era extraño el silencio de aquél lugar. Pasó la mano por el sitio en donde aquella noche durmiera Liliana, y la emoción le embargó. Si no la encontraba en Amalfi, no sabía a quién recurrir ni a donde acudir en su busca. Se vistió y salió a la calle. Algún transeúnte circulaba por ella. Lentamente se dirigió a la plaza mayor. Al pasar frente a la casa que fuera de los padres de ella, se paró unos instantes y evocó la amabilidad que tuvieron con él cuando les presentaron. Movió la cabeza negativamente como tratando de alejar un pensamiento. Se encontró en medio de la plaza que comenzaba a cobrar vida. La tienda de alquiler de coches, seguía en el mismo lugar, igual que entonces. Allí alquilaría uno y saldría de inmediato para Amalfi
Arthur salió del despacho de abogados igual que había entrado: sin saber nada de ella. En su bolsillo llevaba el sobre que Guido pidió le fuera enviado. ¿ Qué contenía aquella carta ? Volvería de inmediato a Pienza .
La que fuera la casa de Liliana, estaba situada en una calle bonita llena de flores, tranquila. No se escuchaban más ruidos que la voz de algún chiquillo jugando en la calle y el canto de los pájaros. Sería un buen lugar para vivir..
Cerró el contrato para el alquiler y esa misma noche ya podría dormir en la que fuera casa de ella. Se sentía más cerca de Lili en aquel lugar. . Todo estaba igual, con los mismos muebles, todo en orden. Sonrió al evocar aquél día que tantas consecuencias tuvo en la vida de todos ellos,.
No se atrevía a abrir aquél sobre guardado en su chaqueta. No se hacía idea de lo que hubiera en él, pero al mismo tiempo, deseaba hacerlo y averiguar lo que Guido le diría.
Estaba cansado después de estar todo el día haciendo trámites. Se tumbó en la cama y extrajo del sobre la carta que le entregaran los abogados.
< No sé cómo empezar esta carta. He de poner mi conciencia en claro antes de que mi cabeza se niegue a hacerlo. He de partir con la conciencia tranquila, y no sería así, si no hiciera la confesión que en estos momentos reflejo en este papel.
Seguramente te preguntarás por qué no lo he hecho personalmente, pero todo ha sucedido muy rápido, tú estás no sé donde y mi tiempo se agota. Por eso he de confesarme contigo y pedirte perdón por todo el daño que os he causado.>
< No debí mentirte, ni a ella tampoco. Me aproveché de una circunstancia para tergiversar la historia a mi favor. Mi propósito era conseguir a Liliana, y lo hice, pero nunca la tuve. Por mucho empeño que ella pusiera, yo sabía que era en tí en quién pensaba. Que fuí yo quién la metió ideas en tu contra en su cabeza, y fui yo quién te contó que te había olvidado. Perdóname, te lo pido desde lo más profundo de mi arrepentimiento. Fui un canalla que pensaba que todo sería más fácil, que te olvidaría. Pero nunca creí que su amor fuera tan fiel. Te quiso siempre.
Me queda poco tiempo y deseo morir en paz. Entre lágrimas he obtenido su perdón, pero me falta el tuyo y según creo no llegará a tiempo de recibirlo.
Va a quedarse sola y por ello te pido, si es que volvéis a veros, que la ayudes. No fue ella la que te dejó, sino el engaño que le conté y que creo comprenderás a qué me refiero cuando la veas. Ignoro si esta carta llegará a tus manos algún día. Si ocurriera, búscala y protégelas, si a las dos.
Me han detectado un tumor cerebral y va rápido, por eso no tengo tiempo de decirte todo esto en persona, porque nadie sabe tu paradero.
Sé que eres un buen hombre y la quieres, por eso te digo que luches por ella, para que vuelva a ser feliz porque sólo contigo lo conseguirá. Guido >
¿ A qué se estaba refiriendo ? Hablaba en plural. Volvió a leer lo expresado en la última voluntad del que en un tiempo fuera su amigo. ¿ De qué engaño hablaba ? ¿ Qué mentira había urdido para separarles? ¿Podría perdonarle? Hasta que no supiera la verdad, le sería muy difícil hacerlo, y hasta no encontrar a Liliana, dudaba mucho de que lo consiguiera. Era urgente encontrarla. Pero ¿ Por dónde buscar ? ¿ A quién preguntar? ¿ En Amalfi ? ¿ Y si se hubiera refugiado allí ? Era feliz cada vez que se desplazaba a ese lugar. Seguramente sería allí donde viva.
- Mañana iré. Localizaré a algún amigo de entonces y me podrá dar alguna información. Ha pasado mucho tiempo, ese es mi temor. ¡Santo cielo ! ¿ Qué es lo que ocurrió ? ¿ A qué engaño se refería Guido? Recuerdo que fue a Dublín a verme y me anunció que se casaban, que me había olvidado. ¿Será eso por lo que me pide perdón ? Si no aclaro pronto este asunto me volveré loco.
Y apenas había amanecido, se levantó de la cama. Se sentía extraño. Le era extraño el silencio de aquél lugar. Pasó la mano por el sitio en donde aquella noche durmiera Liliana, y la emoción le embargó. Si no la encontraba en Amalfi, no sabía a quién recurrir ni a donde acudir en su busca. Se vistió y salió a la calle. Algún transeúnte circulaba por ella. Lentamente se dirigió a la plaza mayor. Al pasar frente a la casa que fuera de los padres de ella, se paró unos instantes y evocó la amabilidad que tuvieron con él cuando les presentaron. Movió la cabeza negativamente como tratando de alejar un pensamiento. Se encontró en medio de la plaza que comenzaba a cobrar vida. La tienda de alquiler de coches, seguía en el mismo lugar, igual que entonces. Allí alquilaría uno y saldría de inmediato para Amalfi
No hay comentarios:
Publicar un comentario